La ciencia está saliendo de los laboratorios, se pasea por las calles de nuestra ciudad y entra en las casas de la gente “normal”. Y, es que gracias a las nuevas tecnologías, cualquiera puede contribuir al avance científico desde su salón. No hace falta ser un genio para participar en proyectos científicos, basta con que cada uno aporte su granito, urdiendo una red de colaboración a escala global.
Tres iniciativas ilustran esta era de ciencia hecha por ciudadanos:
Nature´s Calendar: En el Reino Unido se está estudiando el cambio climático gracias a la colaboración de miles de ciudadanos voluntarios, que vía electrónica registran y envían los cambios que observan en su entorno en relación a las distintas estaciones. Se trata de un proyecto colaborativo entrela ONG Woodland Trust y el Centre for Ecology and Hidrology del Gobierno Británico.
http://www.naturescalendar.org.uk/
Galaxy Zoo: Kevin Shavinsky era un estudiante de posgrado en astronomía que debía enfrentarse a una tarea colosal: la clasificación de 50.000 imágenes de galaxias tomadas por un telescopio. Al comentarlo con su compañero Chris Lintott, este le sugirió “¿por qué no pides ayuda al mundo?”. Poco a poco idearon una web que, mediante sencillos tutoriales, enseñaba a clasificar galaxias e incluía una gran base de datos de imágenes galácticas. El resultado fue abrumador. Una ingente cantidad de usuarios se mostró entusiasmada con la idea de participar identificando galaxias. Desde 2007, unos 300.000 usuarios han realizado casi 75 millones de clasificaciones y permitido importantes descubrimientos. No deja de crecer y acoge nuevos participantes cada día, se han unido varias universidades, publican blogs, foros…
Ibercivis: podemos colaborar con la ciencia incluso de una manera totalmente pasiva: simplemente, cediendo la potencia computacional de nuestros ordenadores mientras no los estamos usando. Ibercivis es una iniciativa pionera en nuestro país basada en la computación voluntaria: se aprovecha la capacidad de cálculo de los ordenadores cuando están desocupados para realizar tareas derivadas de un proyecto de investigación español. Sólo se necesita que esté conectado a Internet y unirse a Ibercivis.