Después del Sputnik: fomento de la creatividad científica y tecnológica en EEUU

La educación científica y tecnológica estadounidense presentaba deficiencias en cuanto a la investigación. Tras el lanzamiento del Sputnik, el Gobierno trazó un plan educativo para dar un empujón a la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. ¿En qué se concretaron estas medidas? ¿Qué podemos aprender de ellas?

EC | Madrid | Septiembre 2012

Estamos en el año 1957, en plena Guerra Fría. La Unión Soviética lanza un pequeño satélite, de no más de 185 libras de peso, una esfera metálica que alcanzaba orbitar una elíptica alrededor de la Tierra en 98 minutos. Muchos americanos contemplaron con un terror inmenso el lanzamiento del primer satélite artificial al espacio, ya que empezaron a considerarse las posibilidades de lanzamiento de misiles tierra-aire desde fuera de nuestra atmósfera, lo que aumentaba la probabilidad de una guerra nuclear. Todo esto provocó una importante crisis política (“la crisis del Sputnik”), que terminaría dando lugar a un desarrollo tecnológico sin precedentes.

Muchas voces autorizadas mostraban desde mucho tiempo antes del lanzamiento del Sputnik la preocupación por las deficiencias del sistema educativo estadounidense. David Hawkins, un profesor que había participado en el Proyecto Manhattan de Oppenheimer, resaltaba el énfasis que la educación en EEUU ponía sobre los aspectos prácticos de la ciencia, olvidándose de la investigación y el desarrollo. El temor a que la Unión Soviética superase a los EEUU en la carrera espacial dio lugar a un importante esfuerzo económico del Gobierno americano para proporcionar fondos para la reforma de la educación pública en todos los niveles. Fruto de todo esto sería la aprobación en 1958 por parte del Congreso de EEUU de la “National Defense Education Act” (NDEA) (Acta educativa de la Defensa Nacional), que buscaba contrarrestar la importancia del sistema escolar soviético y poner el foco en la educación de jóvenes en las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Se trataba de asegurar la seguridad de la Nación a través del “desarrollo en profundidad de los recursos mentales y destrezas técnicas de sus hombres y mujeres jóvenes”.

El presidente Eisenhower describió el NDEA como una “legislación de emergencia a corto plazo”, que buscaba aumentar y complementar determinados programas educativos federales a través de la Oficina de Educación dentro del Departamento de Salud, Educación y Asistencia Social. El NDEA ponía el énfasis en la educación general, con la idea de potenciar la infraestructura educativa, fundamentalmente con un incremento del número de profesores. El NDEA incluía el apoyo a través de préstamos para estudiantes universitarios; la mejora de la ciencia, matemáticas, y la instrucción en lenguas extranjeras en la educación elemental y secundaria; becas de posgrado, y entrenamiento vocacional y técnico.

“(…) Dios contempló indeciso aquel punto brillante, aquel astro insumiso, que se metió en el cielo sin permiso, y cabizbajo se quedó un instante. (Un instante de Dios, como se sabe, es un milenio para el hombre, atado a los minutos mínimos, al tiempo que en la clepsidra cae…) De manera que Dios aún permanece silencioso, sentado, en su imponente nube, donde vela impasible un gran querube, un gran querube armado”

(Nicolás Guillén, “Sputnik 57”. De su libro Las grandes elegías y otros poemas)

 

El NDEA proporcionó fondos tanto para las educaciones Primaria y Secundaria como para la Educación Superior. Aunque sobre todo tuvo un enorme impacto en la investigación universitaria. Durante los años que estuvo en marcha, fundamentalmente de 1959 a 1973, se incrementó el número de matrículas en el primer año de Universidad y en educación post-secundaria, así como en el número de licenciaturas y doctorados alcanzados.

El Título II recogía los préstamos a estudiantes en Instituciones de Educación Superior. El Programa de la Defensa Nacional para los préstamos a estudiantes proporcionaba préstamos federales a un tipo de interés bajo a estudiantes prometedores que necesitaban fondos para mejorar su educación, poniendo el énfasis en los que poseían una capacidad superior en matemáticas, ingeniería, o en lenguas extranjeras modernas, o que pretendían enseñar en escuelas de educación elemental o secundaria.

El Título III establecía la asistencia financiera para el fortalecimiento de las ciencias, las matemáticas, y la instrucción en lenguas extranjeras modernas. El propósito de este título era proporcionar becas a escuelas públicas y préstamos a escuelas privadas para adquirir material para laboratorios y materiales especiales, incluyendo material audiovisual y equipamiento y materiales impresos (aparte de libros de texto), que fuesen adecuados para el uso en la educación científica, matemática o en lenguas extranjeras.

El Título IV, relativo a las becas de Defensa Nacional, estaba diseñado con tres objetivos en mente: incrementar el número de profesores universitarios de calidad, expandir el número y la distribución geográfica de los programas de Doctorado en los EEUU, y permitir al mayor número de estudiantes acceder a programas de Doctorado proporcionando apoyo financiero.

El Título V, acerca de las “guías, orientación psicopedagógica, y realización de pruebas; identificación y estímulo de los estudiantes capaces”, proporcionaba fondos para la evaluación de las aptitudes y la orientación educativa y profesional de estudiantes. Los programas evaluadores buscaban identificar a los estudiantes con aptitudes y habilidades destacadas. Los programas de orientación pretendían aconsejar a los estudiantes acercas de los estudios más adecuados en relación con sus habilidades, y asistir a los estudiantes cualificados para preparar su educación universitaria.

Todos estos esfuerzos marcaron una clara tendencia. En los distintos años de aplicación del NDEA, aumentó la preparación de los estudiantes en ciencias, matemáticas y lenguas extranjeras, y también aumentó el número de profesores y de instituciones que proporcionaban títulos educativos, así como el número de licenciaturas y doctorados, y de publicaciones profesionales.

Una crisis como fue la desencadenada por el lanzamiento del primer artefacto espacial terminó convirtiéndose en una oportunidad para la innovación. El importante esfuerzo realizado por el gobierno de los EEUU daría sus frutos en los años siguientes, provocando importantes cambios socioeconómicos y colocando los cimientos para futuros desarrollos tecnológicos y avances científicos.

 

Fuentes
– “El legado dejado por el Sputnik para la educación científica americana”, artículo de Larry Abramson.
– “La National Defense Education Act (NDEA) de 1958: resultados seleccionados”, directora de proyecto: Pamela Ebert Flattau. Publicado en  la página del Instituto para los análisis de defensa de los EEUU.
– Artículo de Jennifer L. Jolly (“La NDEA, las iniciativas actuales en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas y las personas con Altas Capacidades”), en la  página de la Asociación Nacional de Chicos con Altas Capacidades en EEUU-National Association for Gifted Children
– The Federal Role in Education
– The Historical Importance of the NDEA and the Establishment of NASA

La motivación hacia las ciencias

La mayoría de los chicos y jóvenes, y la sociedad en general, muestra un enorme desinterés por las ciencias en general, y las matemáticas en particular. Desde el Observatorio de EC nos preguntamos cuál es la mejor manera de motivar a los chicos para que se sientan atraídos por las ciencias.

EC | Madrid | Septiembre 2012

Esto es lo que las matemáticas hacen por mí: me hacen consciente
del mundo en el que habito de una forma completamente nueva.
Abren mis ojos a las leyes y pautas de la naturaleza. Me proporcionan
una experiencia de belleza totalmente nueva (…) La naturaleza es
siempre más profunda, más rica y más interesante de lo que uno piensa,
y las matemáticas proporcionan una forma muy poderosa de apreciarlo

            (Ian Stewart, Cartas a una joven matemática, pgs 11 y 13)

Motivación hacia las cienciasNo es fácil promover el interés por las ciencias, especialmente por las matemáticas. Para la mayoría de la gente, los conocimientos científicos sólo están al alcance de minorías muy capacitadas, que manejan unos conceptos y un lenguaje que resulta incomprensible para el resto. Debemos tratar de favorecer los deseos de aprender ciencia de los niños, pero para ello debemos presentarles las ciencias y las matemáticas de una manera que resulte atractiva para ellos. “El binomio de Newton es tan hermoso como la Venus de Milo-asegura Fernando Pessoa- lo que pasa es que muy poca gente se da cuenta”. La labor de los padres, maestros y de la sociedad en general es que los niños y jóvenes aprendan a apreciar la belleza de lo científico.

Carlos Sampedro Villasán considera que debemos “conectar las ciencias con el mundo y con la realidad social en que viven los estudiantes y no presentarlas sólo como un conjunto de conocimientos sino también como una forma racional de ver y de intentar conocer la realidad”.

Debemos tratar de favorecer los deseos de aprender ciencia de los niños, y para ello debemos presentarles las ciencias y las matemáticas de una manera que resulte atractiva para ellos.

El gran educador matemático norteamericano George Pólya, en su obra clásica How to solve it, adoptaba el punto de vista de que la única manera de entender adecuadamente las matemáticas es la práctica: plantear problemas y resolverlos. Vicenç Font Moll hace referencia en un artículo a una serie de estudios que han puesto de manifiesto que las personas que fracasan en situaciones matemáticas escolares pueden ser extraordinariamente competentes en actividades de la vida diaria que implican el uso del mismo contenido matemático. En situaciones de la vida real en las que las personas se sienten implicadas, asegura Font Moll, se ha observado que éstas utilizan matemáticas “propias” que pueden ser muy diferentes de las que estudiaron en la escuela. Estos fenómenos ponen de manifiesto que los conocimientos se construyen usándolos en contextos reales.

El proyecto Realistic Mathematics Education en el Instituto Freudenthal (De Lange, 1996; Reewijk, 1997) es una iniciativa que  considera que “saber matemáticas” es “hacer matemáticas”, lo cual comporta, entre otros aspectos, la resolución de problemas de la vida cotidiana. Vicenç Font Moll insiste en su visión de la actividad matemática como  una serie de procesos de modelización. Este proceso seguiría las cinco fases siguientes:

  1. Observación de la realidad
  2. Descripción simplificada de la realidad
  3. Construcción de un modelo
  4. Trabajo matemático con el modelo
  5. Interpretación de resultados en la realidad

En sus Cartas a una joven matemática, Ian Stewart considera que  un matemático es alguien que ve oportunidades para hacer matemáticas “La matemática no trata realmente de sumas. Trata de pautas y por qué se dan. Las pautas de la naturaleza son a la vez bellas e inagotables” (pg 52). Lo importante es que miremos la realidad de una manera distinta, encontrando en ella posibilidades para hacer ciencia.

El proyecto Realistic Mathematics Education en el Instituto Freudenthal (De Lange, 1996; Reewijk, 1997) es una iniciativa que  considera que “saber matemáticas” es “hacer matemáticas

El informe Science education in Europe: critical reflections, considera que los buenos profesores de ciencia tienen conocimientos sobre las ciencias y su naturaleza; tienen una comprensión de las ideas educativas básicas; utilizan una amplia gama de estrategias de enseñanza; tienen excelentes destrezas de comunicación; y, por último, pero no menos importante, sienten una pasión muy grande por las ciencias (informe SEE, pg 25). Estos profesores lograrán transmitir a los alumnos la pasión por las ciencias.

David Barba hace hincapié en la necesidad de partir de la realidad a la hora de enseñar las matemáticas: “Pienso que aquí radica una de las diferencias con respecto a la mayoría de asignaturas. Uno puede, sin que nadie le ayude, aprender literatura leyendo; hacer sus pinitos con una guitarra; interrogarse ante un eclipse o una propaganda ecologista; intentar bailar o interpretar un papel en una obra de teatro; discutir sobre cine, comprar un periódico y leer la crítica. Son acciones que van cogidas de la mano, con el día a día. Pero si salimos fuera del planteamiento académico y nos metemos en la calle, ¿dónde se generan preguntas que nos inviten a aprender matemáticas? Ésta es la cuestión que nos tenemos que contestar si queremos hablar al mismo tiempo de matemáticas y realidad. Llevados de nuestras ganas de humanizar la asignatura, entendemos la relación entre la matemática y la realidad como una manera de llegar  a esta última desde las matemáticas. Primero elegimos un contenido y buscamos a continuación alguna situación de la realidad que ofrezca un contexto que nos devuelva al contenido. Si de verdad queremos incorporar la realidad, hagámoslo, pero partiendo de esta última, no de las matemáticas”

Para Carlos Gallego Lázaro, las emociones-y por tanto la afectividad-son un componente básico del razonamiento matemático del alumnado. Y hemos de aprovechar las posibilidades didácticas que esto nos ofrece. No podemos desvincular el mundo natural del mundo humano. Según J. Brunner (“derecha e izquierda: dos maneras distintas de activar la imaginación”), “mientras que el mundo que nos creamos para interpretar el mundo natural se organiza en torno a la causalidad y al determinismo, el que construimos para dar sentido al mundo humano se articula en torno a estados de intención, creencias, deseos, expectativas y todas las interacciones de estos elementos en el ámbito de la vida humana”. Como consecuencia de este proceso, asegura Gallego Lázaro, no sólo nos hemos formado una imagen reduccionista de la lógica, en el sentido de que consideramos únicamente algunos de los elementos que forman parte de ella, sino que nos hemos creado al mismo tiempo la poderosa ilusión de que el razonamiento se convierte en lógico y matemático cuando logra liberarse de las personas, al quedar diluidos los individuos dentro de la colectividad.

Debemos tratar de vincular estos dos mundos que en principio se nos presentan como separados, para hacer atractivas las ciencias, y en especial las matemáticas, a nuestros chicos y jóvenes.

Fuentes
– Stewart, Ian. Cartas a una joven matemática. Crítica, Barcelona, 2006
– Informe Science education in Europe: critical reflections. Un informe para la Fundación Nuffield. Jonathan Osborne, Justin Dillon. Kings College London, Enero 2008.
– Font Moll, Vicenç. Problemas en un contexto cotidiano. Revista Cuadernos de Pedagogía, número 355, marzo de 2006, pgs 52-54.
– Barba, David. La enseñanza de las matemáticas desde el 2000. Cuadernos de pedagogía, número 288, febrero 2000, pgs 52 a 54.
– Gallego Lázaro, Carlos. Lógica, sensibilidad y matemáticas. Cuadernos de pedagogía, número 271, julio-agosto 1998.

Invitada del mes: Teresa Amabile

Nos ponemos en contacto con Teresa Amabile, profesora de Administración de Empresas y Directora de Investigación de la Escuela de Negocios de Harvard. Sus investigaciones engloban la creatividad, la productividad, la innovación, y la vida laboral interior: la confluencia de emociones, percepciones, y motivación que las personas experimentan como reacción a los acontecimientos que se producen en el trabajo.

EC | Madrid | Septiembre 2012

Con formación inicial en Química, Teresa M. Amabile recibió su doctorado en Psicología por la Universidad de Stanford. Como señala en su Web , estudia de qué manera la vida diaria dentro de las organizaciones puede influir a las personas y sus resultados en el trabajo.

En el terreno de la creatividad, Amabile señaló en una serie de artículos en la Harvard Business Review (Amabile, 1985, 1988, 1998) los seis mitos que se han sostenido durante años para explicar las diferencias de creatividad.

  1. La creatividad resulta de personas creativas
  2.  La incitación monetaria desempeña un papel considerable en su aparición.
  3. Las limitaciones temporales estimulan la creatividad.
  4. La fuerza del miedo inspira la creatividad.
  5. La competición parece más prometedora que la cooperación.
  6. Las organizaciones en línea son necesariamente creativas.

Para Amabile, las personas más creativas no son aquellas que están expuestas a estimulantes exógenos, sino aquellas que pueden seguir una lógica endógena de creación. Acuñó el principio de motivación intrínseca de la creatividad: cuando las personas están fuertemente motivadas para realizar alguna actividad creativa por su propio interés y por el disfrute de esta actividad, pueden entonces ser más creativos que cuando están motivados fundamentalmente por algún objetivo impuesto por otros.

El principio de la motivación intrínseca será la piedra angular de la psicología social de la creatividad que se desarrolla en el libro del mismo título, ampliado años más tarde en su obra Creatividad en el contexto. La autora desarrolló esta disciplina, que no existía previamente, tras observar que durante décadas el énfasis principal en el estudio de la creatividad se había puesto en los estudios sobre la personalidad de individuos creativos. El área más activa de investigación se concentraba en la descripción de las características peculiares de personas famosas o ampliamente reconocidas que se consideraban creativas (vivas o muertas), o en la descripción de las diferencias en personalidad e intelecto entre las personas a las que se les dan bien los tests de creatividad y aquellas a las que no. Se daba una concentración en el estudio de la persona creativa, excluyendo las circunstancias que conducen a la creatividad. Hasta entonces, se había puesto el foco sobre los determinantes internos de la creatividad, excluyendo los determinantes externos. Y, dentro del estudio de los determinantes internos, existía una preocupación por los factores “genéticos”, con la exclusión de las contribuciones del aprendizaje y el entorno social. La psicología social de la creatividad desarrollada por Amabile busca identificar las condiciones particulares sociales y ambientales que pueden influir positiva o negativamente en la creatividad de la mayoría de los individuos.

En «El principio del progreso«, escrito junto a Steven J. Kramer, habla de la necesidad de crear las condiciones para una gran vida laboral interior, aquellas condiciones que fomentan las emociones positivas, motivaciones internas fuertes, y las percepciones favorables de los compañeros y del trabajo en sí mismo. El libro se basa en un estudio que sigue la pista a los acontecimientos diarios que mueven la vida laboral interior de los que trabajaban para siete empresas. El seguimiento diario permitió comprobar que la vida laboral interior es un fenómeno rico y de múltiples facetas, y que influye en la ejecución del trabajo en cuatro dimensiones (creatividad, productividad, compromiso con el trabajo y colegialidad). Tres claves aparecen como potentes fuerzas que soportan la vida laboral interior: el progreso en el trabajo valioso, los catalizadores (eventos que directamente ayudan al proyecto de trabajo), y los alimentadores (eventos interpersonales que sustentan a las personas que realizan el trabajo). De todos los eventos positivos que afectan a la vida laboral interior, el más poderoso es el del progreso en el trabajo valioso. Los autores describen la clave para provocar el principio del progreso: dar a las personas un trabajo valioso, con sentido. Una de las cosas que más empuja a las personas es la auto-eficacia, la creencia en su capacidad de planear y ejecutar las tareas requeridas para alcanzar las metas deseadas. En el trabajo la gente desarrolla un sentido intrínsecamente fuerte de la auto-eficacia cada vez que hacen progresos, realizan con éxito un problema o tarea o lo controlan.

La autora sostiene en el libro Creciendo de forma creativa que todos los niños pueden ser creativos y seguir siéndolo de adultos. La creatividad no es  propiedad exclusiva de la gente muy dotada o talentosa, sino que puede -y debería-  ser parte de la vida diaria de todos niños y adultos. Pero crecer siendo creativo no es fácil. El factor más importante de la creatividad, más que el talento, la personalidad o las habilidades, es la motivación. Amabile estudia de qué manera los entornos familiares y escolares pueden destruir la creatividad infantil, a fin de evitarlo. Y señala varias técnicas específicas que padres y profesores pueden usar para mantener viva la creatividad de sus niños.

 

Fuentes
– The social psychology of creativity, Teresa M. Amabile, Springer-Verlag New York, 1983
– Creativity in context, Teresa M. Amabile, Westview Press, 1996
– The progress principle. Using small wins to ignite joy, engagement, and creativity at work, Teresa M. Amabile y Steven J.     Kramer, Harvard Business Review Press, 2011
– Growing up creative. Nurturing a lifetime of creativity, Teresa M. Amabile, CEF Press, 1989).

Entrevista a un libro: La sorprendente verdad sobre qué nos motiva

Daniel H. Pink es un joven y reconocido pensador estadounidense, autor de varios libros, artículos y reportajes y editor de la revista Wired. Sus temas principales son los negocios y la tecnología, pero en la obra que nos ocupa se adentra en las intimidades del ser humano. Como dice Juan C. Cubeiro en el prólogo, es «un libro que marcará época».     Un libro esencial para las sociedades de la nueva economía.

EC | Madrid | Septiembre 2012

Pregunta. ¿Cuál es la tesis que defiendes?
Respuesta. Quiero dar a conocer un nuevo tipo de motivación que, aunque está avalada por gran cantidad de investigaciones, aún se tiene muy poco en cuenta. Sus características hacen que sea más adecuada para su aplicación en el panorama actual: a sus modelos de negocio, tipos de trabajo… Lo he llamado Motivación 3.0, y está relacionado con un tipo de personalidad concreto.

P. Relacionas la motivación con los negocios…
R.
Creo que existe una sensación general de que “algo ha fallado en nuestros negocios, nuestras vidas, nuestro mundo” (La sorprendente verdad sobre qué nos motiva. Daniel H. Pink, pg. 90), y que necesitamos un nuevo enfoque sobre cómo organizarnos, cómo pensamos y cómo y por qué hacemos lo que hacemos, más adecuado a los tiempos que corren. El ámbito empresarial ha sido uno de los mayores campos de batalla de la motivación, porque se suele pensar que la gente, si pudiera, evitaría el trabajo. Yo opino que esto no es así, que a la gente le gusta estar activa y tener responsabilidades. “Por desgracia, el mundo de los negocios no se ha adaptado a esta nueva comprensión.” (Ídem, pg. 222).  Se está abriendo una gran brecha entre lo que la ciencia sabe y lo que la empresa hace. Espero poder contribuir a reducirla.

La Motivación 3.0 es un tercer impulso, intrínseco, que nos mueve a hacer cosas en la que presupone que la gente quiere ser responsable, y que asegurarse de que tienen el control sobre su trabajo, su tiempo, su técnica y su equipo es un camino hacia ese fin

P. ¿Cómo eran los antiguos modelos de motivación?
R. Había dos modelos, a los que llamo Motivación 1.0 y 2.0. El primero enfocado básicamente a la supervivencia y basado en los deseos naturales. La Motivación 2.0, algo más avanzada, surge de la constatación de que los humanos tendemos a buscar gratificaciones y a evitar los castigos. Como yo digo, es el modelo de la zanahoria y el palo. Pero este tipo de motivación no siempre funciona: tienen sus peligros. A mediados del siglo XX, los científicos descubrieron un tercer impulso, de tipo intrínseco.

P. ¿Por qué no funciona la Motivación 2.0?
R. Motivar sólo con premios puede producir resultados no deseados. Las recompensas ahogan la creatividad. Si alguien está pendiente de ganar algo al final de una tarea, su enfoque se estrecha. En vez de centrarse en la tarea misma, lo hará en el premio final. Se han realizado muchos experimentos y estudios que así lo demuestran: resolviendo enigmas, con pintores, donantes de sangre… La motivación del palo y la zanahoria puede eliminar la motivación intrínseca, reducir el rendimiento, aplastar la creatividad, desbordar la buena conducta, volverse adictiva y potenciar la trampa y el pensamiento a corto plazo.

P. Pero, hasta ahora, ha funcionado…
R. Bueno, los premios no siempre son malos. Sirven, por ejemplo, para tareas rutinarias, que se resuelven siguiendo una serie de normas o pasos. Fomentan la obediencia y el control. Si la tarea no es motivadora de por sí, mejor contar con algún incentivo extra. Por eso se adecuaban más al tipo de trabajo de los siglos anteriores, que eran mecánicos. Pero eso está cambiando. Ahora vivimos en una sociedad y en una economía del conocimiento, con trabajos cada vez más creativos e innovadores. La Motivación 2.0 “no cuadra con la manera en que los nuevos modelos de negocio están organizando nuestras actividades –porque somos optimizadores de objetivos, intrínsecamente motivados, no sólo optimizadores de ganancias, extrínsecamente motivados.” (Ídem, pg.46). Para mí, todo es una cuestión de actitud, de personalidad.

P. ¿A qué personalidad te refieres?
R. He hecho una distinción entre la personalidad de Tipo X y la personalidad Tipo I. La personalidad de tipo X alienta la Motivación 2.0. Está basada en los deseos extrínsecos en vez de en los intrínsecos, y en vez de preocuparse por la satisfacción inherente de una actividad, recurre a las gratificaciones externas que aporta. Sin embargo, “para los artistas, científicos, inventores, niños de colegio y todos los demás, la motivación intrínseca -el impulso de hacer algo porque es interesante, absorbente y todo un reto- es imprescindible para alcanzar un alto nivel de creatividad”. (Ídem, pg.59).

P. ¿En qué consiste el Tipo I?
R. La conducta de Tipo I es aquella que mueve desde dentro, cuya principal motivación es la libertad, el reto y el objetivo de la propia actividad (aunque cualquier otro beneficio, como dinero o reconocimiento será bienvenido, pero como un extra). Lo mejor de la personalidad I es que se hace, no es innata. Esto es genial, porque cualquiera puede aprenderla. Cualquier Tipo X puede transformarse en I. Además, a la larga, los Tipos I casi siempre superan a los Tipos X. Esta actitud promueve un mayor bienestar físico y mental y es una fuente renovable de talento.

P. Y, esta es tu gran propuesta, la Motivación 3.0.
R. Sí, se trata de un tercer impulso, intrínseco, que nos mueve a hacer cosas. No somos seres pasivos y estáticos. Sus pioneros fueron Harlow y Deci, a quienes siguió una gran corriente de pensadores, entre los que me incluyo: Teresa Amabile, Ander Ericsson, Carol Dweck, Malcom Gladwell, Csikszentmihalyi, Howard Gardner… La Motivación 3.0 “presupone que la gente quiere ser responsable, y que asegurarse de que tienen el control sobre su trabajo, su tiempo, su técnica y su equipo es un camino hacia ese fin”. (Ídem, pg.122).

“Nuestra naturaleza básica es la curiosidad y la autogestión.” (La sorprendente verdad sobre qué nos motiva. Daniel H. Pink, pg. 100)

P. ¿Cómo se puede aplicar o promover la Motivación 3.0?
Como ya he comentado, pienso que debemos hacer caso a los científicos e investigadores. “Necesitamos ir más allá, y la ciencia nos marca el camino. Este nuevo enfoque tiene tres elementos esenciales: 1) la autonomía, o el deseo de dirigir nuestras propias vidas; 2) el dominio, o la urgencia de mejorar más y más en algo importante, y 3) la finalidad o el anhelo de hacer lo que hacemos al servicio de algo más allá de nosotros mismos”. (Ídem, pg. 221).

P. Es obvio que te interesa mucho la aplicación práctica de tu teoría, también en la educación.
R. Sin duda…. Los niños empiezan siendo del Tipo I: curiosos, inquietos… pero muchos acaban convirtiéndose en el Tipo X. ¿Por qué? “Tal vez el problema seamos nosotros, los adultos que dirigimos los colegios y encabezamos las familias. Si queremos equipar a los jóvenes para el nuevo mundo del trabajo y, lo más importante, para que lleven vidas satisfactorias, debemos alejar la preeminencia de la Motivación 2.0 de la ecuación y de la vida familiar”. (Ídem, pg. 193). Hay que promover entre los niños la autonomía, el dominio y la finalidad. Ofrezco una serie de consejos a padres y educadores y una lista de colegios de Tipo I. También incluyo una “caja de herramientas”, (Ídem, pg. 169), ya que quisiera que, a cualquiera interesado en aplicar estos conocimientos, le resultara sencillo y agradable.  «Ya sea que buscas una manera mejor de gestionar tu organización, de orientar tu carrera o de ayudar a tus hijos, aquí hallarás un consejo, una práctica mejor o un libro recomendado. Creo que mi modelo es fácil de implantar y me gustaría que así se hiciese en todo tipo de organizaciones. Como cualquier buena caja de herramientas, esta es lo bastante versátil como para que vuelvas a consultarla una y otra vez».

Fuentes
La sorprendente verdad sobre qué nos motiva. , Daniel H. Pink. Gestión 2000. Barcelona 2010

El misterio de la curiosidad perdida

Un trapero que se precie no desdeña nada por considerarlo inútil, al contrario, saca partido de todo lo que se va encontrando. Nosotros hemos dado con un pequeño cuento que nos ha hecho reflexionar.

Ocurre algo extraño: los niños pequeños llevan las ganas de aprender en la sangre. Son paradigmas de curiosidad, de creatividad, de interés… No necesitan que se les motive para aprender, están ansiosos por hacerlo. Entonces ¿qué sucede para que, de repente, este deseo de saber desaparezca sin dejar rastro?

No se trata de buscar culpables, sino soluciones, pero muchas veces, los adultos podemos tener algo que ver en este triste suceso. Sin darnos cuenta, llevados de los interminables quehaceres que arrasan nuestras vidas diarias, prestamos poca atención a esta curiosidad infantil. Y la falta de estímulo a esta curiosidad hace que, poco a poco, se vaya disipando.

Por otra parte, está la ya célebre pregunta que se hacía Sir Ken Robinson en una de sus ponencias: ¿matan las escuelas la creatividad? Este tema nos interesa mucho, es todo un misterio. Sin duda, volveremos sobre él.

Y esta cuestión nos devuelve al punto de partida: el cuento. El niño es un relato en forma de poema de una famosa educadora estadounidense de mediados del siglo XX. Nos da mucho que pensar. Esperamos que a vosotros también.

En este enlace podéis leer la versión original:

Poema  «The Little Boy» de Helen Buckley ( Inglés)
Poema  «The Little Boy» de Helen Buckley (traducido al Español)