Es el título del documento presentado el pasado mes de febrero por la Fundación Príncipe de Girona, que lleva años dedicándose a impulsar el emprendimiento entre los jóvenes. Ha contado, para su realización, con la dirección científica de ESADE, Valnalón y la Universidad de Padres.
Con el objetivo de educar el talento emprendedor, presentaron una serie de propuestas para el ámbito escolar, incluyendo el emprendimiento entre el resto de competencias que vertebran el actual modelo educativo. El texto, además, recoge los resultados de investigaciones, evaluaciones y encuestas previas, que muestran la percepción de los jóvenes españoles sobre el emprendimiento y la figura del emprendedor. Al no ser estas ideas muy acertadas, una de las principales medidas a tomar ha de ser cambiar esa imagen. “Emprendedor” no equivale a empresario, término que suele despertar recelo, sino que, de acuerdo con la definición de la Unión Europea de 2004, emprender es poner en marcha proyectos.
Y en este sentido, los niños son grandes emprendedores, ya que son inquietos, disfrutan realizando actividades, ideando sus juegos… de modo que el emprendimiento, al igual que la creatividad, están presentes en los pequeños, pero por alguna razón estas cualidades se van diluyendo con el paso de los años. Por eso, si queremos impulsarlas, necesitamos a los docentes. La colaboración con la escuela es, en este sentido, fundamental.
Este es el mensaje lanzado por la Fundación Príncipe de Girona, todo un reto que asumen encantados y que, pronto, esperan, comenzará a dar resultados. La Fundación mostró un compromiso firme con el desarrollo de esta iniciativa y seguirá dando a conocer sus avances.