Hablamos con la Dirección de Huella Ambiental y Unidad de Carbono de REPSOL (Coordinación de Eficiencia Energética) para que nos relaten la experiencia de la compañía en relación con la eficiencia energética.
EC | Madrid | Noviembre 2012
La eficiencia energética, pieza clave para el diseño de un modelo energético más sostenible
El consumo de energía previsto para 2030 supera en un 30% al del año 2010. La necesidad de alcanzar un nivel de seguridad energética que permita garantizar un suministro para todos y la creciente preocupación por el Cambio Climático nos obligan a encaminarnos hacia un nuevo modelo energético.
La eficiencia energética constituye una valiosa herramienta para abordar estos retos, dado que la energía más limpia es aquella que no se consume. Ser más eficientes nos permite reducir el consumo de energía necesario para la fabricación de un producto o para la realización de un servicio sin disminuir la calidad del mismo. Es decir, gestionando eficientemente la energía podemos mantener nuestro confort y calidad de vida, respetando a su vez el medio ambiente. Al disminuir la cantidad de combustible utilizado reduciremos las emisiones de gases de efecto invernadero y seremos menos dependientes de los, cada vez más escasos, recursos fósiles.
Esta necesidad de una seguridad de suministro de energía y de proteger al planeta frente al cambio climático impulsa una serie de Políticas y Estrategias de ahorro y eficiencia que conllevan un desarrollo legislativo y/o normativo por parte de los gobiernos y otras instituciones.
Además de cumplir la legislación vigente, las empresas necesitamos mejorar de forma continua nuestra posición competitiva, que se ve muy afectada por los crecientes costes de la energía. La mejora de la Eficiencia Energética, que contribuye tanto al cumplimiento de la legislación vinculante como al ahorro de costes, es una motivación clara para mitigar los efectos de estas exigencias en cualquier Compañía.
Para contribuir a la mejora de los estándares de Eficiencia Energética en el seno de las organizaciones, existen distintos estímulos, como son los incentivos económicos en forma de ayudas directas o deducciones fiscales y las normas de aplicación voluntaria que promocionan la mejora continua en la gestión de la energía.
Respuesta de Repsol ante los cambios del entorno
Una organización como Repsol, que transforma la energía para acercarla a las personas, debe hacerlo de forma sostenible y responsable, respondiendo puntualmente a los cambios del entorno. Esta respuesta se articula mediante la Estrategia de Carbono Global de la Compañía, aprobada en 2004. El cumplimiento de requisitos legales, junto con la reducción de la intensidad de carbono en todas las actividades del Grupo y el desarrollo de iniciativas no fósiles impulsan el desarrollo de esta Estrategia.
La gestión eficiente de la energía constituye el motor clave de la actualización de la Estrategia de Carbono de Repsol en 2012, dada la directa vinculación entre la eficiencia energética y el Carbono, pues cualquier acción encaminada a incrementar la eficiencia energética derivará en una reducción de emisiones de CO2.
Una gestión eficiente de la energía impulsa, por tanto, la reducción de la intensidad energética y de carbono de nuestras actividades. Es nuestra respuesta coherente y coordinada al problema del coste creciente de la energía y, adicionalmente, conlleva una mejora de nuestra posición competitiva.
El Sistema de Gestión de la Energía de Repsol como herramienta
Uno de los principales objetivos estratégicos en materia energética es la implantación de un Sistema de Gestión de la Energía basado en la mejora continua. Este tipo de sistemas favorecen una gestión global y sistemática, fomentando el ahorro de costes y afirmando el compromiso de la Compañía con el suministro sostenible de energía.
En el seno de este Sistema nos planteamos una serie de prioridades que configuran nuestra estrategia energética a largo plazo. Es fundamental la identificación y actualización continua del potencial de ahorro existente en la Compañía con el objeto de disponer de objetivos cuantificados de eficiencia energética, así como la coherencia de estos objetivos con los de largo plazo definidos en la Estrategia de Carbono de la Compañía. La verificación del cumplimiento de los mismos, es esencial para mantener vivo el Sistema.
Esta metodología nos permite alinear nuestras prácticas de gestión con las de las empresas más avanzadas del sector, establecer unos estándares mínimos en los distintos negocios y áreas, difundir experiencias y prácticas, cohesionando iniciativas dispersas para coordinar a los agentes con impacto sobre el consumo energético y contribuyendo en su conjunto al despliegue de la Estrategia de Carbono de la Compañía.
La norma internacional “ISO 50001 – Sistemas de Gestión de la Energía” como referencia
El Sistema de Gestión de la Energía de Repsol está implantado de acuerdo a los requisitos de la Norma Internacional ISO 50001 – Sistemas de Gestión de la Energía. Esta norma permite el establecimiento de procesos y sistemas que mejoren el desempeño energético de las organizaciones. Ello conduce a una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y de otros impactos ambientales, a la par que disminuyen los costes de la energía.
Este esquema se inspira en el ciclo de mejora continua mostrado a continuación.
La Política constituye los cimientos del Sistema de Gestión de la Energía que, una vez definida, da paso a la Planificación Energética, etapa clave del proceso. En esta fase se realiza una profunda revisión energética para identificar los elementos y usos con consumo significativo de energía. Además, se establecen los objetivos y metas que, junto con los planes de acción conforman los Programas Energéticos.
La Política de Eficiencia Energética de Repsol, aprobada en 2009, plasma el compromiso del Comité de Dirección de la Compañía con la mejora continua de nuestra Eficiencia Energética. Cada unidad de negocio tiene un objetivo anual de ahorro y un objetivo estratégico a largo plazo. La consolidación de los objetivos de las distintas divisiones nos permite disponer de un objetivo global a nivel de Compañía.
Estos objetivos se satisfacen mediante la elaboración y cumplimento de los Planes de Acción de Eficiencia Energética. Cada Plan anual contiene acciones concretas de ahorro y diferentes actuaciones para identificar el ahorro potencial, así como acciones de sensibilización, comunicación y formación. Estos Planes se validan por el Responsable de Gestión Energética de Repsol y por los representantes de las distintas unidades.
La fase de Implementación y Operación constituye el despliegue y cumplimiento de nuestros Planes de Acción. Pero periódicamente debemos contrastar el correcto funcionamiento de nuestro Sistema, para lo cual disponemos de indicadores que nos facilitan las tareas de seguimiento, medición y análisis. La evaluación de las posibles no conformidades nos obliga a establecer las acciones correctivas pertinentes. Las auditorías del Sistema de Gestión de la Energía constituyen una potente herramienta en esta etapa de Verificación.
Para cerrar el ciclo de mejora continua contamos con la Revisión por la Dirección, que constituye el marco en el cual se analiza el funcionamiento de la totalidad del Sistema pudiendo implicar, incluso, una revisión de la política.
Las personas: la clave de nuestra mejora continua
Para poder llevar a cabo una eficiente implantación del Sistema, es preciso disponer de una estructura de personal y recursos que permita definir y ejecutar las acciones impuestas por éste.
Según se indica en el siguiente esquema, en Repsol existe un Equipo de Gestión de la Energía liderado por el Responsable de Gestión Energética y que engloba a los representantes de las distintas unidades y al personal técnico de las distintas instalaciones industriales.
En definitiva, al ser una disciplina transversal, la Eficiencia Energética involucra a todas las unidades y áreas de la Compañía.
¿Y los resultados?
Ser eficientes energéticamente hace que seamos mejores, utilizando menor cantidad de energía para producir un mismo servicio o producto.
Este esfuerzo por superarnos ya está dando sus frutos: por una parte, la implantación de un Sistema de Gestión de la Energía nos está permitiendo medir y hacer un seguimiento de la eficacia de todas las acciones de ahorro acometidas. De hecho, la mejora, año a año, de nuestro Índice de Ahorro Energético demuestra nuestra capacidad de ahorrar manteniendo la excelencia en el desempeño. En segundo lugar, la paulatina certificación de los Sistemas de Gestión de la Energía de las distintas unidades de acuerdo a la norma internacional ISO 50001, como es el caso de la Refinería de A Coruña en 2001, nos está permitiendo demostrar nuestro compromiso con una gestión eficiente de la energía ante terceros.