Invitado del mes: Ken Robinson

Todas las personas tienen algún tipo de talento. Algunas lo descubren muy pronto y saben que eso es a lo que quieren dedicar su vida. Otras lo encuentran por casualidad, cuando ya se dedican a otra cosa o son mayores. Y muchas otras, por desgracia, no lo hallan nunca. La obra de Ken Robinson está dirigida a motivar a la gente para que encuentre su talento y pueda ser más feliz.

 EC | Madrid | Abril 2013

Decía Ricard Huguet en una conferencia que algo debe fallar en el sistema educativo para que los niños empiecen el colegio deseando ser astronautas y lo terminen queriendo ser funcionarios. Algo así debió pensar Ken Robinson al plantear la ya célebre pregunta que da título a una de sus conferencias en las TED Talks, “¿matan las escuelas la creatividad?”

Los niños son curiosos, inquietos, originales y muy creativos. No tienen miedo a equivocarse, y, aunque equivocarse no significa ser creativo, es cierto que si no te arriesgas a equivocarte, nunca llegarás a nada original. Pero en las escuelas (y en los lugares de trabajo), el error está estigmatizado. Hay una especie de obsesión con la respuesta correcta y única debida a una obsesión mayor con la homogeneidad, la evaluación y las pruebas estandarizadas. Desde luego hay que enseñar el pensamiento lógico-racional y corregir los errores, pero se hace un énfasis excesivo en esto y se olvida potenciar otro tipo de habilidades.

Los niños pequeños son un hervidero de ideas. ¿Qué nos lleva a pensar de mayores que no somos creativos?

Hay características comunes a todos los sistemas educativos, y la principal de ellas es la jerarquización de las materias con las matemáticas y lenguas a la cabeza. Se hace una distinción entre las asignaturas “útiles” y las que no lo son –¿para qué estudiar arte, si nunca vivirás de pintura?-. Esto se debe a que los sistemas educativos se diseñaron en el siglo XIX con una razón muy clara: responder a las necesidades de la Revolución Industrial. El colegio, de hecho, no difiere mucho de una fábrica o cadena de montaje.  Ese paradigma productivo está ya superado, pero la educación sigue estancada en él. Los empleadores reclaman un perfil que no es el que se forja durante la escolarización. Cuanto más complejo se hace el mundo, más creativos necesitamos ser para afrontar sus retos, pero la educación no produce las personas flexibles, creativas y seguras de sí mismas que las empresas necesitan con urgencia.

La idea subyacente a este problema es una concepción errónea y reduccionista de la inteligencia y la capacidad humana, que deja fuera a quienes aprenden de otra manera o poseen otras habilidades. Hoy sabemos que la inteligencia y la creatividad son procesos. Todos nacemos con ambas capacidades, la cuestión es desarrollarlas. Robinson considera que existe una relación directa entre creatividad e inteligencia: “La forma más elevada de inteligencia consiste en pensar creativamente”. (El elemento, pg. 74) “Se puede ser creativo en cualquier cosa que suponga utilizar la inteligencia”. (Ídem, pg. 85)

Siguiendo a Gardner, el autor señala que no sólo es que haya varios tipos de inteligencia sino que cada persona los utiliza de manera diferente. De modo que si en el colegio sólo se hace hincapié en unas pocas de esas parcelas, quienes tengan otras habilidades llegarán a la conclusión de que su talento no sirve para nada.

Así que, una de sus principales líneas de investigación es el estudio de la creatividad y de cómo y porqué las organizaciones tienden a reprimirla. Para Robinson, descubrir nuestro talento, aquello que nos gusta hacer y se nos da bien, es la clave de la felicidad y de nuestro desarrollo personal. A esto lo llama “el elemento”, título de una de sus obras más aclamadas. Este libro reúne muchísimas historias de gente que explica cómo llegó a encontrar su vocación, lo que hace de El elemento un texto ameno e inspirador.

Por citar un ejemplo, hablaremos de Gillian Lynne, una niña inquieta y nerviosa que no paraba, no prestaba atención ni entregaba los deberes. Los profesores instaron a sus padres a llevarla a un especialista. Pensaban que tenía algún déficit de aprendizaje. (De haber ocurrido esto en la actualidad, la niña seguramente habría sido diagnosticada con TDAH y medicada. Por suerte, en los años 30 no se había inventado ese trastorno). Mientras el especialista hablaba a solas con los padres, Gillian se quedó en una sala con la radio puesta. Al comenzar una canción, la niña empezó a moverse al compás. Cuando el psicólogo observó ese comportamiento, llegó a la conclusión de que a Gillian no le pasaba nada. Sencillamente, era una bailarina. Recomendó a sus padres apuntarla a una escuela de danza. Así lo hicieron, y fue maravilloso. La chica destacó en la danza e incluso mejoró en el colegio, se hizo coreógrafa y hoy es mundialmente conocida como autora de Cats y El fantasma de la ópera.

Robinson propone la siguiente definición de creatividad: “el proceso de tener ideas originales que tengan valor” (Ídem, pg. 84). Si es un proceso, ¿cómo funciona? En primer lugar hay que producir nuevas ideas, imaginar diferentes posibilidades, considerar opciones y alternativas. Es decir, actividades de búsqueda. Después hay que desarrollar estas ideas juzgando -es decir, evaluando- cuáles son más efectivas o parecen tener más calidad. El momento de la evaluación requiere juicio, reflexión y razonamiento crítico. La evaluación puede ser individual o compartida, de manera inmediata o a largo plazo. Estos procesos no implican una secuencia predecible, sino que interactúan los unos con los otros. Aunque, en conjunto, el trabajo creativo consiste en un delicado equilibrio entre producir ideas, evaluarlas y perfeccionarlas.

Otros elementos necesarios para la creatividad son la memoria y el contacto con los demás: “La creatividad no sólo se obtiene a partir de nuestros recursos personales sino también del mundo más amplio de las ideas y los valores de otras personas”. (Ídem, pg. 97)

Este intercambio de ideas puede dar lugar a explosiones culturales  como las escuelas filosóficas de la antigüedad, Silicon Valley o el Hollywood de los años 60 y 70 que supuso la renovación de la industria cinematográfica, con un puñado de jóvenes e intrépidos directores empeñados en innovar, en hacer películas personales lejos de la dictaduras de los grandes estudios. En esos momentos se muestra el poder de la sinergia; esos grupos son mucho más que la suma de sus partes.

Busca tu elemento es una obra posterior en la que Robinson recalca estas nociones: “Las ideas originales pueden emanar de la inspiración creativa de mentes individuales, pero no emergen en un vacío cultural”. “La creatividad individual casi siempre la estimulan el trabajo, las ideas y los logros de otras personas”. (Busca tu elemento, pg. 271)

Y expone 9 principios para desarrollar una cultura sistemática de creatividad e innovación:

  1. Todo el mundo tiene potencial creativo
  2. La innovación es hija de la imaginación
  3. Todos podemos aprender a ser más creativos
  4. La creatividad mejora con la diversidad
  5. A la creatividad le encanta la colaboración
  6. La creatividad requiere tiempo
  7. Las culturas creativas son flexibles
  8. Las culturas creativas son inquietas
  9. Las culturas creativas necesitan espacios creativos.

La creatividad se ha convertido en una necesidad por lo que urge un cambio educativo en que se la anime y fomente.

“Para avanzar necesitamos tener una idea completamente nueva de la inteligencia, de la capacidad y de la naturaleza de la creatividad”. (Busca tu elemento, pg. 123)

“Para crecer necesitamos que se den las condiciones correctas en nuestros colegios, negocios y comunidades, así como en nuestra vida personal. Si las condiciones son las adecuadas las personas crecen en sinergia con la gente que les rodea y con los entornos que forman (…) Algunos desarrollos para nuestro desarrollo están en nuestro interior. Incluyen la necesidad de desarrollar nuestras aptitudes naturales únicas y nuestras pasiones personales. Encontrarlas y alentarlas es el camino más seguro de garantizar nuestro crecimiento y nuestra realización como individuos”. (El elemento, pg. 283)

Fuentes
EL elemento. Descubrir tu pasión lo cambia todo. Ken Robinson y Lou Aronica. Conecta. Barcelona, 2012.
Busca tu elemento. Aprende a ser creativo individual y colectivamente. Ken Robinson. Empresa Activa. Barcelona, 2012.
– Imagen portada: Creative Commons. von LecraM

En busca de la creatividad

En Energía Creadora sabemos que la creatividad puede estimularse, ya que es una habilidad que se aprende y desarrolla, no un don que se tiene o no se tiene. Vamos a poner a trabajar a nuestros esquemas de búsqueda en pos de la creatividad: existen muchas técnicas que nos ayudan a imaginar y plasmar nuestras ideas.

EC | Madrid | Noviembre 2012

Creative Commons: (nz)dave/flickr

Algunas de las más importantes, como el “pensamiento lateral” o “los sombreros de pensar”, han sido desarrolladas por Edward de Bono, nuestro invitado del mes, por lo que remitimos a dicho artículo para profundizar en ellas.

Puede que el procedimiento más conocido, y, sin duda, el que ha inspirado casi todos los demás, sea el brainstorming. La célebre “tormenta de ideas” fue creada en el año 1938 por el especialista en creatividad y publicidad Alex Faickney Osborn, y publicada en 1963 en el libro Applied Imagination. Es un sistema de producción de ideas en grupo. Debe reunirse un conjunto de personas, al que se lanza una pregunta, problema o desafío; un coordinador que dinamiza el proceso y un secretario que apunta las ideas de los participantes.

Lo más importante de esta técnica es que las ideas se dicen sin pensar y no se evalúan. La primera etapa consiste en generar el mayor número posible de ideas, que son anotadas sin que se realice ningún juicio crítico sobre ellas. Así las ideas fluyen sin interrupción. La evaluación de las ideas se realiza en una segunda etapa, y se puede hacer de muchas maneras, por ejemplo, viendo si la idea puede mejorarse, ampliarse, reducirse, relacionarse, sustituirse…

Las 4 normas esenciales del brainstorming son:
– Toda crítica está prohibida.
– Toda idea es bienvenida.
– Tantas ideas como sea posible.
– El desarrollo y asociación de las ideas es deseable.

Tony Buzan, presidente de la Brain Foundation e investigador de la inteligencia, desarrolló una técnica creativa cuya principal aplicación es la generación de ideas por medio de la asociación: los mapas mentales. Se basa en la noción de “pensamiento irradiante”, y sirve para potenciar las asociaciones y conexiones entre ideas diferentes. Para ello, se apunta la idea principal en el centro de una hoja, y después se van escribiendo a su alrededor todos los conceptos que esta nos sugiera, sin ningún orden ni criterio, sin pensar, de forma automática pero clara. Sirve para explorar posibles soluciones y ofrece distintas perspectivas del problema.

En la actualidad existen herramientas informáticas para elaborar mapas mentales.Webs gratuitas que permiten crear mapas mentales, el trabajo colaborativo, las lluvias de ideas, etc.:
– https://bubbl.us/
www.mindmeister.com

La técnica de las relaciones forzadas o “palabra al azar” fue creada por Charles S. Whiting en 1958, y se guía por el principio de que combinando lo conocido con lo desconocido se genera una nueva situación o resultado. Es decir, que ante un problema a resolver, se compara con algo que tenga muy poco o nada que ver para producir ideas originales. Es muy útil cuando se entra en un punto muerto, para dar un nuevo enfoque.

Una opción para aportar frescura y originalidad al proceso creativo es recurrir a alguien externo al problema. Así funciona la técnica fresh eyes. Todos estamos condicionados: por nuestra formación, intereses, etc. y tendemos a enfocar los problemas de una determinada manera. Por eso resulta útil presentar el mismo problema a una persona que no sepa nada de él, pues su mente no está condicionada y aporta una mirada nueva. Más que resolver el problema, esta técnica nos puede servir para afrontarlo de una manera que, seguramente, no se nos habría ocurrido. Lo mejor es consultar a personas ajenas al problema y lo más diferentes entre sí (distintas edades, género, profesión…). Cuantas más perspectivas, mejor. Por eso es muy útil crear en equipo, y gran parte de las técnicas de creatividad van dirigidas a grupos.

No podemos olvidar el trabajo de Paul Torrance, autor de los Test Torrance de creatividad. Ha estudiado el pensamiento creativo en la educación primaria y secundaria. Hemos señalado alguna vez que la creatividad natural de los niños parece esfumarse conforme van creciendo. Torrance nos ofrece algunas pistas sobre este misterio, pues enumeró los principales obstáculos educativos que se ponen al pensamiento creador: intentos por eliminar la fantasía, restricciones a la curiosidad, hincapié excesivo en los papeles de cada sexo y en la prevención, el miedo y la timidez, la crítica destructiva, presiones de los compañeros. Como alternativa, planteó unos principios para recompensar y estimular la creatividad, a tener en cuenta por los docentes:

  • Tratar con respeto las preguntas e ideas insólitas
  • Mostrar a los niños que sus ideas tienen valor
  • Dar oportunidades de aprendizaje iniciado por ellos mismos
  • Proporcionar periodos de práctica o enseñanza no evaluada.

A nivel individual, existen bastantes trucos para estimular el proceso creativo. Muchas veces pensamos que para ser creativos e ingeniosos hace falta una inspiración original y extraña. Pero, ¿por qué no inspirarnos en nosotros mismos, en nuestra historia, en nuestros conocidos o, simplemente, en lo que nos rodea? No es necesario acudir a fuentes externas, el simple recuerdo de una experiencia vivida, un olor o una imagen puede dar pie a increíbles fantasías. Es importante mirar y escuchar a nuestro alrededor, y observar lo conocido como si fuese desconocido, con la curiosidad de los ojos de un niño. Otra posibilidad es partir de elementos conocidos, por ejemplo, mezclando los personajes de varios cuentos, o situando en una historia a otros protagonistas.

Una técnica muy famosa es la asociación: pensar en dos objetos o conceptos diferentes, que no tengan nada que ver, y preguntar ¿en qué se parecen?, ¿qué tienen en común? O hacerse la pregunta ¿qué pasaría si…? y dejar volar la imaginación. En estos momentos de búsqueda, es importante no censurar ni reprimir ninguna idea. La evaluación vendrá después.  No hay que tener miedo a equivocarse.

En ocasiones, ayuda olvidarse o alejarse del problema, porque la solución puede aparecer en el momento menos pensado. Esto sucede porque, aunque no nos demos cuenta, nuestro cerebro sigue trabajando en esa cuestión. La mente sigue alerta, explorando, tanteando… aunque no seamos conscientes de ello. De este modo se explican los fenómenos “eureka”. Por eso, siempre se recomienda tener a mano algo para apuntar nuestras ocurrencias. Hay que anotarlo todo. Tradicionalmente eran las servilletas o trozos de papel los soportes más socorridos. Hoy contamos con herramientas virtuales como Evernote (http://evernote.com/intl/es/) que nos sirve para escribir, guardar y recordar todo lo que se nos pasa por la cabeza, sitios web que nos llaman la atención, imágenes o vídeos de la red…

Las técnicas de creatividad son formas de encauzar las actividades de búsqueda, lo que constituye el segundo paso del proceso creativo: una vez que hemos pensado un proyecto o que nos enfrentamos a un problema, se ponen en marcha unos esquemas de búsqueda, que, a su vez, ayudan a precisar ese proyecto. En este momento, lo fundamental es producir el máximo número y variedad de ideas y posibilidades. Tomar nota de todas ellas, porque, aunque después descubramos que no sirven para ese problema concreto, quién sabe si en el futuro no se adecuarán a otro proyecto. Por último, hay que evaluar esas ideas, descartar unas, probar otras… Pero eso es tema de otro número.

Fuentes
– Técnicas de creatividad
– Dale una vuelta. J. V. Racionero. PDF Creativos. Madrid. 2010. Libro Blanco Repsol. 2011.

 Los secretos de la creatividad. Silvia Adela Kohan. Alba editorial. 2004.

¿Cómo se resuelve un problema?

Como se resuelve un problema

Los proyectos pueden formularse como problemas: tenemos una meta que queremos alcanzar… ¿cómo podemos hacerlo?, ¿qué pasos tenemos que dar? En este momento entran en juego las actividades de búsqueda.

 EC | Madrid | Noviembre 2012

La segunda parte del proceso creativo es la búsqueda de soluciones. En el número anterior de EC hablábamos de la elección del proyecto y su importancia para fijarnos un objetivo y así movilizar nuestros recursos hacia su consecución. Una vez escogido nuestro proyecto, se abre ante nosotros un mar de posibilidades y alternativas. Para sortearlo, necesitamos unos patrones de búsqueda, un criterio u orientación para elegir el camino más adecuado.

Podemos considerar que la gran tarea de la inteligencia es resolver problemas. Problemas teóricos y prácticos. Los primeros se solucionan cuando conocemos la solución; en el caso de los segundos la cosa se complica un poco, porque, además de conocer la solución, hay que ponerla en práctica.

Entonces… ¿cómo se soluciona un problema? La respuesta parece evidente: buscando la solución. Pero no es tan simple. Y menos en el momento actual, en que todo parece ser tan complicado. Ante la complejidad de los problemas, muchas veces nos entran ganas de ignorarlos, mirar para otro lado y hacer como si no existieran. O puede que nos agobiemos ante su presencia y nos sintamos atrapados, sin saber qué hacer.

Por eso vamos a ver unos consejos para enfrentarnos a los problemas. Hemos recurrido a un genial diseñador y pedagogo italiano: Bruno Munari. Para él, el diseño es la culminación de un proceso; un proceso que comienza cuando el diseñador se enfrenta a un problema y que finaliza cuando lo resuelve satisfactoriamente. Con el fin de ayudar a otros a recorrer este camino, Munari desarrolló un procedimiento inspirado en la metodología de Descartes, consistente en descomponer el problema en sus partes e ir avanzando en orden.

El método cartesiano se componía de cuatro reglas:

  • la primera era no aceptar nada como verdadero hasta que no hubiese pruebas de ello.
  • La segunda, dividir cada problema en tantas pequeñas partes como sea posible para resolverlo mejor.
  • La tercera, proceder por orden, empezando por los objetos más sencillos y fáciles de conocer e ir ascendiendo poco a poco.
  • La cuarta es la revisión: repasar de vez en cuando el proceso para asegurarse de no haber omitido nada.

Tomando como base la segunda y tercera reglas, Bruno Munari expone su esquema desde la formulación del problema hasta su solución, descomponiéndolo en partes más sencillas.

“El problema no se resuelve por sí mismo, pero contiene todos los elementos para su solución; hay que conocerlos y utilizarlos en el proyecto de solución”. (¿Cómo nacen los objetos? Bruno Munari. Pg. 39)

El primer paso es definir el problema. Hacer esto no basta para resolver el problema de manera automática; hay que saber qué tipo de solución se quiere dar. Un problema puede tener varias soluciones, pero hay que decidirse por una.  Cualquier problema puede descomponerse en sus elementos o subproblemas. Esta operación facilita la solución, porque ayuda a descubrir los pequeños problemas particulares que encierra el problema original. Cada subproblema tiene una solución óptima que puede estar en contradicción con las otras soluciones. Por eso, la solución del problema global pasa por la coordinación creativa de las soluciones de los subproblemas.

Dada la complejidad de los problemas, se hace patente que antes de pensar en cualquier solución, es necesario documentarse al respecto, recoger todos los datos necesarios para estudiar los elementos uno por uno. Cuanta más información tengamos sobre cada tema en concreto, más posibilidades tendremos de dar con la solución más satisfactoria.

Una vez recogidos los datos, deben analizarse, “¿Si no, para qué sirve la recopilación?” (Ídem, pg. 51). El análisis de los datos proporciona sugerencias que van orientando la solución.

Ahora ya tenemos material suficiente para empezar a proyectar la solución, y entra en juego la creatividad. La creatividad debe tener en cuenta los límites o restricciones del problema, que se derivan del análisis de los datos y de los subproblemas.

A continuación, y dependiendo del proyecto que estemos realizando (recordemos que Munari se dirige a diseñadores), surge una serie de pasos que pueden aplicarse o no, como la consideración de distintos materiales y tecnologías, los bocetos o la experimentación.

En cualquier caso, siempre habrá que realizar una verificación de la solución que va apareciendo. Es decir, hay que comprobar si la solución a que hemos llegado funciona o no. El tema de la evaluación es muy complejo, por lo que nos ocuparemos de él con mayor profundidad próximamente. Este paso nos conduce, por fin, a la solución del problema.

De modo que el proceso de solución de problemas comprende los siguientes pasos:

Munari considera que su esquema no es un modelo fijo, único  ni definitivo, sino abierto a mejoras y flexible. Sin embargo, ante la ausencia de otros procedimientos o alternativas, es mejor proceder siguiendo el orden expuesto.

El diseñador italiano no es el único que ha ideado métodos para solucionar problemas, pero la mayoría de las técnicas que se han propuesto hacen alusión a principios similares. María del Puy Pérez Echeverría, del departamento de Psicología Básica de la Universidad Autónoma de Madrid, ofrece algunas ideas para comprender mejor los problemas matemáticos que, en general, pueden aplicarse a cualquier tipo de problema:

  • expresar el problema con otras palabras
  • explicar a otros en qué consiste el problema
  • representarlo en otro formato
  • indicar cuál es la meta del problema
  • señalar dónde reside su dificultad
  • separar los datos relevantes de los no relevantes
  • indicar los datos con que contamos para resolver la tarea
  • señalar qué datos no presentes necesitaríamos para hacerlo
  • buscar un problema semejante que ya hayamos resuelto
  • buscar diferentes situaciones en que se pueda dar ese mismo problema
  • si el problema es muy general, analizar primero algunos ejemplos concretos

La enseñanza debe fomentar la solución de problemas como habilidad general, dotando a los alumnos de estrategias y herramientas que les permitan aprender a aprender en contextos cambiantes y distintos.

Fuentes
– ¿Cómo nacen los objetos? Bruno Munari. Ed. Gustavo Gili, Barcelona 1983.
– La solución de problemas. Juan Ignacio Pozo Municio (coord.) Santillana, Madrid 1994.

La creatividad necesita tiempo

La creatividad necesita tiempo

Un genio loco y solitario -quizá un poeta, puede que un inventor- está comiendo tranquilamente. De repente, las musas lo poseen y, en un arrebato creador, se ve obligado a soltar la cuchara, dejando el festín a medias. Corre a su taller y se entrega a su obra, que en pocos instantes está terminada y roza la perfección.

 EC | Madrid | Noviembre 2012

La creatividad necesita tiempoTenemos que acabar con esta visión mitad romántica mitad consoladora (él tiene un don y yo no, qué se le va a hacer). En EC lo venimos repitiendo desde el principio: la creatividad no es una característica que se tiene o no se tiene. No es un don, sino una capacidad, como la inteligencia. Esto tiene dos implicaciones:

  1. Las habilidades se pueden desarrollar, enseñar y aprender.
  1. Desarrollar una capacidad requiere tiempo. Por muy experto que uno sea, resolver una ecuación, trazar unos planos, escribir un chiste, diseñar unos zapatos o pintar un cuadro, son procesos que conllevan esfuerzo, dedicación y tiempo.

La “regla de las diez mil horas”o la “práctica deliberada” de Anders Ericsson y Gladwell, son ejemplos de cómo el mundo de la psicología está concediendo cada vez mayor importancia al tiempo de práctica de una actividad como clave de su dominio. La buena noticia es que no hay que haber nacido un astro del violín para destacar en este instrumento; todos podemos llegar a ser unos virtuosos. Eso sí, tendremos que dedicarle tiempo, mucho tiempo.

Gracias al tiempo, una escuela del Bronx llegó a destacar en matemáticas. Aplicando el programa KIPP o Knowledge is Power Program (“Conocimiento es Poder”), han logrado que, al finalizar octavo grado, el 84% de sus estudiantes se halle por encima de la media. Su secreto es muy simple: más tiempo. Ampliar el tiempo disponible le da al profesor la oportunidad de explicar los temas sin preocuparse por los plazos, y a los alumnos más tiempo para asimilar los contenidos: repasando, haciendo los ejercicios a un ritmo más lento, incluso jugando. Puede parecer contradictorio, pero haciendo las cosas más despacio, se avanza mucho más. Hay una mayor retención de datos, mejor comprensión de la materia, los niños pueden hacer cualquier pregunta y los maestros están liberados de la presión que supone ceñirse a plazos estrictos. En la actualidad han formado toda una red de escuelas experimentales y de probado éxito.

En una agencia de publicidad estaban preocupados porque sus clientes les exigían más trabajo en menos tiempo. Los trabajadores querían hacerles comprender que, para generar ideas más nuevas y eficaces, lo que necesitaban era, precisamente, más tiempo. Para tratar de convencerles, se les ocurrió lo siguiente: buscaron a las personas más creativas del mundo, hicieron un experimento, lo grabaron en vídeo y se lo mostraron a los clientes. Estas personas tan creativas no son, ni más ni menos, que los niños. En un colegio cualquiera, repartieron folios con un boceto de algo parecido a las manecillas de un reloj y les dieron 10 segundos a los niños para completar el dibujo. El resultado fue un montón de relojes prácticamente iguales.

¿Qué pasó cuando les concedieron 10 minutos para la misma tarea? Pues que los niños pudieron ir más allá de lo evidente y dar rienda suelta a su originalidad. Flores, cometas, un gato, una mariposa, niños, un pájaro, el sol… fueron los dibujos que realizaron en ese tiempo, todos diferentes y únicos.

“La creatividad no surge de la presión del tiempo, sino de la libertad, el juego y la diversión.”

 

Hablando de diversión, recordamos a uno de los mayores maestros del humor: John Cleese, guionista y actor de los legendarios Monthy Phyton.

Para hacer reír, Cleese no contaba sólo con su talento natural, sino que seguía un procedimiento. En 1991, pronunció una conferencia en que desvelaba sus técnicas de creatividad. Este proceso tiene cinco puntos:

  1. Espacio: es necesario un lugar en que no ser interrumpido durante el proceso creativo. Hay que “alejarse del mundanal ruido”.
  2. Tiempo: se requieren al menos 90 minutos para entrar en un estado creativo. Es el momento de hacerse preguntas, de crear asociaciones locas o de mirar a la nada.
  3. Más tiempo: si se ha entrado en el estado creativo, no conviene abandonarlo hasta haber encontrado la solución más creativa al problema. Nada de mirar el correo, atender llamadas, etc.
  4. No tener miedo a equivocarse o cometer errores.
  5. Sentido del humor.

Cleese señala que las personas creativas soportan mejor el avance del tiempo. No dan por válida la primera idea, sino que continúan persiguiendo la mejor solución. Es decir, que aparte de disponer de tiempo, hay que ser perseverante. Basta echar un vistazo a cualquier sketch de los británicos para comprobar que el método funciona.

Fuentes
– Kipp
– El procedimiento creativo de John Cleese
– Imagen de portada. Licencia Creative Commons: Janesdead

El «efecto Pigmalión» en la educación

¿Hasta qué punto influye lo que esperamos de una persona en sus resultados posteriores? Según los investigadores Rosenthal y Jacobson, esta expectativa es determinante de lo que los alumnos pueden llegar a lograr, como demostraron en los años 70 en unos estudios cargados de polémica. 

EC | Madrid | Septiembre 2012

Ovidio, en su “metamorfosis», cuenta la historia de Pigmalión, que “esculpió con arte felizmente admirable una estatua de níveo marfil, dándole una belleza con la que ninguna mujer puede nacer, y llegó a enamorarse de su propia obra”. Llegada la festividad de Venus, el día más celebrado de toda Chipre, cumplido el rito de la ofrenda, se detuvo ante los altares y tímidamente pidió: “Si podéis, dioses, darlo todo, deseo que mi esposa…”, y sin atreverse a decir: “la doncella de marfil”, dijo “igual que la de marfil”. La dorada Venus, que asistía en persona a sus propias fiestas, entendió qué pretendían aquellos ruegos, y le concedió su deseo. La estatua cobró vida, y Pigmalión y la mujer que había creado pudieron casarse.

En 1912, George Bernard Shaw publicó una obra de teatro basada en este mito. Un profesor de fonética, Henry Higgins, apuesta con su amigo el Coronel Pickering que será capaz de convertir en el plazo de seis meses a una simple florista en una dama, y lo hará enseñándole a hablar correctamente. En una escena de la obra, Eliza Doolitle le dice al Coronel Pickering lo siguiente: “Mire usted: de manera real y cierta, aparte de las cosas que cualquiera puede percibir (la forma de vestir y la manera correcta de hablar, entre otros), la diferencia entre una dama y una florista no es cómo se comporta ésta, sino cómo es tratada. Yo siempre seré una florista para el Profesor Higgins, porque él siempre me trata como una florista, y siempre lo hará; pero yo sé que puedo ser una dama para usted, porque usted siempre me trata como una dama, y siempre lo hará”.

El “efecto Pigmalión” es un experimento de Robert Rosenthal y Lenore Jacobson  en el que llegan a la conclusión de que el desarrollo intelectual de los estudiantes resulta en gran medida una respuesta a las expectativas de sus profesores y la manera en que estas expectativas se transmiten

Robert Rosenthal y Lenore Jacobson realizaron en los años sesenta un pequeño experimento en una escuela californiana, que produjo lo que ellos bautizaron como el “efecto Pigmalión”, cuyos resultados publicaron en el año 1968. El estudio llegaba a la conclusión de que el desarrollo intelectual de los estudiantes resulta en gran medida una respuesta a las expectativas de sus profesores y la manera en que estas expectativas se transmiten. El experimento llevado a cabo por los autores consistió en proporcionar información falsa a los profesores sobre el potencial de aprendizaje de los alumnos de una escuela de San Francisco, en concreto de estudiantes de entre primer y sexto grado de educación elemental. A los profesores se les dijo que se había realizado un test de inteligencia a los chicos, y que se había comprobado que una serie de estudiantes, los que habían puntuado más alto en el test,  se encontraban a punto de entrar en un periodo de rápido crecimiento intelectual. Su potencial de crecimiento era inmenso, aseguraban. Pero, en realidad., los chicos de la lista proporcionada a los profesores habían sido escogidos al azar, sin relación alguna con el resultado del test. El estudio, que tomaba a los profesores como cobayas del experimento, estaba designado para comprobar si aquellos chicos respecto a los que los profesores tenían mayores expectativas terminarían mostrando un mayor crecimiento intelectual que el resto de los chicos del grupo de control cuando se les evaluase aproximadamente a los cinco, ocho y veinte meses posteriores.

Al final del período experimental, algunos de los estudiantes señalados como de gran potencial, y en particular los de primer y segundo grado, mostraron unos resultados en los tests de inteligencia evaluativos superiores a los que se hubiese esperado de ellos sin la intervención realizada, y estos resultados fueron superiores a los de otros estudiantes de habilidades similares. El 47 % de los alumnos de los que se esperaba un crecimiento superior al resto ganaron veinte o más puntos en coeficiente de inteligencia, mientras que únicamente el 19% de los estudiantes que no habían entrado en la lista ganaron veinte o más puntos. Estos resultados llevaron a los investigadores a concluir que las expectativas infladas que los profesores tenían sobre determinados estudiantes, y presumiblemente el comportamiento que tuvieron con ellos posteriormente para acompañar estas expectativas, fueron la causa de que los estudiantes experimentaran un crecimiento intelectual acelerado.

El estudio sobre el “efecto Pigmalión en el aula” apoyaba el efecto de las “profecías que se autorrealizan”. Merton describió el efecto de estas profecías en el año 1948, señalando que tienen lugar cuando una definición falsa de una situación provoca un nuevo comportamiento que lleva a que la concepción originariamente falsa se haga realidad. La publicación de los resultados del estudio generó mucha atención y controversia, no solamente entre educadores e investigadores, sino también entre los medios de comunicación y el público en general. Se intentaron replicar los resultados del estudio inicial, con desigual éxito. Desde su aparición, el libro tuvo un enorme impacto, dando lugar a un amplio debate sobre las posibilidades educativas de las expectativas positivas.

 

Fuentes
– Ovidio, “Metamorfosis”. Alianza Editorial, Madrid, 2007
– «El efecto Pygmalión en el aula”, artículo de Inmaculada Baños Gil. Innovación y experiencia educativas, marzo 2010.
– “Expectations for students with cognitive disabilities: is the cup half empty or half full? Can the cup flow over?” NCEO SYNTHESIS REPORT 55. Publicado por el “National Center on Educational Outcomes”. Preparado por:  kevin s. mcgrew (institute for applied psychometrics-IAP), y por jeffrey evans (evans consulting). diciembre 2004  (recogido en la página de programas de la Oficina de Educación Especial del departamento estadounidense de Educación www.osepideasthatwork.org )
– Expectations and student outcomes”. Artículo de Kathleen Cotton. School improvement research series. Noviembre, 1989
– Rosenthal, Robert y Jacobson, Lenore. “Pygmalion in the classroom: Teacher expectation and Pupils’ Intellectual development”. Crown House Publishing, may 2003 (publicación original del año 1968)

Motivados para elegir carrera

«Elige lo que quieres ser» es una completa guía de titulaciones oficiales que pretende servir de orientación a los jóvenes que han de escoger sus estudios superiores. Recoge gran cantidad de vivencias personales de grandes profesionales de cada sector, que pueden ayudar a los estudiantes a decidirse por una carrera u otra.

EC | Madrid | Septiembre 2012

ElegirExisten numerosas guías sobre las carreras universitarias y la Formación Profesional, pero esta obra destaca por los más de cien testimonios de reconocidos profesionales que describen los valores de su titulación y los motivos que les hicieron dedicarse a ella. Nos parece una idea excelente ofrecer a los alumnos testimonios de primera mano de quienes mejor conocen cada carrera. Todos los escritos están cargados de un amor, pasión y entusiasmo que, esperamos, se contagiarán a muchos lectores atrayéndolos hacia una rama de estudios u otra. Y como lo que nosotros deseamos es avivar las vocaciones científicas y técnicas, nos centraremos en este tipo de estudios.

Eso de “la vocación” suele atribuirse a las carreras de letras (con notables excepciones como la medicina o la enfermería). No obstante, podemos afirmar que los relatos de ingenieros, arquitectos y científicos son altamente vocacionales, siendo recurrentes las anécdotas infantiles, circunstancias familiares, alusiones a hobbies y aficiones de toda la vida, intereses personales… Hemos constatado una profunda humanidad y emoción en estos testimonios. También hemos observado una serie de coincidencias que exponemos a continuación.

Podemos hablar de dos casos: los que lo tuvieron claro en todo momento y ni siquiera se plantearon otras opciones, y los que escogieron un itinerario, pero más adelante encontraron su verdadera vocación en otra carrera. Sea como sea, todos estos expertos están de acuerdo en que no se arrepienten en absoluto de sus elecciones. Si volvieran atrás en el tiempo, elegirían lo mismo sin titubear.

Resultan comunes las referencias a “lo que se les daba bien”: el cálculo, las matemáticas, la solución de problemas, preferencia por el aspecto práctico, arreglar aparatos, los mecanismos, el funcionamiento de máquinas, motores…

En aquel momento, yo no tenía edad suficiente para comprender cómo funcionaba aquello, pero esa inquietud me acompañó a medida que fui creciendo, y, entender el porqué de las cosas, sus causas, cómo sucedían y, sobre todo, para qué servían, empezaron a formar parte de mi manera de ser

Olga Pérez Sanjuán. Doctor Ingeniero de Telecomunicación. Vicesecretaria de la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación. (287)

Desde pequeño todos en la familia decían: “este niño que dibuja tan bien será arquitecto”. Y la verdad es que nunca me plantee estudiar otra cosa

Ricardo Aroca Hernández-Ros
Profesor y Catedrático de la ETSAM, Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. (251)

Sin embargo, que algo te guste no implica que el camino sea fácil…

Nunca me he arrepentido de haber elegido esta profesión,
a pesar del esfuerzo que supuso

José María Izard Galindo
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la UPM. (267)

Los Ingenieros Industriales nos dedicamos a hacer realidad
lo que la ciencia dice que es posible.
Necesitamos sólida formación en Matemáticas, Física y Química,
compromiso con el esfuerzo, disciplina mental, poca pereza,
sistemática en el trabajo y una ambición sana que sirva de estímulo
ante tantos malos tragos  como la vida profesional da»

José María Martínez Val
Dr. Ingeniero Industrial y Catedrático dela ETSII (UPM). (317)

Las carreras universitarias no son nada definitivo. Más bien son horizontes de posibilidad, puertas abiertas que nos ponen en contacto con miles de opciones. Comenzar una titulación determinada no ata de por vida, sino que puede servir para llevarnos hasta la verdadera vocación.

El Decano de Informática y Profesor dela UPM, Javier Segovia (Licenciado en Físicas y Doctor en Informática), explica que entró en contacto con la informática cuando estaba en 3º de Físicas, y entonces descubrió su pasión: “todo un mundo nuevo se abrió en mi entorno”. (326)

¿Por qué Topografía? Quizás porque quería ser escritora
para describir el mundo a los demás… y ¿qué mejor forma
que a través de un lenguaje gráfico tan internacional como
el de la Cartografía? De este modo
se abrió ante mí un mundo
muchísimo mayor del que había imaginado

Mª Luisa Palanques Salmerón
Doctora en Ingeniería en Geodesia y Cartografía (Universidad de Barcelona)
y Profesora de la Universidad del País Vasco. (305)

Y, el Director General de IMB, empezó Ingeniería Aeronáutica, llegando a doctorarse, para descubrir que quería dedicarse a la Mecánica de Fluidos, lo que a su vez le condujo
a las Matemáticas Aplicadas.

Otro gran aliciente para escoger carrera es el misterio, la emoción de enfrentarse con algo nuevo. Y es que el futuro laboral no deja de ser una gran aventura:

Sobre la elección de Minas,… porque añadía
misterio, aventura, pasión por la Tierra
y todo lo que encierra. Miles y miles de posibilidades
para hacer un mundo mejor; en definitiva, la tecnología aplicada
a la naturaleza para mejorar la gestión de sus recursos.
Mi alma de ingeniero apegado a la tierra, a los medios naturales
necesarios para hacer que la sociedad progrese en armonía,
utilizando con sentido común lo que la naturaleza nos proporciona
para que siempre esté disponible en las mejores condiciones posibles.
Yo soñé con ser un ingeniero de la Tierra y lo he sido
»

Ángel Fernández Valcárcel
Decano del Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste de España. (276)

Elegí la carrera de ingeniería de telecomunicación
por su carácter novedoso y desconocido

Enrique Gutiérrez Bueno
Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones. (286)

Esta motivación es muy positiva, teniendo en cuenta que muchos de los trabajos del mañana, aún ni siquiera existen. La valentía, la iniciativa y la creatividad son rasgos esenciales.

La carrera de Ingeniero de Materiales es un reto
para los estudiantes más inquietos, curiosos y creativos
.

Manuel Elices Calafat Ingeniero de Caminos y Físico
Catedrático de Ciencia e Ingeniería de Materiales. (273)

“Los Ingenieros Técnicos de Diseño Industrial responden
a un perfil dual que combina cualidades como la expresión artística,
la visión espacial, la capacidad de abstracción y la imaginación,
con el sentido práctico y analítico, y la innovación

Nuria Candela Vázquez
Jefe de Estudios del Dpto. de Ingeniería Industrial
de la Escuela Politécnica Superior. (311)

Si uno dispone de las aptitudes y actitudes que acabo de mencionar
y le atraen las máquinas, los cables, los cálculos físico-matemáticos,
los motores y el espectáculo impresionante de una refinería de petróleo,
debe hacer caso a su propio yo y estudiar Ingeniería Industrial.
Tendrá además la ventaja de acceder a una formación muy polivalente, que le permitirá, a lo largo de su vida, adaptarse a los nuevos tiempos

José María Martínez Val
Dr. Ingeniero Industrial y Catedrático dela ETSII (UPM). (317)

Amplitud de conocimientos, versatilidad, adaptabilidad a diferentes sectores, equipos multidisciplinares, visión amplia… las carreras técnicas aportan y valoran este tipo de características, y además ofrecen la posibilidad de ensanchar las posibilidades, unos límites insospechados, un futuro desconocido y por hacer.

Estas carreras no se restringen al ámbito científico; muchos coinciden en el componente humano y social que implican sus trabajos. A su vez, ellos aprenden a:

  • Desarrollar el espíritu creativo, potenciar nuestras capacidades ante situaciones nuevas y a disponer de una gran capacidad de trabajo en equipo”.
    Pedro Ángel Merino Calvo, Ingeniero Técnico en Topografía porla UPM y en Cartografía y Geodesia por la Universidad Politécnica de Enseñanza Superior. (303)
  • Todo ello sin olvidar que el fin de nuestro trabajo no es más que un medio para el desarrollo social y la satisfacción de los ciudadanos
    José María Izard Galindo. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la UPM. (268)
  • Su aplicación está muy relacionada con las personas, al permitir, de alguna forma, traspasar las barreras del espacio y dar respuesta a una de las necesidades básicas del hombre, la de comunicarse”. Olga Pérez Sanjuán. Doctor Ingeniero de Telecomunicación. Vicesecretaria de la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación. (287)
  • Toda carrera de ingeniería se basa en la aplicación de la ciencia para resolver problemas físicos, en concreto, para convertir ideas en objetos, instrumentos o espacios, en definitiva, en realidades físicas que cumplan una misión o satisfagan una necesidad
    Joaquim Coello i Brufau, Ingeniero Naval y Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos de España. (332)

De fondo, una emoción incomparable:

Enfrentarse al reto de concebir un edificio era, y sigue siendo
casi 50 años después, apasionante (…) pero pocas profesiones
pueden ofrecer la satisfacción de ver crecer algo que uno ha ideado,
sólo o formando parte de un equipo, como es cada vez más habitual
”.

Ricardo Aroca Hernández-Ros. Profesor y Catedrático dela ETSAM, Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. (251)

Nada es comparable a la satisfacción personal de todo científico
cuando formula y resuelve las ecuaciones que describen un fenómeno de la vida real

Juán Antonio Zufiría Zarataín. Director General de IMB España y Portugal. (213)

Entusiasmo, pasión, satisfacción, curiosidad, diversión, experiencias indescriptibles… en definitiva, verdadero amor hacia su trabajo. Es lo que transpiran estas páginas que consideramos un recurso muy útil para atraer a jóvenes hacia las carreras de tipo técnico y científico. El entusiasmo es contagioso.

Fuentes
– Elige lo que quieres ser. Guía completa de carreras universitarias y Formación Profesional. Dirigido por Javier de Juan y Peñalosa. JdeJ Editores, Madrid 2007.

¿Cómo mejora un sistema educativo?

La escuela no es una entidad estática ni individual, sino que se trata de un colectivo formado por distintas personas y todas ellas influyen en su marcha. Un centro educativo es algo más que un recinto, debe funcionar como una comunidad abierta al exterior y cooperar con su entorno. Los sistemas educativos, al igual que las personas, pueden mejorar. Para ello existen dos claves fundamentales: saber gestionar el cambio y comportarse como una organización que aprende.

EC | Madrid | Julio 2012

Hemos citado dos elementos: el cambio y el aprendizaje. La comunidad educativa debe implicarse en el cambio, ser elementos activos, ya que de lo contrario los cambios se impondrán sobre la escuela se quieran o no. El cambio es endémico e inevitable en la sociedad actual, y no hay que rechazarlo, sino tratar de dirigirlo positivamente. El presente es inestable, fugaz e imprevisible, pero no tenemos que ver estos descriptores como algo negativo, puesto que nos permiten aprender y mejorar.

Para ello se requiere una sólida formación, investigación, aprendizaje continuo, creatividad, ser flexibles y adaptativos. Quienes se dedican a la educación ocupan una posición privilegiada en la gestión del cambio. Ellos mismos pueden suponer un cambio en la vida de sus alumnos; el aprendizaje en sí ya es un cambio. Dado que nadie puede comprender las imprevisibles complejidades del cambio, no debemos dejar la responsabilidad en manos de unos pocos. Un cambio profundo sólo es posible si los individuos emprenden acciones para cambiar su propio entorno. Los profesores deben unir sus fuerzas y darse cuenta de que forman parte de un movimiento más amplio para la creación de una sociedad que aprende. La escuela no puede mantener apartado el mundo exterior, necesita de su entorno para llevar a cabo su labor.

Una organización que aprende sabe que el mundo es caótico, complejo e imprevisible, y está preparada para afrontar esta confusión. En entornos dinámicamente complejos, las fuerzas de cambio se presentan por sorpresa y de improviso, por eso es esencial la capacidad de vivir en un estado de inestabilidad y tensión dinámica. Sus integrantes están preparados para asumir la frustración, puesto que el cambio (educativo o no) es no lineal e interminable. El cambio nunca es algo definitivo.

Los principios básicos de las organizaciones que aprenden, aplicados a la escuela, son dos: sentir lo que se aprende como algo cercano y útil y adquirir un sentido de comunidad y habilidades de colaboración.

Las escuelas colaborativas, o comunidades que aprenden, son necesarias para el éxito, puesto que contribuyen a la formación de capital social. Deben constituir organizaciones interactivas, que implican al exterior en la búsqueda de una mejora constante. Una sociedad que aprende no es posible sin un cuerpo de docentes que aprenden. La mejora de la escuela equivale a la transformación del sistema; quienes se comprometen con la reforma educativa se comprometen con el desarrollo de la sociedad. Para conseguirlo, los individuos, los grupos y las instituciones deben movilizar todas sus fuerzas.

Michael Fullan es un gran experto en reformas educativas. Decano del Instituto de Estudios sobre Educación de la Universidad de Toronto, es autor de la trilogía Las Fuerza del Cambio (1993-2003) y ha colaborado en el famoso informe McKinsey. Nos apoyaremos en dichas obras para averiguar cómo puede aprender el sistema educativo.

En el tercer volumen, «Las Fuerzas del Cambio, Con Creces», Fullan añade a su teoría la sostenibilidad y reivindica un mayor nivel de implicación del profesorado. El propósito moral ha de ir más allá del individuo y del centro; tener un carácter colectivo. Profundiza en el tema del cambio, que cada vez ve como algo más difícil, llegando a elaborar una teoría del caos o la complejidad. Si en un principio hablaba del cambio como un viaje con destino desconocido, ahora piensa que estamos al borde del caos y lo compara con un terreno pantanoso. Por eso es muy importante un buen liderazgo. No podemos controlar la complejidad, pero si entendemos cómo funciona y utilizamos los factores de atracción social, podemos explotar su enorme poder natural.

Fullan colaboró en la realización de un importante documento: el Informe McKinsey. Entre 2006 y 2007, McKinsey & Company elaboraron un estudio cuyo objetivo era comprender por qué los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo alcanzaron resultados mucho mejores que el resto, y por qué ciertas reformas educativas tuvieron tanto éxito. Se centraron en los sistemas que mejor puntuaban en informes internacionales, como PISA: Alberta, Australia, Bélgica, Finlandia, Hong Kong, Japón, Holanda, Nueva Zelanda, Ontario, Singapur y Corea del Sur. También identificaron sistemas con fuerte trayecto de mejora: Atlanta, Boston, Chicago, Inglaterra, Jordania, Nueva York y Ohio. Formaron la mayor base de datos sobre reformas del sistema educativo a nivel global.

La principal conclusión fue la importancia de la formación del profesorado, idea que también queda patente en la trilogía de Fullan. Las experiencias de estos sistemas eficaces resaltan la importancia de tres aspectos: 1) conseguir las personas más idóneas para ejercer la docencia, 2) desarrollarlas hasta convertirlas en maestros efectivos, y 3) garantizar que el sistema sea capaz de brindar la mejor educación posible a todos los niños.

En 2010, el Informe McKinsey fue revisado bajo la cuestión de cómo se convierte un sistema educativo de bajo desempeño en uno bueno. En este caso se analizaron los programas anteriores para detectar reformas susceptibles de ser aplicadas a otros sistemas educativos. Las mejoras apreciadas van de pobre a aceptable, de aceptable a bueno, de bueno a muy bueno y de muy bueno a excelente. Los nuevos lugares estudiados fueron: Armenia, Aspire (cadena de colegios concertados de EEUU), Boston, Chile, Inglaterra, Ghana, Hong Kong, Jordania, Lituania, Letonia, Long Beach, Madhya Pradesh (India), Minas Gerais (Brasil), Polonia, Sajonia (Alemania), Singapur, Eslovenia, Corea del Sur y Western Cape (Sudáfrica).

Sus conclusiones se resumen en 8 puntos:

  1. Las intervenciones de mayor éxito son de naturaleza procesal. Mejorar un sistema educativo equivale a mejorar las experiencias de aprendizaje en el aula. Para ello se suelen realizar 3 tipos de cambios: estructurales, de recursos y de procesos. Los 3 son importantes para mejorar, pero, mientras que el debate público suele centrarse en los 2 primeros, la investigación ha demostrado que los más efectivos son los terceros. Los sistemas que avanzan dedican más actividades a mejorar cómo se enseña que a cambiar los contenidos.
  2. Todos los sistemas que han mejorado, pese a sus diferentes contextos, han implantado conjuntos similares de intervenciones según sus niveles. Los sistemas deben fijarse en aquéllos que estuvieron en niveles parecidos y en qué hicieron para salir de ese nivel, en vez de mirar directamente a los sistemas significativamente mejores. Es decir, ir paso a paso.
  3. El contexto no determina qué hacer, pero sí cómo hacerlo. No hay una receta estándar.
  4. Hay 6 intervenciones comunes a todos los niveles de desempeño:
    1. Mejorar las capacidades de enseñar de los profesores y de gestionar de los directores.
    2. Se pueden lograr mejoras desde cualquier punto de partida. No importa el nivel de resultados de los estudiantes, la situación geográfica, cultural o de renta. Estas mejoras, además pueden lograrse en periodos cortos: menos de 6 años.
    3. Mejorar la información del sistema.
    4. Facilitar las mejoras por medio de políticas y leyes de educación.
    5. Revisión del currículum y los estándares.
    6. Asegurar la remuneración y el reconocimiento adecuado de profesores y directores.
  5. Evaluar a los alumnos.
  6. Los sistemas de niveles pobres o aceptables mejoran cuando se detalla la práctica de la enseñanza para colegios y profesores de manera más centralizada. En cambio, los más avanzados mejoran al aumentar sus responsabilidades y flexibilidad.
  7. Aprovechar las circunstancias de cambio para lanzar las reformas educativas (crisis socio-económica, informe crítico sobre el desempeño de sistema, cambio de liderazgo).
  8. Continuidad del liderazgo para sostener y mantener la reforma. Duración y estabilidad.

Los líderes de sistemas educativos se enfrentan al reto de hallar procesos que culminen en mejores resultados de sus estudiantes. Es una tarea colosal, dada la complejidad, las innumerables diferencias contextuales y las múltiples opciones de cambio. Aunque no existe un camino único para mejorar el desempeño de un sistema educativo, los estudios que hemos visto indican que existen grandes parecidos en la naturaleza de sus procesos. Se espera que estas conclusiones puedan beneficiar a sistemas educativos de todo el mundo.

BIBLIOGRAFÍA:

Las fuerzas del cambio, Explorando las profundidades de la reforma educativa. Michael Fullan. Akal, Madrid 2002.

http://www.movilizacioneducativa.net/resumen-libro.asp?idLibro=278

Las fuerzas del cambio, La Continuación. Michael Fullan. Akal, Madrid 2004.

Las fuerzas del cambio, Con Creces. Michael Fullan. Akal, Madrid 2007.

Cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo para alcanzar sus objetivos. McKinsey & Company, 2007.

¿Cómo se convierte un sistema educativo de bajo desempeño en uno bueno? McKinsey & Company, 2010.

Ciudades educadoras

“Hoy más que nunca la ciudad, grande o pequeña, dispone de incontables posibilidades educadoras, pero también pueden incidir en ella fuerzas e inercias deseducadoras”. La Carta de las ciudades educadoras habla de las posibilidades de las ciudades de convertirse en agentes educativos permanentes plurales y poliédricos.

EC | Madrid | Julio 2012

Ciudades educadoras“Requerimos de una pedagogía de la ciudad para que nos enseñe a mirar, a descubrir la ciudad, para poder aprender con ella, de ella, aprender a convivir con ella. La ciudad es el espacio de las diferencias. La diferencia no es una deficiencia. Es una riqueza. Existe una práctica del ocultamiento de las diferencias, procedente del miedo de ser tocado por ellas, ya sean diferencias sexuales, diferencias culturales, etc. Una pedagogía de la ciudad sirve también para que la escuela construya el proyecto político-pedagógico de una educación en la ciudad.”

Moacir Gadotti (Filósofo y Pedagogo)

El concepto de Ciudad Educadora nos invita a mirar la ciudad con otros ojos. ¿El gobierno de la ciudad debe ser un mero generador y gestor de servicios públicos, y el ciudadano por tanto será simplemente un cliente o usuario de servicios financiados con fondos públicos? ¿O es posible vivir la ciudad de manera diferente? ¿Puede la ciudad cumplir una función educativa, o esta función debe dejarse en manos de las escuelas y de las familias?

¿El gobierno de una ciudad debe ser un mero generador y gestor de servicios públicos, o puede la ciudad cumplir otras funciones, entre ellas una función educativa?

M. Rosario Limón Mendizábal y Juan A. Crespo Carbonero señalan que el concepto de Ciudad Educadora concibe al medio urbano, a la vez, como entorno, agente y contenido de la educación. La ciudad constituye un entorno educativo, porque sirve de contexto de instituciones y acontecimientos educativos. La ciudad también sería un agente educativo: un vehículo, un instrumento, un emisor de educación. Y la ciudad proporciona, además, un contenido educativo; constituye, en sí misma, un objeto de conocimiento.

En el año 1990 se celebró en Barcelona el I Congreso Internacional de Ciudades Educadoras, y las ciudades que participaron en el mismo recogieron en la Carta inicial los principios básicos para el impulso educativo de la ciudad. En su preámbulo, se señala que “la ciudad educadora ha de ejercitar y desarrollar esta función paralelamente a las tradicionales (económica, social, política y de prestación de servicios), con la mira puesta en la formación, promoción y desarrollo de todos sus habitantes”. Hoy más que nunca, asegura, la ciudad dispone de incontables posibilidades educadoras. La ciudad es “un sistema complejo y a la vez un agente educativo permanente, plural y poliédrico, capaz de contrarrestar los factores deseducativos”.

El Preámbulo de la Carta también nos recuerda la importancia de conjugar la Educación formal con intervenciones educativas no formales e informales. Jaume Trilla Bernet lo expresa de la siguiente manera: “la ciudad educativa es un entramado de instituciones y lugares educativos. Los nudos más estables y obvios de esta trama están constituidos por las instituciones formales de educación (escuelas, universidades, etc.). Pero coexisten con ellas, por un lado, todo el conjunto de intervenciones educativas no formales (organizadas a partir de objetivos explícitos de formación o enseñanza pero fuera del sistema de la enseñanza reglada: educación en el tiempo libre, auto-escuelas, etc.), y, por otro lado, el difuso y penetrante conjunto de vivencias educativos informales (espectáculos, publicidad, relaciones de amistad, etc.). Quizás el medio urbano sea precisamente el mejor ejemplo de las constantes interacciones entre estos modos de educación.”

Los gobiernos locales tienen la responsabilidad de desarrollar todas las potencialidades educativas que alberga la ciudad, y esto lo harían incorporando a su proyecto político los veinte principios de la ciudad educadora, recogidos en su Carta. Entre otros, se recogen y desarrollan la supresión de los obstáculos de cualquier tipo, incluidas las barreras físicas, que impidan el ejercicio del derecho a la igualdad; la educación en la diversidad; el fomento del diálogo entre generaciones, a través de proyectos concretos; la necesidad de que la ciudad encuentre, preserve y presente su propia y compleja identidad; la ordenación del espacio físico, que deberá atender las necesidades de accesibilidad, encuentro, relación, juego y esparcimiento y un mayor acercamiento a la naturaleza; el fomento de la participación ciudadana desde una perspectiva crítica y corresponsable; la garantía de la calidad de vida de sus habitantes; el ofrecimiento a sus habitantes de la perspectiva de ocupar un puesto en la sociedad; o también la estimulación del asociacionismo.

Asociación Internacional de Ciudades EducadorasEl movimiento de las Ciudades Educadoras se formalizó como Asociación Internacional en el III Congreso celebrado en Bolonia en el año 1994. Las ciudades tiene la posibilidad de unirse al movimiento, asociándose junto a las que han aceptado los principios de la Carta.

Una buena forma de impulsar las posibilidades de la Ciudad Educadora es a través de los Planes Estratégicos de Desarrollo de las ciudades. Una de las ciudades que ha decidido incorporar al mismo su compromiso como Ciudad Educadora es la ciudad de Granollers. El II Plan Integral de Desarrollo de esta ciudad recoge una visión sintética del futuro de la ciudad: “Granollers, Ciudad Educadora”. Una ciudad educadora, asegura el documento, “no es la que se pone sólo al servicio de los centros educativos y de la enseñanza, sino que toda ella educa, es decir, transmite valores y conocimientos”.

Son ocho los valores y las ideas referenciales del desarrollo estratégico de la ciudad de Granollers como ciudad educadora: gobernanza democrática, creatividad, convivencia, conocimiento, competitividad, cohesión social, cohesión territorial y sostenibilidad, y compromiso cívico. Los cuatro objetivos generales o estratégicos de Granollers como ciudad educadora son los siguientes: convertir la ciudad en un espacio urbano de calidad, hacer de la innovación y del capital humano la base del desarrollo, hacer crecer el capital social de la ciudad desde la diversidad, y fortalecer y desplegar el potencial creativo de las personas. Las estrategias para desplegar los cuatro objetivos generales se ha agrupado en cuatro áreas de actuación: territorio, desarrollo económico, bienestar de las personas y cohesión social; y formación, cultura y deporte. En cada una de estas áreas se formulan unas estrategias (hasta un total de doce), que se desarrollan en varios proyectos o programas de actuación (cuarenta y siete). En las estrategias y proyectos están presentes los valores relacionados con el modelo de ciudad educadora.

Una ciudad educadora, según el plan Estratégico de Desarrollo de Granollers, no es la que se pone sólo al servicio de los centros educativos y de la enseñanza, sino que toda ella educa, es decir, transmite valores y conocimientos.

La ciudad educadora debe conceder el necesario protagonismo a los niños y a los jóvenes, como se desprende del Preámbulo de la Carta de las Ciudades Educadoras. Francesco Tonucci, pedagogo italiano, en su libro “La ciudad de los niños”, nos recuerda que “la primera y más importante decisión a tomar es la de dar a los niños un papel de protagonistas, concederles la palabra, permitirles que expresen sus opiniones y colocarnos, nosotros los adultos, en la actitud de escuchar, de deseo de comprender y de voluntad de tener en cuenta lo que los niños dicen. Nadie puede representar a los niños sin preocuparse por consultarlos, por implicarlos, por escucharlos. Hacer hablar a los niños no significa pedirles que resuelvan los problemas de la ciudad. Significa, en cambio, aprender a tener en cuenta sus ideas y sus propuestas. No es fácil dar la palabra a los niños, ni comprender lo que dicen. Gianni Rodari hablaba de un oído verde que los adultos deberían tener para escuchar a los niños. Hace falta mucha curiosidad, atención, sensibilidad, sencillez. Hace falta creer que los niños tienen algo que decirnos y que darnos, y que este algo es distinto de lo que sabemos los adultos”.

No podemos desaprovechar las posibilidades educativas que nos ofrecen las ciudades. La ciudad, a través de su gobierno, se puede convertir en promotor y organizador de redes. Y la Escuela puede aunar esfuerzos con la misma para hacer realidad todas estas posibilidades.

 

Fuentes
-Gadotti, Moacir. “Escuela ciudadana, ciudad educadora. Proyectos y prácticas en proceso”. Presentado en la “Primera Conferencia Internacional de educación” Riberao Preto San Pablo, Brasil. Julio 2002
– Trilla Bernet, Jaume. Introducción al Documento “La Ciudad Educadora”. Ayuntamiento de Barcelona. I Congreso Internacional de Ciudades Educadoras. 1990. Pág.13
Plan Estratégico de Desarrollo de Granollers
– Limón Mendizábal, M Rosario, y Crespo Carbonero, Juan A. “Ciudad educadora y nuevos espacios de educación para la salud en las personas mayores”. Educación XXI, número 004, año 2001. UNED Madrid.
Carta de las ciudades educadoras
-Tonucci, Francesco. “La ciudad de los niños. Un nuevo modo de pensar la ciudad”. Editorial Losada, Buenos Aires, Argentina, 2003. Pg 60

Ciudades amigas de la ciencia

Si bien no existe esta denominación a nivel oficial, con ella queremos aludir a ciudades preocupadas por la difusión de la ciencia, que dedican iniciativas, eventos, infraestructuras y presupuesto a su promoción.

EC | Madrid | Julio 2012

Entre los ciudadanos y su núcleo urbano se establece una relación de reciprocidad. Los individuos influyen en su entorno, pero a su vez, las características estructurales, políticas, económicas y sociales de una ciudad determinan las condiciones de vida de sus habitantes.

Vamos a ilustrar estas posibilidades con propuestas reales: la Ciudad de las Artes y de las Ciencias en Valencia, la Isla de los Inventos en Rosario (Argentina), el CosmoCaixa de Barcelona y el programa Ciencia Viva de la Comunidad de Aragón.

Conocemos varias iniciativas de ciudades preocupadas por la infancia, la ecología o la sostenibilidad, pero queremos destacar algunos lugares que hacen hincapié en el fomento de la ciencia. Los principales medios con que cuenta una ciudad para llevar a cabo este propósito son celebrar una semana de la ciencia, crear museos científicos, planes concretos de su gobierno en apoyo a la ciencia, participar en olimpiadas y competiciones científicas, etc.

La finalidad es proporcionar a los ciudadanos de todas las edades experiencias positivas en relación con la ciencia y acercarla al conjunto de la sociedad. Además, estos recintos y eventos constituyen interesantes reclamos turísticos.

La ciudad de las artes y de las ciencias

Ciudad de las artes y lascincias de Valencia // Foto extraida de www.urbevalencia.esComenzó a gestarse allá por 1989 bajo la forma de un museo de ciencias de cariz pedagógico. Tras largos avatares políticos y económicos, en el año 2000 abrió sus puertas el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe. Es el gran museo del siglo XXI para dar a conocer todo lo relacionado con la evolución de la vida, la ciencia y la tecnología de una manera didáctica, interactiva y amena. Se ha convertido en un referente mundial de la difusión científica a nivel ciudadano y en uno de los centros más visitados del país, con una afluencia de más de 27 millones de personas desde su puesta en marcha. Su principal objetivo consiste en fomentar la curiosidad y el espíritu crítico, intentando sorprender y divertir al público a través de los contenidos que ofrece en torno al mundo de la ciencia, la tecnología y el medio ambiente. La interactividad plena es su seña de identidad, como indica su lema «Prohibido no tocar, no sentir, no pensar«. Cuenta con aulas experimentales, que son espacios dedicados a la realización de talleres y demostraciones más sistemáticas, experimentos espectaculares y actividades participativas que enseñan principios científicos básicos. También desarrolla programas de actividades complementarias, tales como observaciones astronómicas, charlas y conferencias relacionadas con la ciencia y la cultura, cursos especiales para profesores, colaboración con docentes universitarios, etc. Este museo es sólo uno de los elementos que integran la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, un enorme complejo que difunde cultura además de ciencia, promoviendo de forma práctica la unión entre ambas disciplinas. Este entorno único, de gran atractivo arquitectónico, se ha convertido en un espacio urbano de encuentro y ocio, demostrando que tanto arte como ciencia interesan a los ciudadanos si se dan a conocer de la forma adecuada. Mención especial merece el Oceanogràfic. Se trata del mayor acuario de Europa y es una auténtica maravilla estructural. A través de un recorrido fascinante, en el que mantas raya, tiburones, etc. nadan sobre nuestras cabezas, se van mostrando los principales ecosistemas marinos del planeta junto con sus especies animales más representativas: belugas, pingüinos, medusas, tortugas, aves y muchos más ejemplares de fauna y flora marina, hacen las delicias de todo amante de la naturaleza. Todo ello sin perder de vista su orientación educativa, puesto que se puede participar de la belleza al tiempo que se aprende. Sus instalaciones acogen numerosas actividades divulgativas, ciclos de conferencias, exposiciones de temáticas diversas, congresos y cursos, proyectos de investigación y talleres bioeducativos que desde el principio se han puesto en marcha en el Edificio E+I, en colaboración con universidades y entidades científicas nacionales e internacionales. El Oceanogràfic se concibe a sí mismo como un parque natural, un centro científico y divulgativo, que contribuye a la recuperación de flora y fauna protegida, promoviendo entre los asistentes un mensaje de conservación y respeto por el medio ambiente.

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La isla de los inventos

Está situada en el municipio de Rosario (Argentina). Consiste en un proyecto urbano pedagógico que funciona desde 2003. Es un lugar para investigar, explorar y aprender a través de dispositivos lúdicos e invenciones novedosas que invitan a poner el pensamiento en acción, fusionando ciencias, arte y tecnología. Funciona como centro cultural dedicado a la infancia y a la experimentación docente. Aúna espectáculos, presentaciones, trayectos formativos y propuestas de toda índole. Abre un espacio de formación para grupos de estudio en el que se pueden dictar conferencias, cursos y seminarios. A través de esta multisiciplinariedad, se configura un sistema experimental que alienta la investigación en la escuela, recopila material informativo y científico, cuenta con un servicio de orientación y, en definitiva, anima el interés popular en ciencias, artes, medios, diseño y tecnología. Es sede de varios organismos de infancia y adolescencia, y tiende un puente entre la escuela y la ciudad. Permite crecer, aprender, participar y crear.
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Cosmocaixa Barcelona

Edificio CosmoCaixa BarcelonaOfrece una «selección de fragmentos de realidad» (experimentos, objetos, animales, plantas…), reunidos para proporcionar al visitante estímulos y emociones a favor de la ciencia. Fue inaugurado en 2004. Ocupa las instalaciones del que fue el primer Museo de la Ciencia interactivo de España, que se creó en 1981. Posee varios espacios permanentes (dedicados a la geología, la materia, planetario y la naturaleza) que complementa con exposiciones temporales sobre temas relacionados con la ciencia. Defiende la ecología y protección medioambiental.

El centro tiene programado actividades dirigidas a públicos de todas las edades, especialmente a los más pequeños, como las propuestas de sus secciones Planetario Burbuja, Clik y Flash, y para toda la familia en ¡Toca, toca!. Suele ser una obligada excursión escolar, aunque su acción no se limita a la educación infantil. CosmoCaixa ofrece una amplia variedad de actividades educativas y de divulgación científica dirigida a todos los públicos. Organiza cursos, conferencias, jornadas, talleres y colabora con distintas instituciones.

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Ciencia Viva en Aragón

Ciencia Viva AragónEs un programa del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón. Estamos ante un plan autonómico de investigación, desarrollo y transferencia de conocimientos del ámbito científico. Su objetivo fundamental es acortar distancias entre el mundo de la investigación y el de la enseñanza no universitaria. Por eso, su labor principal consiste en la elaboración de múltiples actividades que ofrecen a los centros educativos: conferencias, exposiciones, viajes a instalaciones científicas, convocatorias, talleres en los centros, jornadas, circuitos científicos y la publicación de una revista trimestral, Clepsidra, con contenidos científicos, noticias del programa y colaboraciones de alumnos y profesores. El año pasado celebraron su primera feria científica: La ciencia me lleva de calleAragón Investiga«, por otro lado, es un programa de divulgación de la investigación, que busca la incardinación del sistema de ciencia y tecnología en la sociedad. Surge de un convenio entre el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón y la Caja de Ahorros de la Inmaculada, y pretende crear una cultura científica y dar a conocer el trabajo de los grupos de investigación. Su objetivo es la creación de una imagen de marca de Aragón como región de la ciencia.Ir a Sitio Web externa

 

Las iniciativas que hemos descrito nos aportan información valiosa sobre la manera en que los entornos urbanos pueden enriquecer a sus ciudadanos. El arte siempre ha estado presente en el desarrollo de nuestras ciudades, pero no hay que olvidar la ciencia. De hecho, la investigación científica y tecnológica es la clave que nos asegura el futuro, por eso todo el apoyo que reciba es poco. Analizando sus características podemos extraer ideas aplicables a todas las ciudades. ¿Cuáles son los elementos comunes?

  1. Configuran núcleos de encuentro ciudadano
  2. Conectan la escuela, la investigación y la ciudad
  3. Atraen a grandes sectores de la población, de todas las edades y condiciones: turistas, familias, investigadores, escuelas
  4. Unen divulgación con investigación y entretenimiento con aprendizaje
  5. La ciencia se constituye como una parte más de la ciudad
  6. Dan cobertura y apoyo a las iniciativas relacionadas con la investigación y difusión científica
  7. La ciencia deja de estar encerrada en laboratorios controlados por sabios de bata blanca, sale a la calle y se acerca a todos mostrando su cara más divertida, amena y atractiva

 

Aprender en comunidad

En la escuela ideal, el ambiente de las clases, las experiencias de enseñanza, los recursos, procedimientos y condiciones practicas, se organizan de forma que los alumnos no sólo tengan ocasión de satisfacer sus necesidades educativas, sino tambien la motivación necesaria. Esto requiere el apoyo de las familias y del resto de miembros e instituciones de la comunidad. la escuela debería ser un sitio al que alumnos, docentes y demás trabajadores quieran ir.

EC | Madrid | Junio 2012

Las comunidades de aprendizaje constituyen una interesante propuesta educativa que tiene en cuenta e incluye a todos sus miembros. Esta iniciativa está funcionando en centros escolares del País Vasco, Aragón y Cataluña.

Esta alternativa educativa parte de las condiciones de vida actuales: rápidos cambios sociales, reformas educativas constantes, fracaso escolar, diversidad cultural, riesgo de exclusión… De estas circunstancias nace un proyecto para construir una escuela que posibilite a todos los niños los aprendizajes necesarios para no quedar socialmente excluidos de la sociedad de la información.

Una comunidad de aprendizaje es un proyecto de transformación social y cultural de un centro educativo y de su entorno, para conseguir una sociedad de la información para todas las personas, basada en el aprendizaje diálogico, mediante la educación participativa de la comunidad que se concreta en todos sus espacios incluida el aula. (Valls, 2000)

El mundo cambia constantemente; dimos el salto a la sociedad posindustrial y, de esta, a una sociedad de la información cuyo mayor recurso es el capital humano. Las dinámicas escolares, las metodologías y la pedagogía tienen que adaptarse a las nuevas necesidades que configuran la realidad. Habría que preguntarse ¿está respondiendo la escuela a las necesidades que demanda la sociedad de la información? Los cambios producidos suponen la aparición de nuevas competencias: iniciativa, cooperación, trabajo en grupo, formación mutua, evaluación de la información, planificación, capacidad de aprendizaje y actitudes multiculturales. Por ejemplo, ya no necesitamos acumular información, porque la tenemos disponible las 24 horas en Internet. Lo que se necesita es saber seleccionar, procesar y analizar esa información. Habilidades como el procesamiento de la información, la autonomía, la polivalencia o la flexibilidad son imprescindibles en todos los contextos sociales. Sin embargo, pocas de estas competencias se enseñan realmente en las escuelas. Es primordial modificar, no sólo el contenido educativo, sino las formas de adquirirlo.

¿Qué se necesita para producir el cambio?

Para conseguir el acceso al conocimiento para todos, los centros escolares necesitan de la participación de toda la comunidad, de la flexibilidad en su organización y del optimismo pedagógico.

Si el objetivo es lograr una transformación, se requiere una educación que fomente la participación igualitaria de todos los niños y de sus familiares, configurando personas críticas e involucradas con las mejoras que precisa la sociedad. Niñas, niños y sus familias entran a formar parte implicada de la escuela, mientras que ésta, del mismo modo, pasa a integrarse en sus vidas, cambiando y mejorando sus expectativas, sus posibilidades y su futuro. La clave está en potenciar una interrelación entre prácticas educativas de éxito, reflexión e investigación teórica y la participación en movimientos sociales igualitarios. Se debe aplicar la interdisciplinariedad, es decir, unir práctica docente y transformación social.

A nivel pedagógico, las comunidades de aprendizaje se basan en el aprendizaje dialógico. Esta concepción tiene presente el conjunto de los actores y el proceso de enseñanza, y se apoya, no tanto en los significados interiorizados individualmente, como en la posibilidad de compartirlos. El aprendizaje dialógico enfatiza las múltiples interacciones humanas, ya que es por medio de ellas como se crean significados y se aprende. Este enfoque supone una recuperación de Vigotsky:

«El aprendizaje activa una serie de procesos internos de desarrollo que son capaces de operar sólo cuando el niño está interactuando con personas de su entorno y en cooperación con sus compañeros». (Vigotsky, 1979).

Un enfoque basado en la creación de significados mediante el aprendizaje dialógico tiene presentes las vertientes pedagógicas, psicológicas, sociológicas y epistemológicas. Por ejemplo, el papel de la familia como agente educativo cobra una dimensión diferente y central; se integra en el conjunto del proceso educativo al servicio de la comunidad.

Esta organización del aprendizaje permite que toda la comunidad se forme en las nuevas demandas de la sociedad. La escuela se convierte en un proyecto en el que toda la comunidad aprende y aporta conocimiento. En las comunidades de aprendizaje, alumnado, familiares, profesorado y otros educadores de la comunidad, se enriquecen mutuamente en un intercambio de experiencias y conocimientos gracias al diálogo igualitario. Participan e intervienen en el aula todos los agentes que pueden mejorar un aprendizaje determinado. El espacio del aula se convierte en un espacio para todas las persona que pueden enseñar y aprender, ya sean madres, padres, voluntarios y, claro está, los profesores.

Las escuelas no son islas, por tanto, el cambio influye en y es influenciado por el entorno. Además, implica un cambio de mentalidad del profesorado, las familias y los alumnos; y de sus hábitos de comportamiento, asumiendo cada uno de ellos un papel mucho más participativo.

La importancia del entorno

Como estamos viendo, el contexto en que se desarrolla el aprendizaje es un factor esencial. Las comunidades de aprendizaje son proyectos del entorno. La transformación que se propone afecta a toda la comunidad (por eso, toda ella debe implicarse en el proyecto). El aprendizaje, en la sociedad actual, depende de la correlación entre lo que ocurre en el aula, en el domicilio, en la calle, la influencia de los medios de comunicación, etc. De modo que el entorno es un agente educativo más; desaparecen las fronteras entre el centro y el exterior. Todo puede hacerse dentro y fuera de la escuela, lo importante es que exista una orientación común, un proyecto global de educación. Esto es, la acción coordinada de todos los agentes educativos de un entono determinado.

Estamos ante un continuo proceso de investigación; se aprende creando. El entorno, dado que condiciona la vida de la comunidad, se debe conocer a la perfección para poder superar y transformar sus condiciones negativas. Es lo que se denomina pedagogía crítica.

En palabras de Vigotsky: un aprendizaje que cambia en su relación con el entorno, y cambia también el entorno.

Las comunidades de aprendizaje se plantean como una respuesta educativa igualitaria para conseguir una sociedad de la información para todos. Se parte del derecho que tienen todos los niños a la mejor educación y se apuesta por sus capacidades contando con toda la comunidad educativa para alcanzar ese objetivo.

Una experiencia

La iniciativa de las comunidades de aprendizaje no es nueva. El Colegio OC (Open Calssroom; Clase Abierta) de Salt Lake City, Utah, lleva funcionando desde 1979. Se trata de un colegio público de Primaria que se transformó en una comunidad de aprendizaje. Es un requisito de admisión que los padres dediquen 3 horas semanales, al menos, a enseñar en el aula. De esta manera, se aprovecha el conocimiento de los adultos para promover el aprendizaje de los niños. Funciona como una comunidad de personas que aprenden (community of learners). Muchos de los principios en los que se basa el programa educativo del Colegio OC han resultado ser los mismos que se están aplicando en los últimos años en muchos distritos escolares de EEUU (y en la mayoría de países, incluido el nuestro): aprendizaje cooperativo, currículo integrado, aprendizaje significativo, evaluación en el contexto de la enseñanza, etc.

A simple vista puede parecer que en este centro impera el caos: los niños no están sentados en sus pupitres, la profesora no está junto a la pizarra, hay niños leyendo en el suelo, otros haciendo una actividad; puede haber varios adultos, no se sabe claramente quién es el profesor… Es la actividad de los alumnos la que da forma a la estructura de la clase. Los alumnos enseguida se implican en las actividades de aprendizaje, algunas obligatorias y otras a elegir, por lo que la aparente falta de estructura se convierte en una clase que funciona con unas rutinas diarias distintas de las habituales, pero no inexistentes. El día comienza formando un círculo donde se planifican las actividades, se comparten las experiencias de cada grupo o de cada niño, se lee en alto para toda la clase, se realizan actividades de grupo, proyectos… La idea clave es que todos (adultos y niños, padres y profesores) participan en el aprendizaje y que es la actividad la que crea una estructura.

La programación es muy amplia, compleja y adaptada a los intereses de cada alumno. El aprendizaje es autónomo, aunque supervisado por los profesores. Se potencia la capacidad de comunicación y de investigación. Las relaciones son más flexibles y la idea de “comunidad”, básica. Estos alumnos realizan los exámenes de distrito con resultados similares a la media, a pesar de no estar habituados a este tipo de evaluación, y al pasar a Secundaria, cambiando de centro, demuestran conocimientos, habilidades sociales y madurez superiores a la media.

Fuentes
Comunidades de Aprendizaje. Transformar la educación. Carmen Elboj Saso, Ignasi Puigdellívol Aguadé, Marta Soler Gallart y Rosa Valls Carol. Editorial Grao, Barcelona 2006.
Aprendiendo juntos. Niños y adultos en una comunidad escolar. Bárbara Rogoff, Carolyn Goodman Turkanis y Leslee Bertlett. Oxford University Press, 2001.

La quinta disciplina en la escuela

Una “escuela que aprende” no es tanto un lugar separado como un lugar de encuentro para el aprendizaje, dedicado a la idea de que todos los que están implicados en él, individual y conjuntamente, estarán continuamente mejorando y expandiendo su concienciación y capacidades.

Debemos plantearnos la siguiente cuestión: ¿qué sucedería si la escuela fuese tratada como un sistema vivo y no como una máquina?, se pregunta Peter Senge. Los sistemas vivos crecen, evolucionan, forman nuevas relaciones. Si estudiamos a los sujetos como si estuviesen vivos, el aprendizaje estaría centrado en el que aprende, y no en el profesor: se apoyaría la variedad, no la homogeneidad; se entendería el mundo de la interdependencia y el cambio, no se trataría de memorizar los hechos y luchar por dar las respuestas correctas. Si se trata a las escuelas como sistemas vivos, se explorarían continuamente las teorías en uso de todos los implicados en el proceso educativo; y se reintegraría la educación dentro de las redes de relaciones sociales que unen familias, amigos y comunidades. Se trata de hacer del ambiente escolar un lugar de aprendizaje para todos los implicados. El colegio debe hacer de la vida de los chicos, y no de la clase, el centro del aprendizaje.

¿Qué sucedería si la escuela fuese tratada como un sistema vivo y no como una máquina?

En cualquier esfuerzo que hagamos para fomentar las “escuelas que aprenden”, los cambios marcarán la diferencia solamente si tienen lugar en tres niveles, los de la clase, la escuela y la comunidad.

El primer nivel, el de la clase que aprende, tiene tres componentes: los profesores, los estudiantes, y los padres. Cada escuela debe tener, en primer lugar, como parte de su propósito, la promoción y desarrollo, el cuidado y la seguridad-un reconocimiento de la importancia-de sus profesores. En segundo lugar, los profesores deben actuar como administradores de sus estudiantes, fomentando sus relaciones entre ellos y con la base del conocimiento. La administración significa comprometerse con toda la comunidad de aprendizaje de la escuela, no solamente con su clase y sus estudiantes. En tercer lugar, los profesores deben ser aprendices continuos y de por vida, tanto en relación con los conocimientos de su asignatura, como con el arte de la enseñanza, evolucionando a lo largo de sus vidas. Los estudiantes no deben ser pasivos receptores de conocimiento, sino co-creadores del conocimiento y partícipes de la evolución de la escuela. Los padres y los profesores se necesitan entre ellos para establecer clases y escuelas que aprenden.

El segundo nivel es el de la escuela que aprende. Las clases requieren una infraestructura que las sostenga. Las escuelas y los sistemas escolares son organizaciones formales, con una estructura jerárquica y un conjunto de constituyentes clave. La escuela también es un sistema social (una fuente de amistad y estatus social para la mayoría de los estudiantes que forman parte de ella), un lugar donde los estudiantes deben ir durante determinadas horas, una fuente de desarrollo constante y entrenamiento para su plantilla, y en muchos sitios un lugar de trabajo sindicalizado, lo que otorga diferentes niveles de complejidad.

El tercer nivel es el de la comunidad que aprende. La comunidad es un ecosistema de aprendizaje donde el colegio o universidad opera. La clase únicamente proporciona a los chicos una pequeña parte de lo que aprende durante la semana. El resto viene de una variedad muy amplia de actividades e intereses, desde la influencia de los medios de comunicación a la relación con los amigos y compañeros. Una comunidad operativa efectiva (o clase o escuela) es aquella en la que la gente reconoce las redes de influencia invisible, buscan fortalecerlas, y se sienten responsables de todos los conectados a ella.

En cualquier esfuerzo que hagamos para fomentar las “escuelas que aprenden”, los cambios marcarán la diferencia solamente si tienen lugar en tres niveles, los de la clase, la escuela y la comunidad.

Debemos poner en marcha un ciclo de aprendizaje profundo. El aprendizaje tiene lugar cuando nuevas aptitudes y capacidades, nueva conciencia y sensibilidad, y nuevas actitudes y creencias se refuerzan las unas a las otras. Los cambios en el círculo de aprendizaje profundo pueden ser profundos e incluso irreversibles, pero son difíciles de iniciar.La manera de hacerlo es a través de la práctica de cinco disciplinas, que nos ayudan a activarlo. Las cinco disciplinas, descritas por Peter Senge en el libro del mismo título, son las del dominio personal, los modelos mentales, la visión compartida, el aprendizaje en equipo, y el pensamiento sistémico, disciplina esta última que integra al resto y sirve de piedra angular (para profundizar en ellas, se puede acudir al artículo sobre Peter Senge en la sección Observatorio)

Nelda Cambron-McCabe y Janis Dutton proponen una “pedagogía para las cinco disciplinas”, que deberíamos empezar a aplicar en clase si queremos que ésta se convierta en una “clase que aprende”. Tradicionalmente, se ha seguido un modelo de pedagogía de la transmisión, donde los expertos le dicen a los estudiantes lo que deben saber. También tenemos otro tipo de pedagogía, la pedagogía generativa, que se construye sobre la creencia de que el aprendizaje tiene tanto que ver con el contenido como con el proceso, y que los estudiantes que más activamente se implican en el proceso retienen más y tienen una comprensión más profunda del contenido. Un tercer tipo de pedagogía, la pedagogía transformativa, es la que nos puede servir de base para la aplicación de las cinco disciplinas. Esta pedagogía tiene en común con la generativa el compromiso del aprendiz activo, pero lo extiende de la clase al mundo. Cuando un individuo accede al ciclo de aprendizaje profundo, esto le proporciona medios para pensar críticamente sobre el mundo, por lo que el aprendizaje es un proceso de transformación social y no sólo personal.

¿Y cómo podemos aplicar las cinco disciplinas en la escuela? Pongamos un ejemplo concreto. Tim Lucas propone reunir a un grupo de gente, entre 80 y 200 personas, para una sesión reflexiva, como una buena práctica para aplicar la disciplina de la visión compartida en la escuela. El propósito sería reconsiderar la visión de la escuela, escuchar informes sobre los esfuerzos piloto del año, y añadir nuevas metas y traer nuevos problemas a la superficie. El encuentro estaría dividido en una sesión sobre la realidad actual (¿qué está pasando ahora con el sistema escolar?), una sesión sobre la visión (¿qué queremos crear aquí?), y una sesión sobre las estrategias prioritarias (¿en qué elegimos poner nuestra atención?).

Las “escuela que aprende” requiere de una comunidad que fomente el aprendizaje alrededor de ella. Una comunidad de aprendizaje comparte un compromiso mutuo con sus escuelas. La comunidad nutre, apoya, cuida a la escuela, le sirve de desafío, y vela por el desarrollo de sus chicos. Las instituciones comunitarias interaccionan con los residentes de una comunidad y con la escuela, y los chicos se benefician de esta interacción. La comunidad debe desarrollar una estrategia de aprendizaje de tres maneras: involucrándose en la creación de una identidad común, construyendo una visión compartida para esta comunidad; estableciendo conexiones, con la idea de convertir a las escuelas en actores prominentes de la comunidad; y desarrollando una visión sostenible, consciente de las implicaciones a largo plazo de nuestras acciones de hoy.

Bibliografía
Schools that learn. A fifth discipline fieldbook for educators, parents and everyone who cares about education (Escuelas que aprenden. Un manual de la quinta disciplina para educadores, padres, y todos los que se preocupan por la educación). Peter Senge, Nelda Cambron-McCabe, Timothy Lucas, Bryan Smith, Janis Dutton, Art Kleiner. Doubleday, Nueva York, 2000

Entrevista a Montserrat del Pozo, Directora del Colegio Montserrat

Pedagoga y con una gran visión de futuro Montserrat del Pozo dice que «se ha de educar para la vida y para formar a las personas». Pionera en aplicar la Teoría de las Inteligencias Múltiples, busca trabajar las capacidades individuales de cada alumno. También les educa en el pensamiento crítico y creativo, para la resolución de problemas, realizar planteamientos lógicos, expresiones musicales y crear sus propias ideas.

EC | Madrid | Abril 2012

Montserrat del Pozo
Pregunta. ¿Cuál es su idea de creatividad?

Respuesta.
Mucho se habla hoy de creatividad y desde muchos ámbitos diferentes, por eso, tal vez, no es fácil definirla. A mi entender, la creatividad consiste en tener una mirada diferente – que permite ver lo que otros no ven – y que lleva a aportar algo nuevo, que a la vez es valioso, a partir del bagaje cultural, intelectual y sensorial  que uno lleva consigo.
La creatividad requiere atención al entorno, intuición y prospectiva. No está vinculada a un solo ámbito, como algunos se han empeñado en afirmar, sino que podría decir que su campo de acción es tan amplio como la vida misma.

P.   ¿Cómo intervienen las distintas inteligencias en el desarrollo de la creatividad y cuáles de ellas tienen más potencial creativo?

R. Cada persona es una unidad de manera que, tanto su pensar, su imaginar como su actuar requieren siempre de la totalidad de su ser, por eso y porque son muchos los modos de creatividad,  todas las inteligencias tienen que ver con ella.

Ya ve que todas la favorecen. En mayor o menor medida todas tienen potencial creativo y, si me lo permite, cuanto más desarrolladas estén todas en un sujeto, como siempre actúan conjuntamente, mayor creatividad.

P. ¿Se estimula el interés por las ciencias? ¿Cómo? ¿A partir de qué curso?

R. Prácticamente, a partir de 1 año se estimula en todos los alumnos el interés por la ciencia. Los pequeños descubrimientos que preparan, al principio, junto con sus padres y que exponen a todo el grupo, apoyados también por ellos  sobre temas tan cercanos a ellos como puede ser “el viaje de una gota de agua”, entran del programa que llamamos “Ciencias en Acción”.
La Educación Infantil es muy propicia para estimular el interés por las ciencias. Los diferentes Proyectos de Comprensión que se llevan a cabo en el aula son una buena muestra de ello: “El cuerpo humano”, esta realidad que les queda tan cercana y que necesitan conocer, “Los animales de la granja” que tanto gustan a los niños por lo que tienen de seres vivos a los que se pueden acercar, “La fuerza de las semillas” que encierran la sorpresa del tallo que crece a partir de la semilla enterrada, “Metamorfosis, las setas y el otoño”, , “La balanza”, ”Cine”, “Gotas de colores”, etc. Acaba de salir un libro acerca de cómo trabajamos las Inteligencias Múltiples en Educación infantil en el Colegio Montserrat que no dudo servirá de ayuda a cuantos estén interesados en el tema.

La creatividad consiste en tener una mirada diferente.

P. ¿Cómo aplican ustedes la educación de la creatividad en las materias científicas y técnicas?

R. Estamos convencidos de que el alumno es el protagonista de su aprendizaje, por eso, desde un principio se les favorece la autonomía, que les permite evidenciar sus posibilidades, intereses y recursos. Las Inteligencias Múltiples en acción, que llevamos a cabo en  Educación Infantil en el Colegio Montserrat, hace que en todos los cursos, desde que comienzan, se les ofrezcan múltiples estímulos a partir de los distintos programas. Un cerebro adecuadamente estimulado, cuyas conexiones neurológicas son cada vez más numerosas y están mejor organizadas, junto a la cercanía de un maestro que ofrece muchas oportunidades y favorece cualquier muestra de iniciativa unido al trabajo por Proyectos de Comprensión, que les obligan a utilizar diferentes recursos, a investigar, decidir, etc.,   facilitan el desarrollo de la creatividad.

P. ¿Puede explicarnos algún proceso concreto (una clase o lección,  herramientas, etc.) que refleje esta enseñanza de la creatividad?

R. Más que una clase, me gustaría explicarle una actividad que se lleva a cabo con alumnos de 2 años. La llamamos «Método Científico». Consiste en llevar a cabo un proceso a través del cual se explican fenómenos, se establecen relaciones entre hechos y se enuncian leyes que permiten identificar fenómenos físicos que se dan en el mundo y explicarlos. Consta de cuatro pasos: Pregunta, Hipótesis, Investigación e Interpretación.
Cuando llega la primavera, los alumnos de dos años investigan acerca del crecimiento de las plantas y la aparición de las flores. El método científico les ayuda a descubrir la importancia y la influencia de la luz solar en el crecimiento de las mismas, junto con otros elementos.
Queremos que los alumnos comprendan que la observación nos lleva a hacernos preguntas (cosa  muy fácil de conseguir porque los niños a esta edad no paran de preguntar) y que a través de la deducción y de la experiencia podemos dar respuesta a los interrogantes que tenemos. En primer lugar, en el aula y en el patio, investigamos acerca de la luz solar, dejando que los niños pregunten, digan, expresen… Buscamos información sobre la relación de la luz solar con el crecimiento de las plantas. Necesitamos tres semanas para llevar a cabo el estudio. Los alumnos se reúnen en grupos, de 3, 4 ó 5 niños, según la distribución de las mesas en el aula. La tutora de aula recoge todas las observaciones en un cuaderno de campo con comentarios y fotografías.

  1. La Pregunta que hacemos al iniciar el Proyecto es: ¿Puede vivir una planta sin luz?
  2. La Hipótesis es: La planta crece en función de la luz que recibe.
  3. La Investigación: Es el trabajo en grupo por mesas.
  4. La Interpretación final a la que llegaron los alumnos es que todas las plantas necesitan y buscan la luz para crecer.

Cada mesa tiene una planta cubierta con una caja. En cada caja se hace un agujero por el cual entra la luz; una cajas tiene el agujero arriba, otra en el centro, otra a la derecha, otra a la izquierda, otra, finalmente, no tiene ningún agujero. Esta última está en la mesa de la maestra.
Dos veces por semana (el primer día y el último) destapamos con cuidado la caja para ver lo que sucede. Se toman fotografías y con la ayuda de la tutora, se recogen todos los comentarios, exclamaciones, reflexiones que hacen los niños acerca de lo que ven. Al final de la investigación los alumnos comprueban que cada planta en cuya caja había un agujero ha crecido en dirección a la luz recibida y que la planta en cuya caja no entró nunca la luz se mustió.
Hemos utilizado el método científico como una forma planificada de trabajar. Conseguimos que los niños observaran que los datos que ellos mismos recogían siguen un proceso, que son datos acumulativos y necesarios y que nos llevaron a poder comprobar la hipótesis inicial. El material para esta actividad fue muy sencillo: Utilizamos semillas de legumbres porque germinan muy deprisa, cajas de zapatos, un cuaderno de campo y una cámara de fotos.

P.   Al tratarse de un modelo educativo no convencional, qué resultados obtienen los alumnos al enfrentarse a pruebas oficiales? (PAEG) ¿Llevan algún tipo de seguimiento de los alumnos una vez que han abandonado el centro (carreras que eligen, etc.)?

R. Hoy ya puedo afirmar con satisfacción que los alumnos que comenzaron en Educación Infantil en el Colegio Montserrat y que hoy están en la Universidad han obtenido muy buenos resultados en las distintas pruebas oficiales. Todos han sido admitidos en las carreras que habían elegido en primera opción. Los que han elegido otros estudios no universitarios han tenido la misma suerte. Es un estímulo a seguir adelante cuando escuchas a los ex-alumnos decir «qué bien me ha ido; cuánto aprendí en el colegio; el trabajo cooperativo no es ninguna novedad para mí, ni los mapas mentales, ni el uso de las TIC, ni el trabajo por Proyectos …

P.  ¿Han introducido el modelo de las IM en los currículos de Primaria y Secundaria? ¿Están satisfechos de los resultados?

R. Así es. Hemos introducido las Inteligencia Múltiples tanto en Primaria como en Secundaria y los resultados son muy satisfactorios. De hecho hemos publicado dos libros, casi dos manuales, que muestran tanto lo que hacemos como el por qué.

Referencia de interés:

Col.legi Montserrat
Think1 TV

P.    Su modelo educativo requiere un tipo muy especial de profesor. ¿Qué criterios siguen para la selección de sus profesores? ¿Les ofrecen alguna formación especial? ¿Han tenido que crear sus propios materiales?


R. La aplicación en el Colegio Montserrat de las Inteligencias Múltiples nos ha llevado a cuatro grandes transformaciones, una de las cuales es la del rol del profesor. Es verdad que el alumno es el protagonista de su aprendizaje, pero el maestro, el profesor, es el guía, el tutor – a mí me gusta de manera especial la imagen del sherpa- porque es quien acompaña, orienta, prepara, facilita, está siempre al lado del alumno.
Fundamental para  trabajar en el Colegio Montserrat, por supuesto, es querer, ser capaz de identificarse con el Proyecto Educativo del Colegio, conocer y valorar la cultura del Centro, colaborar con los compañeros de claustro – somos una Comunidad de Aprendizaje, un centro donde todos aprendemos – y, desde luego, ha de conocer y querer a sus alumnos y estar muy orgulloso de su tarea.
Tenemos muy programada la formación del profesorado. Semanalmente hay una hora de trabajo con los profesores y cursos intensivos a lo largo del año escolar. Habitualmente está secuenciada para tres años y todo cuanto se lleva a cabo en el aula es tema de formación para el profesorado y también para las familias a las que siempre se les ofrece el conocimiento de lo que sus hijos hacen en el aula (Estimulación Temprana, Inteligencias Múltiples, Metodologías activas…).
Como bien dice, hemos tenido que crear nuestros propios materiales. Para el aprendizaje de las Matemáticas, por ejemplo, hemos creado EntusiasMat, un proyecto didáctico-pedagógico (de 3 a 12 años) que permite trabajar las matemáticas como algo útil, real y práctico, inmerso en la vida diaria, pensado para favorecer a Inteligencia Lógico-Matemática, atender a las Inteligencias Múltiples y favorecer las competencias básicas. Estamos muy satisfechos de los resultados. De hecho hoy son más de 400 escuelas las que, además de las de nuestra Titularidad, también lo han implantado. De igual modo, para favorecer el desarrollo de los dos hemisferios cerebrales y como complemento al desarrollo de la Inteligencia Lógico-Matemática, hemos publicado un libro para el maestro y unas fichas para el alumno, «Ajedrez en el aula», escrito por Adriana Salazar Varon, maestra internacional de ajedrez. Está pensado para que los alumnos de 2 a 12 años, no sólo aprendan a jugar a ajedrez sino que sobre todo desarrollen el pensamiento abstracto, adquieran el rigor del pensamiento, la deportividad, el control de la impulsividad, el pensamiento alternativo, y otros muchos valores, actitudes  y destrezas que permite y facilita este juego.
Acabamos de crear “Ludiletras” una herramienta de lecto-escritura para que los niños a partir de 3 años y hasta los 6 aprendan a leer y escribir de manera sencilla, a modo de juego, utilizando todo el cuerpo. Ludiletras asocia una palabra y un gesto a cada una de las letras del abecedario. Puedo asegurarles que es una herramienta muy eficaz en la que los niños nos llevan la delantera a los mayores. Lo hemos creado de manera que también los papás en casa puedan seguir jugando y aprendiendo con su hijo.
Trabajar por Proyectos nos ha llevado a generar materiales propios y de hecho en la actualidad, desde 5º de primaria hasta 2º de Bachillerato, los alumnos trabajan desde sus ordenadores, completando información con libros de consulta que están en todas las aulas.

P.   La aplicación de este modelo educativo, ¿resulta cara o se podría generalizar a todo el sistema educativo?

R. Permítame que le responda con las palabras de David Lewis “La educación es cara pero el coste de la ignorancia es mucho mayor”.  Estoy persuadida de que se podría generalizar a todo el sistema educativo siempre y cuando  quienes vayan a llevarlo a la práctica estén convencidos de que vale la pena y estén dispuestos al cambio.

¡Matemáticas: prioridad nacional!

Nuestra cultura actual está fundada en las matemáticas. Sin ellas, no hay ciencia ni tecnología posible. Por ello, muchas naciones consideran que formar matemáticos es un objetivo esencial para su progreso. Buenos ejemplos son India y China. España ocupa un puesto mediocre. Muchos de nuestros escolares sienten aversión a las matemáticas.

EC | Madrid | Mayo 2012

Las encuestas realizadas a universitarios que no sienten interés por la ciencia, siempre suelen remitir a su choque con las matemáticas en algún momento de su desarrollo escolar. En EnegíaCreadora nos proponemos investigar el modo de luchar contra este fracaso. ¿Cómo podemos fomentar en la escuela el amor por las matemáticas? Para ello vamos a seguir tres líneas de investigación:

  1. Lo que nos dice la psicología y la neurociencia sobre el aprendizaje del número.
  2. Los métodos didácticos que funcionan mejor.
  3. Lo que nos dicen los buenos profesores de matemáticas.

Las matemáticas plantean a los niños un gran reto: el paso del lenguaje material (peras, manzanas, coches, chuches) al lenguaje formal (números, operaciones abstractas, un poco después signos algebraicos todavía más abstractos). Con frecuencia no nos damos cuenta de que ese lenguaje no es natural, es artificial, y que debemos cuidar mucho la transición. Como nos decía muy reflexivamente una niña de ocho años:

Estoy segura de que entendería las matemáticas,
si comprendiera las palabras con las que me las explican.

En un informe sobre la educación básica en matemáticas elaborado por la OCDE (Understanding the Brain. Toward a new learning science, 2002)  se reconoció la necesidad de mejorar el desarrollo de las capacidades cognitivas de los niños, lo que dio origen al programa MENS (Mathematics Education and Neurosciences).

Hay muchas iniciativas para introducir las matemáticas en un contexto lúdico, a través del juego, a través de la magia, a través de los cuentos, a través de los ordenadores, que se han revelado como grandes auxiliares en esta tarea. En este número hemos pedido la opinión de dos expertos, Fernando Blasco, que utiliza la magia, y Montserrat Torra, que ha estudiado la presencia de las matemáticas en muchos cuentos. Hay instituciones como CREAMAT y CENTMAT en Cataluña y Baleares, para proporcionar recursos a las escuelas. Existen muchas webs  de matemáticas para niños. Pero, suelen ser iniciativas puntuales, que dependen del interés o el entusiasmo del profesor, cuando lo que necesitamos es una didáctica sistemáticamente implantada en todo el sistema educativo. Necesitamos un cambio de cultura –generalizando, podríamos decir que la cultura española ha sido “de letras”- y para ello debemos acometer programas amplios.

Hay una línea de investigación que nos parece especialmente prometedora: considerar que las matemáticas son un “tipo de lenguaje”, e intentar copiar los procedimientos y las motivaciones que el niño tiene para aprender con tanta tenacidad a hablar. Sabe que el lenguaje le proporciona unos poderes que antes no tenía. Poderes casi mágicos. Mostrar al niño que las matemáticas le sirven para conseguir muchas cosas, puede ser un buen procedimiento de despertar su interés.

Entrevista a Fernando Blasco y Montserrat Torrá

Fernando Blasco
Doctor en Ciencias Matemáticas y profesor de esta materia en la Universidad Politécnica de Madrid ¿Cómo? Con propuestas tan sugerentes como la «matemagia», esto es, hacer uso de la magia para explicar y hacer entender distintos principios matemáticos. Autor de ‘El Periodista Matemático’ y ‘Matemagia’, obras divulgativas sobre esta disciplina, Blasco incide en que las matemáticas no se reducen al cálculo, sino que son útiles en multitud de ámbitos y «cualquiera puede encontrar entre sus preferencias algo relacionado con ellas».
Montserrat Torra
Maestra y pedagoga de las matemáticas. Es uno de los autores que han colaborado en el libro Educación Matemática y buenas prácticas. Infantil, primaria, secundaria y educación superior (obra coordinada por Nuria Planas, Ángel Alsina, y editada por Grao en el año 2009), que busca facilitar la comprensión y el aprendizaje de las matemáticas.
Pregunta. Es un hecho conocido la dificultad que tienen los escolares con las matemáticas y en muchos casos el rechazo visceral e intelectual que puede durarles toda la vida. ¿A qué cree que se debe?
Respuesta F.B. Me pregunta algo complicado. Efectivamente algunos escolares presentan un rechazo visceral hacia las matemáticas y otros, por el contrario, las aman. Uno de los problemas que pueden aparecer es la comprensión: hay materias que se pueden memorizar y así salir del paso. En matemáticas eso es imposible. Otro problema, el contexto: se transmite de padres a hijos que las matemáticas son incomprensibles. Y la formación del profesorado: los maestros reciben muy poca formación en matemáticas y, a veces, creo que ni comprenden lo que deben explicar. El papel de las primeras etapas educativas es fundamental en el desarrollo del pensamiento lógico y de la capacidad operacional. El sentimiento de humillación al no saber resolver un problema, por ejemplo, dura toda la vida. Pero esto daría para escribir un libro entero…
Respuesta. M.T. El rechazo emocional e intelectual que con frecuencia se genera en relación a las matemáticas, creo que es debido en gran parte, a la falta de adaptación de la enseñanza al ritmo de aprendizaje del alumnado. Aprender matemáticas requiere un proceso de abstracción importante y el uso intensivo de un lenguaje y de unos símbolos, que basan precisamente su poder y eficacia en esta abstracción.
No todos elaboramos el pensamiento abstracto  al mismo ritmo, para unos pude ser un camino fácil y rápido, sin embargo para otros, el trabajo que requiere pasar de lo concreto a lo abstracto y usar los símbolos para construir conocimiento nuevo, requiere mucho más tiempo. Cuando no se respetan los ritmos personales y se exigen resultados antes que el alumno pueda darlos, la reacción es a menudo de frustración. El alumnado se siente incapaz de avanzar bajo presión y demasiadas veces de una presión acompañada de reproches y que transmite desconfianza. La reacción es en muchos casos, la de declararse incapaz de aprender matemáticas.
Desgraciadamente, más pronto que tarde encuentran refuerzo a esta actitud, bien sea en unos compañeros que las comparten, en unos padres que también tuvieron sus malas experiencias, incluso en profesores y personas de prestigio profesional reconocido que alardean de su falta de competencia matemática. La matemática tiene todavía una imagen social conflictiva.
P. ¿Cree que podremos alguna vez tener una «didáctica de las matemáticas» que las haga más amigables? ¿Cómo podría ser?
Resp. F.B. Espero que sí, que podamos tener unas matemáticas «amigables» y hay bastantes iniciativas al respecto. Lo malo es que casi siempre es por parte de profesores individuales que quieren hacer bien su trabajo, pero carecen de apoyo desde las instituciones y los programas educativos. Para el profesorado también es más cómodo ceñirse a un texto (aunque no sea lo mejor). Hay materiales manipulativos que ayudan a rebajar la abstracción que necesitan las matemáticas. También hay software, aunque yo lo usaría con alumnos más mayores. Precisamente, próximamente voy a Orihuela, a la Universidad Miguel Hernández, a dar un seminario sobre uso de la magia (cartas, cuerdas, origami, cálculo mental, …) en clase. Lo fundamental, y el objetivo a mejorar, son las primeras etapas y el profesorado encargado de impartirlas. Ejemplos de buenas prácticas: en los enlaces que le incluyo.
Resp. M.T. Una didáctica para evitar este fenómeno tendría que partir de la base que el aprendizaje depende de la cantidad de las ocasiones que se ofrecen para realizarlo y de la calidad de las propuestas que se realizan. Aprender matemáticas consiste en relacionar, razonar, comprobar, representar, … algo que cada cual debe hacer siguiendo sus propios caminos guiado por sus experiencias y su particular manera de procesarlas.
En lo que se puede incidir, desde mi punto de vista, es en el diseño de las propuestas que se realizan, que deberían presentar los contenidos de forma interconectada, cuidando que sean atractivas, útiles, presentadas usando variedad de materiales y lenguajes, que estimulen la curiosidad y el gusto por el reto y se promueva la representación y la comunicación que ayuda a estructurar el pensamiento.
La gestión del tiempo es otra de las bazas a considerar. Es preciso respetar el ritmo de cada estudiante e intervenir desde sus dudas, escuchando, observando, preguntando, con el objetivo de ofrecer la ayuda mas adecuada. Todos recordamos como en un momento determinado comprendimos algo que hasta entonces se resistía. Este instante, el que nos hizo exclamar ahora lo comprendo !!! puede llegar por un ejemplo, una representación afortunada, un material que permite “verlo” o al relacionarlo con algo que ya conocíamos.  Hay que seguir intentando que este momento llegue, no con prisas y reproches sino buscando nuevos caminos que aporten aquella pieza que completará el ciclo. Hay que esperar que desde una didáctica más adecuada mejore la percepción social de las matemáticas, y probablemente todo lo que se pueda hacer para que mejore esta imagen al margen de la escuela repercutirá positivamente en el aprendizaje.

 

Referencias de interés
El blog de Joaquín García, de Sevilla
Museo de matemáticas de Cataluña
Blog de matemáticas avanzadas pensado para niños

Fundación Príncipe de Girona: educación para la iniciativa emprendedora

La Fundación Príncipe de Girona, en colaboración con la Fundación Educativa Universidad de Padres, ESADE y Valnalón, participa en un proyecto para identificar y seleccionar los mejores programas de educación emprendedora en España. El objetivo de este proyecto es la presentación de una propuesta educativa que integre la formación en iniciativa emprendedora. Se trata de elaborar un programa completo en la formación del niño hasta llegar a la universidad que consiga que el emprendedor que todos llevamos dentro cuando somos niños se mantenga hasta la edad adulta. El programa estará basado en las mejores prácticas de programas ya existentes.

Un segundo objetivo de este proyecto es que todas las personas y entidades interesadas en el desarrollo de la iniciativa emprendedora conozcan las experiencias existentes, en España y en el extranjero, en formación emprendedora. Se persigue que este conocimiento facilite un avance importante en la implantación de estos programas en España.

Aprende matemáticas creando problemas

¿Se puede aprender matemáticas de una manera diferente? Los creadores de la web Sangakoo piensan que sí. En Sangakoo están convencidos de que no sabes matemáticas hasta que no aprendes a crear tus propios problemas. Y en la página te proporcionan herramientas para poder hacerlo. Se trata de aprender teoría, resolver problemas, crear problemas nuevos y compartirlos luego con otros usuarios que estén trabajando los mismos temas que tú. La plataforma de matemáticas Sangakoo tiene una metodología propia, basada en las ideas de crear y compartir: aprendes a crear los problemas, y los compartes con otros usuarios, que a su vez los corrigen o validan.

El portal toma su nombre de los sangakus, los enigmas geométricos planteados en pizarras de madera del Japón medieval. Ya son varios los Institutos de Enseñanza que están utilizando esta plataforma para enseñar matemáticas a sus alumnos. La web dispone de una serie de contenidos gratuitos, un temario, dividido en secciones, que incluyen desde el álgebra, la geometría o las matemáticas recreativas hasta el cálculo y análisis o la teoría de números. En Sangakoo, además de la aprender a crear problemas nuevos, tienes la posibilidad de acceder a los problemas validados por otros, ampliando de esta forma tu aprendizaje de las matemáticas. Más información