La motivación

“He dejado la carrera: no me motivaba”, “mi hijo está todo el día tirado en el sofá, parece que no le motiva nada”, “este partido lo ganamos, estamos súper motivados”… son frases que a todos nos suenan. Tal vez las hayamos pronunciado nosotros mismos.
Motivación parece una palabra comodín, ¿pero qué significa y qué implica este concepto?

EC | Madrid | Septiembre 2012

Todo el mundo está preocupado por la motivación. Los profesores quieren motivar a sus alumnos, los empresarios a sus trabajadores, los comerciantes a sus clientes, los sacerdotes a sus fieles. Por eso, parece imposible que “motivación” sea un concepto moderno, y que en los años sesenta estuviera a punto de desaparecer del vocabulario. ¿Qué es realmente la motivación? ¿Cómo podemos motivar a otros o motivarnos? ¿Cómo podemos motivar para algo concreto como, por ejemplo, la ciencia?

En  lenguaje llano, “estar motivado” significa tener ganas de hacer algo. Esto supone que se puede estar fuertemente motivado para no hacer nada.  Salvo las personas deprimidas, todos estamos motivados para hacer algo. “Motivación” es un concepto que engloba los tres elementos que influyen en el inicio y la dirección de un comportamiento: los deseos, los premios y las circunstancias que facilitan o complican la acción. Quiero ganar dinero (deseo), este es un buen negocio (premio) y además no me exige esfuerzo (facilitador). Esos tres elementos constituyen la “fuerza de motivación”. Cuando pretendo que alguien tenga ganas de hacer algo, o estimulo su deseo, o aumento el premio, o se lo pongo muy sencillo. O, por supuesto, las tres cosas al tiempo.

Cuando queremos motivar a alguien, por ejemplo a nuestros alumnos o a nuestros colaboradores o a nuestras parejas, estamos intentando transferirles nuestros intereses. Es decir, pretendemos que ellos tengan ganas de hacer lo que a nosotros nos parece que sería bueno que hicieran. Ahí radica la dificultad, porque es muy difícil inducir un deseo de la nada. La solución está en relacionar lo que nos interesa con alguno de los deseos que ya tiene la otra persona. Afortunadamente, a pesar de la variedad de nuestros deseos, hay tres deseos fundamentales que compartimos todos, aunque en distintas dosis: el deseo de bienestar, el deseo de vinculación social, y el deseo de progresar, de encontrar sentido a lo que hacemos, de no sentirnos insignificantes.

Una de las tareas más necesarias y más difíciles de cualquier pedagogía es encontrar el camino para enlazar – por ejemplo, el estudio de las ecuaciones diferenciales- con uno de esos deseos. Eso puede hacerse  aumentando el bienestar del alumno (dándole un premio o facilitándole una experiencia agradable, como hacen los museos de ciencia), proporcionándole un reconocimiento social mediante el elogio; o haciéndole sentir que progresa. Esta es la misión que cumplen los premios y concursos de ciencias en que participa la Fundación Repsol.

Al hablar de proporcionarle una experiencia agradable que le sirve de premio, nos estamos refiriendo a un tipo de motivación muy importante, la llamada “motivación intrínseca”. Aprenderemos más sobre este tipo de motivación gracias a nuestra experta del mes, Teresa Amabile, y en la sección de la “entrevista a un libro”. En estricto sentido, se refiere a aquellas actividades que no se realizan con vistas a un fin, sino que son un fin en sí mismas. Jugar, por ejemplo; explorar; investigar.

Es evidente que esta motivación es la más eficaz y deseable, aunque no siempre es posible porque todas las actividades no son agradables. El bailarín está motivado intrínsecamente para bailar, pero no para entrenarse en la barra. En este caso tiene que tener muy presente, como premio, el bailar bien.

¿Se puede fomentar la motivación intrínseca hacia la ciencia? Por supuesto, pero para ello hemos de contagiar a los alumnos nuestro entusiasmo no por la ciencia, sino por la actividad científica. Veremos un caso histórico, el aumento del interés por las ciencias que se dio en los Estados Unidos tras el lanzamiento del Sputnik soviético, impulsado por planes del gobierno federal americano. La ciencia no es el conjunto de conocimientos corroborados que están en un libro. Ese es el resultado, algo así como el balance económico de una empresa, o las marcas de un deportista, o el resultado de un partido. Nadie puede sentirse emocionado o atraído por eso. Lo importante es la actividad, la pasión, la intriga, la curiosidad. Lo sabe bien Pedro Miguel Echenique, a quien hemos entrevistado.

Cuando los psicólogos hablan del flow, de la sensación de estar totalmente implicado en la actividad, se están refiriendo a ese estado en que una persona se identifica con lo que está haciendo. No se puede inducir una motivación intrínseca hacia la ciencia, si no se hace experimentar a los alumnos el atrayente dinamismo del investigar.

En este número veremos algunas formas de motivar hacia las ciencias y de mejorar la actitud hacia las matemáticas y las ciencias. Mostraremos testimonios de profesionales del ámbito científico y tecnológico sobre qué les movió a elegir esas carreras, que son toda una inspiración. También  veremos hasta qué punto influyen las expectativas que tenemos sobre las personas en su forma de motivarse. Un curioso experimento psicológico sobre el denominado “efecto Pigmalión” así lo demuestra.

Entrevista a Pedro Miguel Echenique

Pedro Miguel Echenique es Catedrático en Física de Materia Condensada en la Universidad del País Vasco. Ha sido profesor en el Cavendish Laboratory de Cambridge y en la Universidad de Barcelona. Recibió el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1998. Es, además, Doctorado en Filosofía, en Ciencias por la Universidad de Cambridge y en Ciencias Físicas por la Autónoma de Barcelona. Fue Consejero de Educación del Gobierno Vasco entre 1980 y 1983, y posteriormente de Educación y Cultura (1983-1984). Actualmente preside el Donostia International Physics Center y es miembro destacado de muchas otras sociedades científicas. 

EC | Madrid | Septiembre 2012

Fotografía: Lamia

Pregunta. Ha conocido a muchos científicos… ¿Qué cree que les lleva a dedicar su vida a un trabajo que con frecuencia es ingrato y duro? Sin duda, el afán de conocer, pero ¿hay algo más? Investigar por investigar, sentirse estupendo, competir con los otros, tener un cierto poder, una mentalidad de alpinista teórico,…
Respuesta. En la pregunta se menciona, correctamente, a científicos. Es importante, pues no existe “el científico». Hay científicos, todos ellos muy diferentes, con distintos enfoques, habilidades afectos y motivaciones. El peso relativo de los diversos factores cambia a lo largo de la vida y no de una forma lineal, fácilmente predecible. Sí que creo, como Hardy, que, en general, los científicos poseen, en primer lugar, curiosidad intelectual, deseo de entender el entorno natural y a nosotros mismos. En segundo lugar, un orgullo profesional, el sentirse estupendo, como dice usted, por hacer las cosas bien, dominio de los aspectos técnicos de tu profesión. Esto es algo compartido con muchas profesiones, con artesanos por ejemplo, con deportistas, etc.
En tercer lugar, una variedad de motivos, deseo de poder, de superarse a sí mismo. La frase de Hillary al contestar a la pregunta de por qué hay que subir al Everest, “porque está ahí”, es acertada. La vanidad. Alimentar el ego. Finalmente, hay un aspecto que me gustaría resaltar y que con el tiempo aprecio más. Es el aspecto creativo de nuestro trabajo, y también las libertades de todo tipo que acarrea esto. El poder aportar algo nuevo es como una droga: engancha. Cualquiera que haya visto el primero  la solución a un problema, por pequeño que sea, y casi todos contribuimos de una forma muy pequeña, queda enganchado. Es el momento del descubrimiento. Siempre he pensado qué momento mágico debió ser cuando Crick y Watson ven la estructura de doble hélice del ADN y entienden que ello encierra el modo con que una generación transmite sus características a las siguientes: el “secreto de la vida”.

P. ¿Cuáles cree que son las principales “virtudes científicas”?
R. La creatividad y la tenacidad, junto a un optimismo racional, creer que los problemas tienen solución y que pensando continuamente sobre ello, se encontrará.

P. Cuando decidió dedicase a la ciencia, ¿hubo algún hecho, libro o persona que le influyera especialmente?
R. Siempre me gustó lo fácil que eran los exámenes de ciencias si se entendían los conceptos y cuanto más duras, aunque no menos atractivas, eran las letras pues necesitaban más tiempo para almacenar los conocimientos que luego usaba para entender. Tuve grandes profesores de Bachillerato en Ciencias y ellos fueron decisivos. Pero también los tuve en letras. A diferencia de muchos de mis estudiantes, ahora brillantes científicos, yo no tuve ninguna influencia de la televisión, revistas de divulgación, o de series míticas como la de Saga, por ejemplo.

P. ¿Cómo cree que se puede fomentar el interés de la infancia y la adolescencia por la ciencia?
R. Los niños, en mi pequeña experiencia que he vivido, tienen una curiosidad y creatividad innata. Hay que procurar mantenerla o por lo menos no destruirla. Los profesores ayudados por museos, televisión, etc., son claves para transmitirles la belleza de la ciencia, divirtiéndoles al principio y entusiasmándoles después. Se trataría de gradualmente ir transmitiéndoles que la ciencia no es un conjunto congelado de dogmas sino una aventura humana. Con una educación dirigida a formar y no sólo a informar. Educar no es un proceso como el engordar patos para producir foie gras. No sé cómo se puede lograr el tipo de educación que yo quiero. Hay formas de ayudar. Una que he impulsado es que tengan contacto desde jóvenes con personalidades que han contribuido de forma decisiva a la ciencia, que vean su pasión, la capacidad de despertar nuestra imaginación. Organizamos encuentros con ellos y suelen entrar asustados y salen entusiasmados. Hoy Internet, bien usado, otra vez los profesores son decisivos, puede ser un gran instrumento. En resumen, en mi opinión, lo más importante es que los profesores sepan transmitir lo hermoso y atractivo de la ciencia. Para ello tienen que estar bien formados y ser bien tratados económica, profesional y socialmente.

Fundación REPSOL apoya la motivación científica y tecnológica de los jóvenes

La Fundación REPSOL tiene entre sus principales objetivos promover la divulgación y mejora del conocimiento. En colaboración con diversas instituciones de la esfera educativa, científico, social y cultural, desarrolla iniciativas que impulsan la motivación de los niños y jóvenes hacía la ciencia y la creación de valores que sirvan a la sociedad para su desarrollo.
Hablamos con César Gallo, Vicepresidente de la Fundación REPSOL, que nos explica alguna de las acciones que en este ámbito están llevando a cabo.

EC | Madrid | Septiembre 2012

Cesar Gallo

Pregunta. La Fundación REPSOL concede premios académicos  como los San Viator, ¿qué suponen en concreto estos premios?

Respuesta. Siempre es gratificante recibir un premio académico, pero mucho más cuando se es joven y se reconoce con ello el esfuerzo, iniciativa y valores de responsabilidad y de servicio. Y eso, precisamente, suponen los premios que otorga el Colegio San Viator, que distinguen el espíritu investigador y la creatividad de los alumnos en Ciencias y Humanidades.
En la Fundación Repsol apostamos por la innovación y no existe innovación sin investigación. Por eso es esencial promover este tipo de iniciativas que fomentan la investigación junto con el desarrollo tecnológico y el respeto al medio ambiente.
Felicitamos por tanto, a todos los estudiantes premiados y, de manera especial, a los alumnos que han sido galardonados en la pasada edición del certamen por sus trabajos orientados a la ciencia, la sostenibilidad y la eficiencia energética.

P. ¿Incentiváis especialmente alguna temática?

R. Precisamente, una de nuestras principales líneas de actuación tiene que ver con la promoción de un uso más racional, responsable y eficiente de la energía, y el respeto al medio ambiente.
Desde la Fundación Repsol trabajamos para mejorar la sostenibilidad de las fuentes de energía, así como la gestión sostenible de los recursos naturales, y apoyamos este tipo de iniciativas innovadoras que pueden repercutir en la mejora y bienestar de la sociedad.
No nos cabe duda de que los alumnos premiados, y nosotros, apoyando la ciencia y la investigación, lo vamos a conseguir.

“Año Internacional de la Energía sostenible para todos”

P. ¿En qué otros programas participáis?

R. Participamos en el programa ACTIP – Actualización Científico-Técnica en la Industria Petroquímica en el que colaboramos la Fundación Repsol y la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Persigue varios objetivos, entre otros el de potenciar la colaboración entre alumnos de Ingeniería y Química de la Universidad Rovira i Virgili en el desarrollo de proyectos de interés para la sociedad, además de favorecer la colaboración de la universidad con las empresas del entorno. La X Edición de los Premios ACTIP, ha reconocido a los mejores proyectos sobre Biocombustibles y Sostenibilidad.
Este programa también trata de completar la formación teórico-práctica de los alumnos en el desarrollo de planes de forma multidisciplinar, de manera que puedan conjugarse tanto aspectos fundamentales de la química de procesos como de ingeniería aplicada al sector productivo.

P. De modo que, para vosotros, es importante el nivel práctico, la investigación…

R. Sí, por eso colaboramos con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en los Premios del XI Certamen Universitario “Arquímedes”, de Introducción a la Investigación Científica. A través de la concesión de estos premios, se propone fomentar la realización de proyectos originales de investigación científica y tecnológica entre los estudiantes universitarios españoles. El Certamen premia también la implicación de los cuerpos docentes e investigadores en la tutela de los estudiantes que se incorporen a las labores de investigación. En el Certamen se primarán especialmente aquellas ideas surgidas del estudio profundo de materias escogidas por los estudiantes.
Este año, declarado “Año Internacional de la Energía sostenible para todos” por la UNESCO, el XI Certamen Arquímedes, con la concesión del premio especial “Año Internacional de la Energía Sostenible para todos”, quiere enfatizar su apoyo a cualquier tipo de investigación que pueda incidir en la generación, almacenamiento o distribución de energías sostenibles o al ahorro energético.

P. También os interesa la importante relación entre ciencia y sociedad.

R. Sí, hemos intervenido en el VIII Edición de los Premios del Consejo Social 2011 de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Este certamen reconoce la valía de iniciativas científico-culturales promovidas desde la propia Universidad.
En la Fundación Repsol estamos convencidos de que invertir en educación y formación es el instrumento más eficaz para asegurar el desarrollo económico y social. Desde la Fundación, a través de nuestras actuaciones en este ámbito, queremos impulsar el progreso y desarrollo de la sociedad, pero también dar una respuesta acorde a las nuevas necesidades sociales.

Creamos el Fondo de emprendedores para promover la innovación y el desarrollo empresarial en el campo de la eficiencia energética

P. ¿Cómo contribuye FR al tránsito de la Universidad al mundo empresarial?

R. Me gustaría referirme a la importancia de la colaboración entre empresa y universidad, tanto para adecuar la investigación y la formación a los requerimientos de las empresas, como para atender a las nuevas necesidades sociales.
Como expresión del compromiso de Repsol con la mejora sostenida de las sociedades en las que desarrolla su actividad, uno de los objetivos de la Fundación Repsol es lograr que más titulados superiores en especialidades como ingenierías y ciencias puedan seguir formándose en materias como la energía, para contar con una generación de estudiantes más competitivos y productivos en una economía moderna y tecnológica.
Para ello tenemos los Premios a la Mejor Tesis Doctoral y Proyecto fin de carrera en colaboración con la Escuela Superior de Ingenieros Industriales. Qué mejor manera de contribuir a este propósito que mediante la colaboración en la formación de universitarios involucrados en el estudio de tecnologías, procesos, etc. relacionadas con la energía. El trabajo de los alumnos premiados es una muestra del espíritu investigador, creatividad, esfuerzo y dedicación que sin duda repercutirá positivamente en la sociedad. Tenemos también los Premios a la Investigación Doctoral (Real Academia de Doctores).
Desde la Fundación Repsol procuramos impulsar este diálogo con otras instituciones académicas con el fin de poner a disposición de la sociedad los instrumentos adecuados para un mejor desarrollo y bienestar.

P. El Fondo de Emprendedores de la Fundación Repsol en una clara apuesta de proyectos y productos en muchos casos fruto de un trabajo de investigación y de desarrollo, ¿qué más objetivos persigue?

R. Promover la innovación y el desarrollo empresarial en el campo de la eficiencia energética, aprovechando las oportunidades de mejora que ofrece el sector de la energía; apoyar la creación de nuevas empresas, recogiendo la sensibilidad social por el fomento y la creación de nuevos empleos, catalizar la participación del inversor privado en la creación y promoción de nuevas empresas y en la búsqueda y captación de talento, aproximar, tanto conceptual como estratégicamente, los procesos de investigación e innovación a las demandas del mercado, y viceversa. Intensificar la colaboración público-privada en I+D+i en España y fomentar la implantación de medidas innovadoras de eficiencia energética con especial impacto social.

Después del Sputnik: fomento de la creatividad científica y tecnológica en EEUU

La educación científica y tecnológica estadounidense presentaba deficiencias en cuanto a la investigación. Tras el lanzamiento del Sputnik, el Gobierno trazó un plan educativo para dar un empujón a la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. ¿En qué se concretaron estas medidas? ¿Qué podemos aprender de ellas?

EC | Madrid | Septiembre 2012

Estamos en el año 1957, en plena Guerra Fría. La Unión Soviética lanza un pequeño satélite, de no más de 185 libras de peso, una esfera metálica que alcanzaba orbitar una elíptica alrededor de la Tierra en 98 minutos. Muchos americanos contemplaron con un terror inmenso el lanzamiento del primer satélite artificial al espacio, ya que empezaron a considerarse las posibilidades de lanzamiento de misiles tierra-aire desde fuera de nuestra atmósfera, lo que aumentaba la probabilidad de una guerra nuclear. Todo esto provocó una importante crisis política (“la crisis del Sputnik”), que terminaría dando lugar a un desarrollo tecnológico sin precedentes.

Muchas voces autorizadas mostraban desde mucho tiempo antes del lanzamiento del Sputnik la preocupación por las deficiencias del sistema educativo estadounidense. David Hawkins, un profesor que había participado en el Proyecto Manhattan de Oppenheimer, resaltaba el énfasis que la educación en EEUU ponía sobre los aspectos prácticos de la ciencia, olvidándose de la investigación y el desarrollo. El temor a que la Unión Soviética superase a los EEUU en la carrera espacial dio lugar a un importante esfuerzo económico del Gobierno americano para proporcionar fondos para la reforma de la educación pública en todos los niveles. Fruto de todo esto sería la aprobación en 1958 por parte del Congreso de EEUU de la “National Defense Education Act” (NDEA) (Acta educativa de la Defensa Nacional), que buscaba contrarrestar la importancia del sistema escolar soviético y poner el foco en la educación de jóvenes en las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Se trataba de asegurar la seguridad de la Nación a través del “desarrollo en profundidad de los recursos mentales y destrezas técnicas de sus hombres y mujeres jóvenes”.

El presidente Eisenhower describió el NDEA como una “legislación de emergencia a corto plazo”, que buscaba aumentar y complementar determinados programas educativos federales a través de la Oficina de Educación dentro del Departamento de Salud, Educación y Asistencia Social. El NDEA ponía el énfasis en la educación general, con la idea de potenciar la infraestructura educativa, fundamentalmente con un incremento del número de profesores. El NDEA incluía el apoyo a través de préstamos para estudiantes universitarios; la mejora de la ciencia, matemáticas, y la instrucción en lenguas extranjeras en la educación elemental y secundaria; becas de posgrado, y entrenamiento vocacional y técnico.

“(…) Dios contempló indeciso aquel punto brillante, aquel astro insumiso, que se metió en el cielo sin permiso, y cabizbajo se quedó un instante. (Un instante de Dios, como se sabe, es un milenio para el hombre, atado a los minutos mínimos, al tiempo que en la clepsidra cae…) De manera que Dios aún permanece silencioso, sentado, en su imponente nube, donde vela impasible un gran querube, un gran querube armado”

(Nicolás Guillén, “Sputnik 57”. De su libro Las grandes elegías y otros poemas)

 

El NDEA proporcionó fondos tanto para las educaciones Primaria y Secundaria como para la Educación Superior. Aunque sobre todo tuvo un enorme impacto en la investigación universitaria. Durante los años que estuvo en marcha, fundamentalmente de 1959 a 1973, se incrementó el número de matrículas en el primer año de Universidad y en educación post-secundaria, así como en el número de licenciaturas y doctorados alcanzados.

El Título II recogía los préstamos a estudiantes en Instituciones de Educación Superior. El Programa de la Defensa Nacional para los préstamos a estudiantes proporcionaba préstamos federales a un tipo de interés bajo a estudiantes prometedores que necesitaban fondos para mejorar su educación, poniendo el énfasis en los que poseían una capacidad superior en matemáticas, ingeniería, o en lenguas extranjeras modernas, o que pretendían enseñar en escuelas de educación elemental o secundaria.

El Título III establecía la asistencia financiera para el fortalecimiento de las ciencias, las matemáticas, y la instrucción en lenguas extranjeras modernas. El propósito de este título era proporcionar becas a escuelas públicas y préstamos a escuelas privadas para adquirir material para laboratorios y materiales especiales, incluyendo material audiovisual y equipamiento y materiales impresos (aparte de libros de texto), que fuesen adecuados para el uso en la educación científica, matemática o en lenguas extranjeras.

El Título IV, relativo a las becas de Defensa Nacional, estaba diseñado con tres objetivos en mente: incrementar el número de profesores universitarios de calidad, expandir el número y la distribución geográfica de los programas de Doctorado en los EEUU, y permitir al mayor número de estudiantes acceder a programas de Doctorado proporcionando apoyo financiero.

El Título V, acerca de las “guías, orientación psicopedagógica, y realización de pruebas; identificación y estímulo de los estudiantes capaces”, proporcionaba fondos para la evaluación de las aptitudes y la orientación educativa y profesional de estudiantes. Los programas evaluadores buscaban identificar a los estudiantes con aptitudes y habilidades destacadas. Los programas de orientación pretendían aconsejar a los estudiantes acercas de los estudios más adecuados en relación con sus habilidades, y asistir a los estudiantes cualificados para preparar su educación universitaria.

Todos estos esfuerzos marcaron una clara tendencia. En los distintos años de aplicación del NDEA, aumentó la preparación de los estudiantes en ciencias, matemáticas y lenguas extranjeras, y también aumentó el número de profesores y de instituciones que proporcionaban títulos educativos, así como el número de licenciaturas y doctorados, y de publicaciones profesionales.

Una crisis como fue la desencadenada por el lanzamiento del primer artefacto espacial terminó convirtiéndose en una oportunidad para la innovación. El importante esfuerzo realizado por el gobierno de los EEUU daría sus frutos en los años siguientes, provocando importantes cambios socioeconómicos y colocando los cimientos para futuros desarrollos tecnológicos y avances científicos.

 

Fuentes
– “El legado dejado por el Sputnik para la educación científica americana”, artículo de Larry Abramson.
– “La National Defense Education Act (NDEA) de 1958: resultados seleccionados”, directora de proyecto: Pamela Ebert Flattau. Publicado en  la página del Instituto para los análisis de defensa de los EEUU.
– Artículo de Jennifer L. Jolly (“La NDEA, las iniciativas actuales en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas y las personas con Altas Capacidades”), en la  página de la Asociación Nacional de Chicos con Altas Capacidades en EEUU-National Association for Gifted Children
– The Federal Role in Education
– The Historical Importance of the NDEA and the Establishment of NASA

Ciencia Ciudadana

La ciencia está saliendo de los laboratorios, se pasea por las calles de nuestra ciudad y entra en las casas de la gente “normal”. Y, es que gracias a las nuevas tecnologías, cualquiera puede contribuir al avance científico desde su salón. No hace falta ser un genio para participar en proyectos científicos, basta con que cada uno aporte su granito, urdiendo una red de colaboración a escala global.

Tres iniciativas ilustran esta era de ciencia hecha por ciudadanos:

Nature´s Calendar: En el Reino Unido se está estudiando el cambio climático gracias a la colaboración de miles de ciudadanos voluntarios, que vía electrónica registran y envían los cambios que observan en su entorno en relación a las distintas estaciones. Se trata de un proyecto colaborativo entrela ONG Woodland Trust y el Centre for Ecology and Hidrology del Gobierno Británico.

http://www.naturescalendar.org.uk/

Galaxy Zoo: Kevin Shavinsky era un estudiante de posgrado en astronomía que debía enfrentarse a una tarea colosal: la clasificación de 50.000 imágenes de galaxias tomadas por un telescopio. Al comentarlo con su compañero Chris Lintott, este le sugirió “¿por qué no pides ayuda al mundo?”. Poco a poco idearon una web que, mediante sencillos tutoriales, enseñaba a clasificar galaxias e incluía una gran base de datos de imágenes galácticas. El resultado fue abrumador. Una ingente cantidad de usuarios se mostró entusiasmada con la idea de participar identificando galaxias. Desde 2007, unos 300.000 usuarios han realizado casi 75 millones de clasificaciones y permitido importantes descubrimientos. No deja de crecer y acoge nuevos participantes cada día, se han unido varias universidades, publican blogs, foros…

http://www.galaxyzoo.org/

Ibercivis: podemos colaborar con la ciencia incluso de una manera totalmente pasiva: simplemente, cediendo la potencia computacional de nuestros ordenadores mientras no los estamos usando. Ibercivis es una iniciativa pionera en nuestro país basada en la computación voluntaria: se aprovecha la capacidad de cálculo de los ordenadores cuando están desocupados para realizar tareas derivadas de un proyecto de investigación español. Sólo se necesita que esté conectado a Internet y unirse a Ibercivis.

http://www.ibercivis.es/

Museos: Una gran experiencia educativa

¿Qué se hace en un museo científico? Observar, tocar, experimentar, manipular, jugar, aprender, divertirse, sentir, reír, pensar, investigar,  expresar, percibir, interpretar, razonar, emocionarse, deducir, imaginar, avanzar, disfrutar…

Desde hace unos años están proliferando los museos dedicados a la ciencia. Sus posibilidades educativas son innumerables y constituyen un recurso pedagógico de gran eficacia. También son un buen plan para hacer en familia.

En un buen museo de ciencia, se tienen más preguntas al salir que al entrar, porque son un elemento de curiosidad, de cambio: su misión es generar deseos de saber más. Son una buena forma de motivar a los chavales hacia la ciencia, haciéndoles vivir experiencias positivas en relación con ella y despertando su curiosidad

Eso sí, a nivel escolar, la visita al museo no debe entenderse como una simple salida lúdica, o como algo pasivo en donde “ya les enseñarán los del museo”. Lo ideal, para sacar el máximo rendimiento didáctico de los museos científicos, es que exista un trabajo compartido entre las aulas y los propios museos. Que la visita se integre significativamente dentro del plan de estudios. Los profesores deben trabajar antes de la visita, durante y después. Un museo de la ciencia es una gran herramienta de comunicación. Hay que aprovechar el debate que genera, alimentar la conversación entre alumnos y profesores, entre los propios alumnos o entre la familia.

En nuestro país contamos con una gran cantidad de museos de la ciencia:

 

La motivación hacia las ciencias

La mayoría de los chicos y jóvenes, y la sociedad en general, muestra un enorme desinterés por las ciencias en general, y las matemáticas en particular. Desde el Observatorio de EC nos preguntamos cuál es la mejor manera de motivar a los chicos para que se sientan atraídos por las ciencias.

EC | Madrid | Septiembre 2012

Esto es lo que las matemáticas hacen por mí: me hacen consciente
del mundo en el que habito de una forma completamente nueva.
Abren mis ojos a las leyes y pautas de la naturaleza. Me proporcionan
una experiencia de belleza totalmente nueva (…) La naturaleza es
siempre más profunda, más rica y más interesante de lo que uno piensa,
y las matemáticas proporcionan una forma muy poderosa de apreciarlo

            (Ian Stewart, Cartas a una joven matemática, pgs 11 y 13)

Motivación hacia las cienciasNo es fácil promover el interés por las ciencias, especialmente por las matemáticas. Para la mayoría de la gente, los conocimientos científicos sólo están al alcance de minorías muy capacitadas, que manejan unos conceptos y un lenguaje que resulta incomprensible para el resto. Debemos tratar de favorecer los deseos de aprender ciencia de los niños, pero para ello debemos presentarles las ciencias y las matemáticas de una manera que resulte atractiva para ellos. “El binomio de Newton es tan hermoso como la Venus de Milo-asegura Fernando Pessoa- lo que pasa es que muy poca gente se da cuenta”. La labor de los padres, maestros y de la sociedad en general es que los niños y jóvenes aprendan a apreciar la belleza de lo científico.

Carlos Sampedro Villasán considera que debemos “conectar las ciencias con el mundo y con la realidad social en que viven los estudiantes y no presentarlas sólo como un conjunto de conocimientos sino también como una forma racional de ver y de intentar conocer la realidad”.

Debemos tratar de favorecer los deseos de aprender ciencia de los niños, y para ello debemos presentarles las ciencias y las matemáticas de una manera que resulte atractiva para ellos.

El gran educador matemático norteamericano George Pólya, en su obra clásica How to solve it, adoptaba el punto de vista de que la única manera de entender adecuadamente las matemáticas es la práctica: plantear problemas y resolverlos. Vicenç Font Moll hace referencia en un artículo a una serie de estudios que han puesto de manifiesto que las personas que fracasan en situaciones matemáticas escolares pueden ser extraordinariamente competentes en actividades de la vida diaria que implican el uso del mismo contenido matemático. En situaciones de la vida real en las que las personas se sienten implicadas, asegura Font Moll, se ha observado que éstas utilizan matemáticas “propias” que pueden ser muy diferentes de las que estudiaron en la escuela. Estos fenómenos ponen de manifiesto que los conocimientos se construyen usándolos en contextos reales.

El proyecto Realistic Mathematics Education en el Instituto Freudenthal (De Lange, 1996; Reewijk, 1997) es una iniciativa que  considera que “saber matemáticas” es “hacer matemáticas”, lo cual comporta, entre otros aspectos, la resolución de problemas de la vida cotidiana. Vicenç Font Moll insiste en su visión de la actividad matemática como  una serie de procesos de modelización. Este proceso seguiría las cinco fases siguientes:

  1. Observación de la realidad
  2. Descripción simplificada de la realidad
  3. Construcción de un modelo
  4. Trabajo matemático con el modelo
  5. Interpretación de resultados en la realidad

En sus Cartas a una joven matemática, Ian Stewart considera que  un matemático es alguien que ve oportunidades para hacer matemáticas “La matemática no trata realmente de sumas. Trata de pautas y por qué se dan. Las pautas de la naturaleza son a la vez bellas e inagotables” (pg 52). Lo importante es que miremos la realidad de una manera distinta, encontrando en ella posibilidades para hacer ciencia.

El proyecto Realistic Mathematics Education en el Instituto Freudenthal (De Lange, 1996; Reewijk, 1997) es una iniciativa que  considera que “saber matemáticas” es “hacer matemáticas

El informe Science education in Europe: critical reflections, considera que los buenos profesores de ciencia tienen conocimientos sobre las ciencias y su naturaleza; tienen una comprensión de las ideas educativas básicas; utilizan una amplia gama de estrategias de enseñanza; tienen excelentes destrezas de comunicación; y, por último, pero no menos importante, sienten una pasión muy grande por las ciencias (informe SEE, pg 25). Estos profesores lograrán transmitir a los alumnos la pasión por las ciencias.

David Barba hace hincapié en la necesidad de partir de la realidad a la hora de enseñar las matemáticas: “Pienso que aquí radica una de las diferencias con respecto a la mayoría de asignaturas. Uno puede, sin que nadie le ayude, aprender literatura leyendo; hacer sus pinitos con una guitarra; interrogarse ante un eclipse o una propaganda ecologista; intentar bailar o interpretar un papel en una obra de teatro; discutir sobre cine, comprar un periódico y leer la crítica. Son acciones que van cogidas de la mano, con el día a día. Pero si salimos fuera del planteamiento académico y nos metemos en la calle, ¿dónde se generan preguntas que nos inviten a aprender matemáticas? Ésta es la cuestión que nos tenemos que contestar si queremos hablar al mismo tiempo de matemáticas y realidad. Llevados de nuestras ganas de humanizar la asignatura, entendemos la relación entre la matemática y la realidad como una manera de llegar  a esta última desde las matemáticas. Primero elegimos un contenido y buscamos a continuación alguna situación de la realidad que ofrezca un contexto que nos devuelva al contenido. Si de verdad queremos incorporar la realidad, hagámoslo, pero partiendo de esta última, no de las matemáticas”

Para Carlos Gallego Lázaro, las emociones-y por tanto la afectividad-son un componente básico del razonamiento matemático del alumnado. Y hemos de aprovechar las posibilidades didácticas que esto nos ofrece. No podemos desvincular el mundo natural del mundo humano. Según J. Brunner (“derecha e izquierda: dos maneras distintas de activar la imaginación”), “mientras que el mundo que nos creamos para interpretar el mundo natural se organiza en torno a la causalidad y al determinismo, el que construimos para dar sentido al mundo humano se articula en torno a estados de intención, creencias, deseos, expectativas y todas las interacciones de estos elementos en el ámbito de la vida humana”. Como consecuencia de este proceso, asegura Gallego Lázaro, no sólo nos hemos formado una imagen reduccionista de la lógica, en el sentido de que consideramos únicamente algunos de los elementos que forman parte de ella, sino que nos hemos creado al mismo tiempo la poderosa ilusión de que el razonamiento se convierte en lógico y matemático cuando logra liberarse de las personas, al quedar diluidos los individuos dentro de la colectividad.

Debemos tratar de vincular estos dos mundos que en principio se nos presentan como separados, para hacer atractivas las ciencias, y en especial las matemáticas, a nuestros chicos y jóvenes.

Fuentes
– Stewart, Ian. Cartas a una joven matemática. Crítica, Barcelona, 2006
– Informe Science education in Europe: critical reflections. Un informe para la Fundación Nuffield. Jonathan Osborne, Justin Dillon. Kings College London, Enero 2008.
– Font Moll, Vicenç. Problemas en un contexto cotidiano. Revista Cuadernos de Pedagogía, número 355, marzo de 2006, pgs 52-54.
– Barba, David. La enseñanza de las matemáticas desde el 2000. Cuadernos de pedagogía, número 288, febrero 2000, pgs 52 a 54.
– Gallego Lázaro, Carlos. Lógica, sensibilidad y matemáticas. Cuadernos de pedagogía, número 271, julio-agosto 1998.

Invitada del mes: Teresa Amabile

Nos ponemos en contacto con Teresa Amabile, profesora de Administración de Empresas y Directora de Investigación de la Escuela de Negocios de Harvard. Sus investigaciones engloban la creatividad, la productividad, la innovación, y la vida laboral interior: la confluencia de emociones, percepciones, y motivación que las personas experimentan como reacción a los acontecimientos que se producen en el trabajo.

EC | Madrid | Septiembre 2012

Con formación inicial en Química, Teresa M. Amabile recibió su doctorado en Psicología por la Universidad de Stanford. Como señala en su Web , estudia de qué manera la vida diaria dentro de las organizaciones puede influir a las personas y sus resultados en el trabajo.

En el terreno de la creatividad, Amabile señaló en una serie de artículos en la Harvard Business Review (Amabile, 1985, 1988, 1998) los seis mitos que se han sostenido durante años para explicar las diferencias de creatividad.

  1. La creatividad resulta de personas creativas
  2.  La incitación monetaria desempeña un papel considerable en su aparición.
  3. Las limitaciones temporales estimulan la creatividad.
  4. La fuerza del miedo inspira la creatividad.
  5. La competición parece más prometedora que la cooperación.
  6. Las organizaciones en línea son necesariamente creativas.

Para Amabile, las personas más creativas no son aquellas que están expuestas a estimulantes exógenos, sino aquellas que pueden seguir una lógica endógena de creación. Acuñó el principio de motivación intrínseca de la creatividad: cuando las personas están fuertemente motivadas para realizar alguna actividad creativa por su propio interés y por el disfrute de esta actividad, pueden entonces ser más creativos que cuando están motivados fundamentalmente por algún objetivo impuesto por otros.

El principio de la motivación intrínseca será la piedra angular de la psicología social de la creatividad que se desarrolla en el libro del mismo título, ampliado años más tarde en su obra Creatividad en el contexto. La autora desarrolló esta disciplina, que no existía previamente, tras observar que durante décadas el énfasis principal en el estudio de la creatividad se había puesto en los estudios sobre la personalidad de individuos creativos. El área más activa de investigación se concentraba en la descripción de las características peculiares de personas famosas o ampliamente reconocidas que se consideraban creativas (vivas o muertas), o en la descripción de las diferencias en personalidad e intelecto entre las personas a las que se les dan bien los tests de creatividad y aquellas a las que no. Se daba una concentración en el estudio de la persona creativa, excluyendo las circunstancias que conducen a la creatividad. Hasta entonces, se había puesto el foco sobre los determinantes internos de la creatividad, excluyendo los determinantes externos. Y, dentro del estudio de los determinantes internos, existía una preocupación por los factores “genéticos”, con la exclusión de las contribuciones del aprendizaje y el entorno social. La psicología social de la creatividad desarrollada por Amabile busca identificar las condiciones particulares sociales y ambientales que pueden influir positiva o negativamente en la creatividad de la mayoría de los individuos.

En «El principio del progreso«, escrito junto a Steven J. Kramer, habla de la necesidad de crear las condiciones para una gran vida laboral interior, aquellas condiciones que fomentan las emociones positivas, motivaciones internas fuertes, y las percepciones favorables de los compañeros y del trabajo en sí mismo. El libro se basa en un estudio que sigue la pista a los acontecimientos diarios que mueven la vida laboral interior de los que trabajaban para siete empresas. El seguimiento diario permitió comprobar que la vida laboral interior es un fenómeno rico y de múltiples facetas, y que influye en la ejecución del trabajo en cuatro dimensiones (creatividad, productividad, compromiso con el trabajo y colegialidad). Tres claves aparecen como potentes fuerzas que soportan la vida laboral interior: el progreso en el trabajo valioso, los catalizadores (eventos que directamente ayudan al proyecto de trabajo), y los alimentadores (eventos interpersonales que sustentan a las personas que realizan el trabajo). De todos los eventos positivos que afectan a la vida laboral interior, el más poderoso es el del progreso en el trabajo valioso. Los autores describen la clave para provocar el principio del progreso: dar a las personas un trabajo valioso, con sentido. Una de las cosas que más empuja a las personas es la auto-eficacia, la creencia en su capacidad de planear y ejecutar las tareas requeridas para alcanzar las metas deseadas. En el trabajo la gente desarrolla un sentido intrínsecamente fuerte de la auto-eficacia cada vez que hacen progresos, realizan con éxito un problema o tarea o lo controlan.

La autora sostiene en el libro Creciendo de forma creativa que todos los niños pueden ser creativos y seguir siéndolo de adultos. La creatividad no es  propiedad exclusiva de la gente muy dotada o talentosa, sino que puede -y debería-  ser parte de la vida diaria de todos niños y adultos. Pero crecer siendo creativo no es fácil. El factor más importante de la creatividad, más que el talento, la personalidad o las habilidades, es la motivación. Amabile estudia de qué manera los entornos familiares y escolares pueden destruir la creatividad infantil, a fin de evitarlo. Y señala varias técnicas específicas que padres y profesores pueden usar para mantener viva la creatividad de sus niños.

 

Fuentes
– The social psychology of creativity, Teresa M. Amabile, Springer-Verlag New York, 1983
– Creativity in context, Teresa M. Amabile, Westview Press, 1996
– The progress principle. Using small wins to ignite joy, engagement, and creativity at work, Teresa M. Amabile y Steven J.     Kramer, Harvard Business Review Press, 2011
– Growing up creative. Nurturing a lifetime of creativity, Teresa M. Amabile, CEF Press, 1989).

Entrevista a un libro: La sorprendente verdad sobre qué nos motiva

Daniel H. Pink es un joven y reconocido pensador estadounidense, autor de varios libros, artículos y reportajes y editor de la revista Wired. Sus temas principales son los negocios y la tecnología, pero en la obra que nos ocupa se adentra en las intimidades del ser humano. Como dice Juan C. Cubeiro en el prólogo, es «un libro que marcará época».     Un libro esencial para las sociedades de la nueva economía.

EC | Madrid | Septiembre 2012

Pregunta. ¿Cuál es la tesis que defiendes?
Respuesta. Quiero dar a conocer un nuevo tipo de motivación que, aunque está avalada por gran cantidad de investigaciones, aún se tiene muy poco en cuenta. Sus características hacen que sea más adecuada para su aplicación en el panorama actual: a sus modelos de negocio, tipos de trabajo… Lo he llamado Motivación 3.0, y está relacionado con un tipo de personalidad concreto.

P. Relacionas la motivación con los negocios…
R.
Creo que existe una sensación general de que “algo ha fallado en nuestros negocios, nuestras vidas, nuestro mundo” (La sorprendente verdad sobre qué nos motiva. Daniel H. Pink, pg. 90), y que necesitamos un nuevo enfoque sobre cómo organizarnos, cómo pensamos y cómo y por qué hacemos lo que hacemos, más adecuado a los tiempos que corren. El ámbito empresarial ha sido uno de los mayores campos de batalla de la motivación, porque se suele pensar que la gente, si pudiera, evitaría el trabajo. Yo opino que esto no es así, que a la gente le gusta estar activa y tener responsabilidades. “Por desgracia, el mundo de los negocios no se ha adaptado a esta nueva comprensión.” (Ídem, pg. 222).  Se está abriendo una gran brecha entre lo que la ciencia sabe y lo que la empresa hace. Espero poder contribuir a reducirla.

La Motivación 3.0 es un tercer impulso, intrínseco, que nos mueve a hacer cosas en la que presupone que la gente quiere ser responsable, y que asegurarse de que tienen el control sobre su trabajo, su tiempo, su técnica y su equipo es un camino hacia ese fin

P. ¿Cómo eran los antiguos modelos de motivación?
R. Había dos modelos, a los que llamo Motivación 1.0 y 2.0. El primero enfocado básicamente a la supervivencia y basado en los deseos naturales. La Motivación 2.0, algo más avanzada, surge de la constatación de que los humanos tendemos a buscar gratificaciones y a evitar los castigos. Como yo digo, es el modelo de la zanahoria y el palo. Pero este tipo de motivación no siempre funciona: tienen sus peligros. A mediados del siglo XX, los científicos descubrieron un tercer impulso, de tipo intrínseco.

P. ¿Por qué no funciona la Motivación 2.0?
R. Motivar sólo con premios puede producir resultados no deseados. Las recompensas ahogan la creatividad. Si alguien está pendiente de ganar algo al final de una tarea, su enfoque se estrecha. En vez de centrarse en la tarea misma, lo hará en el premio final. Se han realizado muchos experimentos y estudios que así lo demuestran: resolviendo enigmas, con pintores, donantes de sangre… La motivación del palo y la zanahoria puede eliminar la motivación intrínseca, reducir el rendimiento, aplastar la creatividad, desbordar la buena conducta, volverse adictiva y potenciar la trampa y el pensamiento a corto plazo.

P. Pero, hasta ahora, ha funcionado…
R. Bueno, los premios no siempre son malos. Sirven, por ejemplo, para tareas rutinarias, que se resuelven siguiendo una serie de normas o pasos. Fomentan la obediencia y el control. Si la tarea no es motivadora de por sí, mejor contar con algún incentivo extra. Por eso se adecuaban más al tipo de trabajo de los siglos anteriores, que eran mecánicos. Pero eso está cambiando. Ahora vivimos en una sociedad y en una economía del conocimiento, con trabajos cada vez más creativos e innovadores. La Motivación 2.0 “no cuadra con la manera en que los nuevos modelos de negocio están organizando nuestras actividades –porque somos optimizadores de objetivos, intrínsecamente motivados, no sólo optimizadores de ganancias, extrínsecamente motivados.” (Ídem, pg.46). Para mí, todo es una cuestión de actitud, de personalidad.

P. ¿A qué personalidad te refieres?
R. He hecho una distinción entre la personalidad de Tipo X y la personalidad Tipo I. La personalidad de tipo X alienta la Motivación 2.0. Está basada en los deseos extrínsecos en vez de en los intrínsecos, y en vez de preocuparse por la satisfacción inherente de una actividad, recurre a las gratificaciones externas que aporta. Sin embargo, “para los artistas, científicos, inventores, niños de colegio y todos los demás, la motivación intrínseca -el impulso de hacer algo porque es interesante, absorbente y todo un reto- es imprescindible para alcanzar un alto nivel de creatividad”. (Ídem, pg.59).

P. ¿En qué consiste el Tipo I?
R. La conducta de Tipo I es aquella que mueve desde dentro, cuya principal motivación es la libertad, el reto y el objetivo de la propia actividad (aunque cualquier otro beneficio, como dinero o reconocimiento será bienvenido, pero como un extra). Lo mejor de la personalidad I es que se hace, no es innata. Esto es genial, porque cualquiera puede aprenderla. Cualquier Tipo X puede transformarse en I. Además, a la larga, los Tipos I casi siempre superan a los Tipos X. Esta actitud promueve un mayor bienestar físico y mental y es una fuente renovable de talento.

P. Y, esta es tu gran propuesta, la Motivación 3.0.
R. Sí, se trata de un tercer impulso, intrínseco, que nos mueve a hacer cosas. No somos seres pasivos y estáticos. Sus pioneros fueron Harlow y Deci, a quienes siguió una gran corriente de pensadores, entre los que me incluyo: Teresa Amabile, Ander Ericsson, Carol Dweck, Malcom Gladwell, Csikszentmihalyi, Howard Gardner… La Motivación 3.0 “presupone que la gente quiere ser responsable, y que asegurarse de que tienen el control sobre su trabajo, su tiempo, su técnica y su equipo es un camino hacia ese fin”. (Ídem, pg.122).

“Nuestra naturaleza básica es la curiosidad y la autogestión.” (La sorprendente verdad sobre qué nos motiva. Daniel H. Pink, pg. 100)

P. ¿Cómo se puede aplicar o promover la Motivación 3.0?
Como ya he comentado, pienso que debemos hacer caso a los científicos e investigadores. “Necesitamos ir más allá, y la ciencia nos marca el camino. Este nuevo enfoque tiene tres elementos esenciales: 1) la autonomía, o el deseo de dirigir nuestras propias vidas; 2) el dominio, o la urgencia de mejorar más y más en algo importante, y 3) la finalidad o el anhelo de hacer lo que hacemos al servicio de algo más allá de nosotros mismos”. (Ídem, pg. 221).

P. Es obvio que te interesa mucho la aplicación práctica de tu teoría, también en la educación.
R. Sin duda…. Los niños empiezan siendo del Tipo I: curiosos, inquietos… pero muchos acaban convirtiéndose en el Tipo X. ¿Por qué? “Tal vez el problema seamos nosotros, los adultos que dirigimos los colegios y encabezamos las familias. Si queremos equipar a los jóvenes para el nuevo mundo del trabajo y, lo más importante, para que lleven vidas satisfactorias, debemos alejar la preeminencia de la Motivación 2.0 de la ecuación y de la vida familiar”. (Ídem, pg. 193). Hay que promover entre los niños la autonomía, el dominio y la finalidad. Ofrezco una serie de consejos a padres y educadores y una lista de colegios de Tipo I. También incluyo una “caja de herramientas”, (Ídem, pg. 169), ya que quisiera que, a cualquiera interesado en aplicar estos conocimientos, le resultara sencillo y agradable.  «Ya sea que buscas una manera mejor de gestionar tu organización, de orientar tu carrera o de ayudar a tus hijos, aquí hallarás un consejo, una práctica mejor o un libro recomendado. Creo que mi modelo es fácil de implantar y me gustaría que así se hiciese en todo tipo de organizaciones. Como cualquier buena caja de herramientas, esta es lo bastante versátil como para que vuelvas a consultarla una y otra vez».

Fuentes
La sorprendente verdad sobre qué nos motiva. , Daniel H. Pink. Gestión 2000. Barcelona 2010

El misterio de la curiosidad perdida

Un trapero que se precie no desdeña nada por considerarlo inútil, al contrario, saca partido de todo lo que se va encontrando. Nosotros hemos dado con un pequeño cuento que nos ha hecho reflexionar.

Ocurre algo extraño: los niños pequeños llevan las ganas de aprender en la sangre. Son paradigmas de curiosidad, de creatividad, de interés… No necesitan que se les motive para aprender, están ansiosos por hacerlo. Entonces ¿qué sucede para que, de repente, este deseo de saber desaparezca sin dejar rastro?

No se trata de buscar culpables, sino soluciones, pero muchas veces, los adultos podemos tener algo que ver en este triste suceso. Sin darnos cuenta, llevados de los interminables quehaceres que arrasan nuestras vidas diarias, prestamos poca atención a esta curiosidad infantil. Y la falta de estímulo a esta curiosidad hace que, poco a poco, se vaya disipando.

Por otra parte, está la ya célebre pregunta que se hacía Sir Ken Robinson en una de sus ponencias: ¿matan las escuelas la creatividad? Este tema nos interesa mucho, es todo un misterio. Sin duda, volveremos sobre él.

Y esta cuestión nos devuelve al punto de partida: el cuento. El niño es un relato en forma de poema de una famosa educadora estadounidense de mediados del siglo XX. Nos da mucho que pensar. Esperamos que a vosotros también.

En este enlace podéis leer la versión original:

Poema  «The Little Boy» de Helen Buckley ( Inglés)
Poema  «The Little Boy» de Helen Buckley (traducido al Español)

Mejorando la actitud hacia la ciencia y las matemáticas

En Energía Creadora nos interesa la enseñanza de las ciencias y las matemáticas a nivel escolar. Nos gustaría contribuir positivamente a su desarrollo y mostrar su lado más ameno, apasionante y enriquecedor, para que los niños vean en ellas grandes retos y aventuras, no monstruos amenazantes. Para ello, vamos a exponer la ordenación actual de estas enseñanzas y a completarlo con estrategias docentes y recursos motivadores.

EC | Madrid | Septiembre 2012

Actitud hacia las cienciasLos niños tienen una mente bastante científica. El mundo les asombra y ante los innumerables fenómenos que no comprenden -por muy cotidianos que sean- se comportan como auténticos investigadores, experimentando y acribillando a preguntas a cualquier adulto. Su curiosidad es innata y desbordante.

El momento en que por fin se entiende algo que se ignoraba o se hace algún descubrimiento, proporciona una sensación intensa y satisfactoria, que impulsa a repetir el proceso que nos ha llevado ahí. Sin embargo, algo falla cuando las asignaturas más proclives a propiciar estas experiencias son las más temidas por estudiantes de todas las edades. ¿Qué se está haciendo mal? ¿Cómo podría mejorarse la actitud hacia las matemáticas y las ciencias?

Una de las claves de la última reforma educativa, la Ley Orgánica de Educación de 2006, fue la introducción de un nuevo currículo basado en el aprendizaje por competencias. Se entiende por currículo el conjunto de objetivos, competencias básicas, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación. (LOE 2006, MEC)

La noción de competencia está basada en referentes europeos e internacionales. Alude a los conocimientos, destrezas y actitudes necesarios para que una persona alcance su desarrollo personal, escolar y social.

Las 8 COMPETENCIAS BÁSICAS son: lingüística, matemática, conocimiento e interacción con el mundo físico, competencia digital y tratamiento de la información, social y ciudadana, cultural y artística, aprender a aprender y autonomía e iniciativa personal.

Nos centraremos en la competencia matemática y en la científica. ¿Cumplen su función?, ¿están bien planteados sus currículos?, ¿ayudan a desarrollar estas competencias? Tanto la competencia científica como la matemática contribuyen en mayor o menor medida al desarrollo de las demás competencias, al tiempo que estas otras deben ayudar a la matemática y científica. Para su adquisición se requiere el aprendizaje de conceptos esenciales y las relaciones entre ellos. Se trata de conocer no sólo lo que se sabe, sino cómo se sabe. Ambas competencias están muy relacionadas entre sí. Un estudio riguroso de los fenómenos naturales exige medir y cuantificar. Desde las ciencias de la naturaleza se contribuirá a la adquisición de la matemática si se incide en su utilidad  y se enfatiza la importancia de la precisión.

Las matemáticas destacan por su abstracción y la generalidad de sus conceptos, por su coherencia y solidez formal, por el rigor y precisión de sus procedimientos. Son un conocimiento básico, muy especializado, que proporciona objetividad al resto de disciplinas estableciendo criterios de veracidad para sus juicios así como métodos para su justificación. Es un conocimiento técnico, la capacidad de aplicar unos determinados conceptos y procedimientos a la resolución práctica de problemas.

Existe una visión crítica de la educación matemática que destaca la importancia de considerar diferentes perspectivas sobre el conocimiento matemático. Este abarca una serie de competencias formales (pensar y razonar, resolución de problemas, dominio de los lenguajes numéricos, simbólicos y gráficos, etc.), pero además constituye  un lenguaje propio que debe ser enseñado como tal. El conocimiento matemático está también conectado con la vida social de los hombres, se utiliza para tomar decisiones.

La competencia matemática es una de las peor valoradas en estudios internacionales como PISA. Esta debilidad amenaza a la totalidad del sistema educativo, porque las matemáticas constituyen uno de sus pilares. Hay que enfatizar la enseñanza matemática por competencias, facilitando una aproximación racional al enfoque de esta materia desde una perspectiva funcional. ¿En qué consiste esta perspectiva?

Es un enfoque que considera que los conceptos y procedimientos matemáticos tienen un para qué, se usan en la práctica y constituyen herramientas mediante las que actuamos para dar respuesta a cuestiones e interrogantes del entorno. El enfoque funcional se centra en cómo los estudiantes pueden utilizar lo que han aprendido en situaciones de la vida cotidiana, más que en conocer los contenidos del currículum.

El mayor problema para el desarrollo didáctico de un currículo basado en competencias está en lograr que los alumnos conecten los aprendizajes del aula con sus contextos personales y sociales.

En la web del Observatorio Académico de Innovación Educativa de la UPM se  puede enlazar con el Aula de Pensamiento Matemático que han desarrollado en la Universidad, con el fin de facilitar la comprensión de las matemáticas. El aula contiene:

  • juegos, pasatiempos y enigmas matemáticos
  • el lenguaje matemático y estrategias de resolución de problemas. Incluye vídeos, herramientas para profundizar en los objetivos de la actividad
  • olimpiadas matemáticas
  • matemáticas, cine y literatura
  • convocatoria de competiciones y concursos
  • documentales
  • GeoGebra, un software dinámico de código abierto para la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas que reúne geometría, álgebra y cálculo.

En cuanto a la competencia científica, en la LOE se denomina competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico. Está formada una serie de capacidades y actitudes tales como:

  • identificación de cuestiones científicas
  • explicación científica de fenómenos
  • aplicar los conocimientos de la ciencia a una situación determinada
  • utilización de pruebas científicas (interpretarlas, elaborar y comunicar conclusiones, argumentar en pro y en contra de las conclusiones)
  • reflexionar sobre las implicaciones sociales de los avances científicos  y tecnológicos
  • sentido de la responsabilidad sobre uno mismo, los recursos y el entorno
  • apoyo a la investigación científica.

El informe PISA organiza la competencia científica en torno a cuatro grandes capacidades que debe desarrollar el alumnado. Algunas de ellas están más conseguidas o representadas en el currículo español que otras. La descripción y explicación de fenómenos está bastante presente en los currículos y también abundan los indicadores sobre el desarrollo de la responsabilidad sobre uno mismo, los recursos y el entorno. El currículo muestra cierta pobreza en cuanto a la capacidad de utilización de pruebas científicas, es decir, en la elaboración de conclusiones y aportación de argumentos sobre esas conclusiones, así como en el reconocimiento de cuestiones científicas. Indicamos estas carencias, no con afán destructivo, sino para estimular su mejora.

Las capacidades que señala PISA presentan una secuencia sobre cómo debería el ciudadano enfrentarse a un problema de cualquier índole: primero, tendría que identificar si la cuestión es investigable desde la ciencia, para lo cual debe buscar información y conocer los conceptos y teorías que puedan estar implicados, aplicándolas al problema concreto de estudio. Entonces podrá buscar conclusiones basadas en pruebas que den solución a la cuestión planteada, argumentando sobre ellas y comunicándolas, para así forjarse opiniones fundadas y poder tomar decisiones. En el caso del currículum español, se observa cierta deficiencia en los primeros y en los últimos pasos del proceso, quizá olvidando que la finalidad última de la adquisición de esta competencia es la alfabetización científica.

Asociar los aprendizajes científicos en el aula con los problemas y preocupaciones personales y ambientales se convierte en un reto que merece la pena afrontar.

Han de seleccionarse con eficacia los problemas de nuestro entorno para conseguir que los alumnos sean capaces de valorar el pensamiento científico-técnico y aplicarlo para interpretar la información que reciben, hacer predicciones y tomar decisiones con iniciativa y autonomía.

Lo cierto es que existen numerosos recursos docentes para una enseñanza más motivadora de las ciencias, como la idea de un profesor de Móstoles que utiliza hormigas para enseñar ciencia a sus alumnos de secundaria. Por este original método ha recibido el premio Francisco Giner de los Ríos. Y no sólo tenemos iniciativas aisladas. A nivel estatal existe la FECYT, Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, respaldada por el Ministerio de Economía y Competitividad, que se encarga de recoger y dar a conocer todo tipo de iniciativas relacionadas con la difusión de la ciencia y el fomento de una cultura emprendedora. Más información

Entre otras acciones, convocan una serie de ayudas destinadas la promoción de la ciencia y la innovación. Más información

OTROS RECURSOS:

  • Para repasar lo aprendido y poner a prueba tus conocimientos de forma divertida y lúdica: educaplus.org
  • Plataforma participativa de docentes sobre didáctica escolar de ciencia: Proyecto enciende
  • Revistas de enseñanza y divulgación de las ciencias: Revista Eureka
Fuentes
– Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico. La competencia científica. Ana Cañas, María Jesús Martín-Díaz y Juana Nieda. Alianza Editorial. Madrid 2007.
– Competencias matemáticas desde una perspectiva curricular. Luis Rico Romero y Jose Luis Lupiáñez. Alianza Editorial. Madrid, 2008.

El «efecto Pigmalión» en la educación

¿Hasta qué punto influye lo que esperamos de una persona en sus resultados posteriores? Según los investigadores Rosenthal y Jacobson, esta expectativa es determinante de lo que los alumnos pueden llegar a lograr, como demostraron en los años 70 en unos estudios cargados de polémica. 

EC | Madrid | Septiembre 2012

Ovidio, en su “metamorfosis», cuenta la historia de Pigmalión, que “esculpió con arte felizmente admirable una estatua de níveo marfil, dándole una belleza con la que ninguna mujer puede nacer, y llegó a enamorarse de su propia obra”. Llegada la festividad de Venus, el día más celebrado de toda Chipre, cumplido el rito de la ofrenda, se detuvo ante los altares y tímidamente pidió: “Si podéis, dioses, darlo todo, deseo que mi esposa…”, y sin atreverse a decir: “la doncella de marfil”, dijo “igual que la de marfil”. La dorada Venus, que asistía en persona a sus propias fiestas, entendió qué pretendían aquellos ruegos, y le concedió su deseo. La estatua cobró vida, y Pigmalión y la mujer que había creado pudieron casarse.

En 1912, George Bernard Shaw publicó una obra de teatro basada en este mito. Un profesor de fonética, Henry Higgins, apuesta con su amigo el Coronel Pickering que será capaz de convertir en el plazo de seis meses a una simple florista en una dama, y lo hará enseñándole a hablar correctamente. En una escena de la obra, Eliza Doolitle le dice al Coronel Pickering lo siguiente: “Mire usted: de manera real y cierta, aparte de las cosas que cualquiera puede percibir (la forma de vestir y la manera correcta de hablar, entre otros), la diferencia entre una dama y una florista no es cómo se comporta ésta, sino cómo es tratada. Yo siempre seré una florista para el Profesor Higgins, porque él siempre me trata como una florista, y siempre lo hará; pero yo sé que puedo ser una dama para usted, porque usted siempre me trata como una dama, y siempre lo hará”.

El “efecto Pigmalión” es un experimento de Robert Rosenthal y Lenore Jacobson  en el que llegan a la conclusión de que el desarrollo intelectual de los estudiantes resulta en gran medida una respuesta a las expectativas de sus profesores y la manera en que estas expectativas se transmiten

Robert Rosenthal y Lenore Jacobson realizaron en los años sesenta un pequeño experimento en una escuela californiana, que produjo lo que ellos bautizaron como el “efecto Pigmalión”, cuyos resultados publicaron en el año 1968. El estudio llegaba a la conclusión de que el desarrollo intelectual de los estudiantes resulta en gran medida una respuesta a las expectativas de sus profesores y la manera en que estas expectativas se transmiten. El experimento llevado a cabo por los autores consistió en proporcionar información falsa a los profesores sobre el potencial de aprendizaje de los alumnos de una escuela de San Francisco, en concreto de estudiantes de entre primer y sexto grado de educación elemental. A los profesores se les dijo que se había realizado un test de inteligencia a los chicos, y que se había comprobado que una serie de estudiantes, los que habían puntuado más alto en el test,  se encontraban a punto de entrar en un periodo de rápido crecimiento intelectual. Su potencial de crecimiento era inmenso, aseguraban. Pero, en realidad., los chicos de la lista proporcionada a los profesores habían sido escogidos al azar, sin relación alguna con el resultado del test. El estudio, que tomaba a los profesores como cobayas del experimento, estaba designado para comprobar si aquellos chicos respecto a los que los profesores tenían mayores expectativas terminarían mostrando un mayor crecimiento intelectual que el resto de los chicos del grupo de control cuando se les evaluase aproximadamente a los cinco, ocho y veinte meses posteriores.

Al final del período experimental, algunos de los estudiantes señalados como de gran potencial, y en particular los de primer y segundo grado, mostraron unos resultados en los tests de inteligencia evaluativos superiores a los que se hubiese esperado de ellos sin la intervención realizada, y estos resultados fueron superiores a los de otros estudiantes de habilidades similares. El 47 % de los alumnos de los que se esperaba un crecimiento superior al resto ganaron veinte o más puntos en coeficiente de inteligencia, mientras que únicamente el 19% de los estudiantes que no habían entrado en la lista ganaron veinte o más puntos. Estos resultados llevaron a los investigadores a concluir que las expectativas infladas que los profesores tenían sobre determinados estudiantes, y presumiblemente el comportamiento que tuvieron con ellos posteriormente para acompañar estas expectativas, fueron la causa de que los estudiantes experimentaran un crecimiento intelectual acelerado.

El estudio sobre el “efecto Pigmalión en el aula” apoyaba el efecto de las “profecías que se autorrealizan”. Merton describió el efecto de estas profecías en el año 1948, señalando que tienen lugar cuando una definición falsa de una situación provoca un nuevo comportamiento que lleva a que la concepción originariamente falsa se haga realidad. La publicación de los resultados del estudio generó mucha atención y controversia, no solamente entre educadores e investigadores, sino también entre los medios de comunicación y el público en general. Se intentaron replicar los resultados del estudio inicial, con desigual éxito. Desde su aparición, el libro tuvo un enorme impacto, dando lugar a un amplio debate sobre las posibilidades educativas de las expectativas positivas.

 

Fuentes
– Ovidio, “Metamorfosis”. Alianza Editorial, Madrid, 2007
– «El efecto Pygmalión en el aula”, artículo de Inmaculada Baños Gil. Innovación y experiencia educativas, marzo 2010.
– “Expectations for students with cognitive disabilities: is the cup half empty or half full? Can the cup flow over?” NCEO SYNTHESIS REPORT 55. Publicado por el “National Center on Educational Outcomes”. Preparado por:  kevin s. mcgrew (institute for applied psychometrics-IAP), y por jeffrey evans (evans consulting). diciembre 2004  (recogido en la página de programas de la Oficina de Educación Especial del departamento estadounidense de Educación www.osepideasthatwork.org )
– Expectations and student outcomes”. Artículo de Kathleen Cotton. School improvement research series. Noviembre, 1989
– Rosenthal, Robert y Jacobson, Lenore. “Pygmalion in the classroom: Teacher expectation and Pupils’ Intellectual development”. Crown House Publishing, may 2003 (publicación original del año 1968)

Motivados para elegir carrera

«Elige lo que quieres ser» es una completa guía de titulaciones oficiales que pretende servir de orientación a los jóvenes que han de escoger sus estudios superiores. Recoge gran cantidad de vivencias personales de grandes profesionales de cada sector, que pueden ayudar a los estudiantes a decidirse por una carrera u otra.

EC | Madrid | Septiembre 2012

ElegirExisten numerosas guías sobre las carreras universitarias y la Formación Profesional, pero esta obra destaca por los más de cien testimonios de reconocidos profesionales que describen los valores de su titulación y los motivos que les hicieron dedicarse a ella. Nos parece una idea excelente ofrecer a los alumnos testimonios de primera mano de quienes mejor conocen cada carrera. Todos los escritos están cargados de un amor, pasión y entusiasmo que, esperamos, se contagiarán a muchos lectores atrayéndolos hacia una rama de estudios u otra. Y como lo que nosotros deseamos es avivar las vocaciones científicas y técnicas, nos centraremos en este tipo de estudios.

Eso de “la vocación” suele atribuirse a las carreras de letras (con notables excepciones como la medicina o la enfermería). No obstante, podemos afirmar que los relatos de ingenieros, arquitectos y científicos son altamente vocacionales, siendo recurrentes las anécdotas infantiles, circunstancias familiares, alusiones a hobbies y aficiones de toda la vida, intereses personales… Hemos constatado una profunda humanidad y emoción en estos testimonios. También hemos observado una serie de coincidencias que exponemos a continuación.

Podemos hablar de dos casos: los que lo tuvieron claro en todo momento y ni siquiera se plantearon otras opciones, y los que escogieron un itinerario, pero más adelante encontraron su verdadera vocación en otra carrera. Sea como sea, todos estos expertos están de acuerdo en que no se arrepienten en absoluto de sus elecciones. Si volvieran atrás en el tiempo, elegirían lo mismo sin titubear.

Resultan comunes las referencias a “lo que se les daba bien”: el cálculo, las matemáticas, la solución de problemas, preferencia por el aspecto práctico, arreglar aparatos, los mecanismos, el funcionamiento de máquinas, motores…

En aquel momento, yo no tenía edad suficiente para comprender cómo funcionaba aquello, pero esa inquietud me acompañó a medida que fui creciendo, y, entender el porqué de las cosas, sus causas, cómo sucedían y, sobre todo, para qué servían, empezaron a formar parte de mi manera de ser

Olga Pérez Sanjuán. Doctor Ingeniero de Telecomunicación. Vicesecretaria de la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación. (287)

Desde pequeño todos en la familia decían: “este niño que dibuja tan bien será arquitecto”. Y la verdad es que nunca me plantee estudiar otra cosa

Ricardo Aroca Hernández-Ros
Profesor y Catedrático de la ETSAM, Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. (251)

Sin embargo, que algo te guste no implica que el camino sea fácil…

Nunca me he arrepentido de haber elegido esta profesión,
a pesar del esfuerzo que supuso

José María Izard Galindo
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la UPM. (267)

Los Ingenieros Industriales nos dedicamos a hacer realidad
lo que la ciencia dice que es posible.
Necesitamos sólida formación en Matemáticas, Física y Química,
compromiso con el esfuerzo, disciplina mental, poca pereza,
sistemática en el trabajo y una ambición sana que sirva de estímulo
ante tantos malos tragos  como la vida profesional da»

José María Martínez Val
Dr. Ingeniero Industrial y Catedrático dela ETSII (UPM). (317)

Las carreras universitarias no son nada definitivo. Más bien son horizontes de posibilidad, puertas abiertas que nos ponen en contacto con miles de opciones. Comenzar una titulación determinada no ata de por vida, sino que puede servir para llevarnos hasta la verdadera vocación.

El Decano de Informática y Profesor dela UPM, Javier Segovia (Licenciado en Físicas y Doctor en Informática), explica que entró en contacto con la informática cuando estaba en 3º de Físicas, y entonces descubrió su pasión: “todo un mundo nuevo se abrió en mi entorno”. (326)

¿Por qué Topografía? Quizás porque quería ser escritora
para describir el mundo a los demás… y ¿qué mejor forma
que a través de un lenguaje gráfico tan internacional como
el de la Cartografía? De este modo
se abrió ante mí un mundo
muchísimo mayor del que había imaginado

Mª Luisa Palanques Salmerón
Doctora en Ingeniería en Geodesia y Cartografía (Universidad de Barcelona)
y Profesora de la Universidad del País Vasco. (305)

Y, el Director General de IMB, empezó Ingeniería Aeronáutica, llegando a doctorarse, para descubrir que quería dedicarse a la Mecánica de Fluidos, lo que a su vez le condujo
a las Matemáticas Aplicadas.

Otro gran aliciente para escoger carrera es el misterio, la emoción de enfrentarse con algo nuevo. Y es que el futuro laboral no deja de ser una gran aventura:

Sobre la elección de Minas,… porque añadía
misterio, aventura, pasión por la Tierra
y todo lo que encierra. Miles y miles de posibilidades
para hacer un mundo mejor; en definitiva, la tecnología aplicada
a la naturaleza para mejorar la gestión de sus recursos.
Mi alma de ingeniero apegado a la tierra, a los medios naturales
necesarios para hacer que la sociedad progrese en armonía,
utilizando con sentido común lo que la naturaleza nos proporciona
para que siempre esté disponible en las mejores condiciones posibles.
Yo soñé con ser un ingeniero de la Tierra y lo he sido
»

Ángel Fernández Valcárcel
Decano del Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste de España. (276)

Elegí la carrera de ingeniería de telecomunicación
por su carácter novedoso y desconocido

Enrique Gutiérrez Bueno
Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones. (286)

Esta motivación es muy positiva, teniendo en cuenta que muchos de los trabajos del mañana, aún ni siquiera existen. La valentía, la iniciativa y la creatividad son rasgos esenciales.

La carrera de Ingeniero de Materiales es un reto
para los estudiantes más inquietos, curiosos y creativos
.

Manuel Elices Calafat Ingeniero de Caminos y Físico
Catedrático de Ciencia e Ingeniería de Materiales. (273)

“Los Ingenieros Técnicos de Diseño Industrial responden
a un perfil dual que combina cualidades como la expresión artística,
la visión espacial, la capacidad de abstracción y la imaginación,
con el sentido práctico y analítico, y la innovación

Nuria Candela Vázquez
Jefe de Estudios del Dpto. de Ingeniería Industrial
de la Escuela Politécnica Superior. (311)

Si uno dispone de las aptitudes y actitudes que acabo de mencionar
y le atraen las máquinas, los cables, los cálculos físico-matemáticos,
los motores y el espectáculo impresionante de una refinería de petróleo,
debe hacer caso a su propio yo y estudiar Ingeniería Industrial.
Tendrá además la ventaja de acceder a una formación muy polivalente, que le permitirá, a lo largo de su vida, adaptarse a los nuevos tiempos

José María Martínez Val
Dr. Ingeniero Industrial y Catedrático dela ETSII (UPM). (317)

Amplitud de conocimientos, versatilidad, adaptabilidad a diferentes sectores, equipos multidisciplinares, visión amplia… las carreras técnicas aportan y valoran este tipo de características, y además ofrecen la posibilidad de ensanchar las posibilidades, unos límites insospechados, un futuro desconocido y por hacer.

Estas carreras no se restringen al ámbito científico; muchos coinciden en el componente humano y social que implican sus trabajos. A su vez, ellos aprenden a:

  • Desarrollar el espíritu creativo, potenciar nuestras capacidades ante situaciones nuevas y a disponer de una gran capacidad de trabajo en equipo”.
    Pedro Ángel Merino Calvo, Ingeniero Técnico en Topografía porla UPM y en Cartografía y Geodesia por la Universidad Politécnica de Enseñanza Superior. (303)
  • Todo ello sin olvidar que el fin de nuestro trabajo no es más que un medio para el desarrollo social y la satisfacción de los ciudadanos
    José María Izard Galindo. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la UPM. (268)
  • Su aplicación está muy relacionada con las personas, al permitir, de alguna forma, traspasar las barreras del espacio y dar respuesta a una de las necesidades básicas del hombre, la de comunicarse”. Olga Pérez Sanjuán. Doctor Ingeniero de Telecomunicación. Vicesecretaria de la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación. (287)
  • Toda carrera de ingeniería se basa en la aplicación de la ciencia para resolver problemas físicos, en concreto, para convertir ideas en objetos, instrumentos o espacios, en definitiva, en realidades físicas que cumplan una misión o satisfagan una necesidad
    Joaquim Coello i Brufau, Ingeniero Naval y Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos de España. (332)

De fondo, una emoción incomparable:

Enfrentarse al reto de concebir un edificio era, y sigue siendo
casi 50 años después, apasionante (…) pero pocas profesiones
pueden ofrecer la satisfacción de ver crecer algo que uno ha ideado,
sólo o formando parte de un equipo, como es cada vez más habitual
”.

Ricardo Aroca Hernández-Ros. Profesor y Catedrático dela ETSAM, Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. (251)

Nada es comparable a la satisfacción personal de todo científico
cuando formula y resuelve las ecuaciones que describen un fenómeno de la vida real

Juán Antonio Zufiría Zarataín. Director General de IMB España y Portugal. (213)

Entusiasmo, pasión, satisfacción, curiosidad, diversión, experiencias indescriptibles… en definitiva, verdadero amor hacia su trabajo. Es lo que transpiran estas páginas que consideramos un recurso muy útil para atraer a jóvenes hacia las carreras de tipo técnico y científico. El entusiasmo es contagioso.

Fuentes
– Elige lo que quieres ser. Guía completa de carreras universitarias y Formación Profesional. Dirigido por Javier de Juan y Peñalosa. JdeJ Editores, Madrid 2007.

Videojuegos para aprender

Al hablar de videojuegos solemos imaginarnos a niños y adolescentes pegados durante horas a la pantalla del ordenador, matando el tiempo, pulsando botones compulsivamente, y sin mostrar el más mínimo interés en realizar ninguna otra actividad. Desde que las primeras consolas y juegos de ordenador se popularizaron en la década de los 80, se han convertido en una de las formas de entretenimiento preferidas por los más jóvenes, lo que no es de extrañar, ya que los videojegos «son cómodos, accesibles y económicos». Permiten el juego «en grupo o en solitario, en casa o en un cyber; influyen en la autoestima, la confianza en uno mismo y la capacidad de superación y son emocionalmente estimulantes debido a su intensidad y rapidez» (*).

A día de hoy, los videojuegos siguen generando una gran desconfianza y su uso recibe constantes críticas. Aunque quizá en muchos casos estas críticas estén justificadas – «favorecen una conducta impulsiva y agresiva y egoista a la vez que adictiva»- en muchos otros casos las reacciones son exageradas. Solemos olvidar que también divierten y entretienen, trabajan la atención, la percepción visual y la memoria, y ayudan a adquirir estrategias para «aprender a aprender«. Y este último potencial, la posibilidad de facilitar el aprendizaje de algunas competencias y habilidades que cada vez se valoran más, el que algunas instituciones y organizaciones están empezando a aprovechar.

GameStar Mechanic forma parte del creciente campo de la educación basada en el juego. Es una comunidad de juego on-line en la que chavales de entre 7 y 14 años pueden jugar, diseñar videojuegos y compartirlos con sus iguales mientras aprenden los principios del diseño de videojuegos y del pensamiento sistémico. Pero no sólo eso, ya que GameStar Mechanich ha sido diseñado para fomentar habilidades como la resolución de problemas, la creatividad, el espíritu colaborativo, además de mejorar la alfabetización digital y la motivación por el aprendizaje de las carreras de ciencias y las ingenierias. Uno de los socios creadores de esta comunidad es el Insituto del Juego (Institute of Play), una organización sin ánimo de lucro fundada por un grupo de diseñadores de videojuegos que cree que es posible crear nuevos modelos de aprendizaje que nos permitan formar a una «ciudadanía educada, comprometida y segura de sí misma, capaz de encontrar y resolver problemas complejos, audaz, y con una gran capacidad de inventar e innovar».

Pero no son los únicos que piensan que los videojuegos nos pueden ayudar a formar a personas más creativas. También el prestigioso MIT (Intituto Tecnológico de Massachussetts) cuenta con una división dentro de su Laboratorio de Medios que se dedica a crear nuevas tecnologías que expandan el campo de lo que la gente es capaz de crear, aprender y diseñar. Esta división, el Lifelong Kindergarten, ha desarrollado Scratch , un entorno gráfico de programación que facilita que niños a partir de 8 años puedan crear sus propias historias interactivas, juegos, animaciones o simulaciones y que puedan compartirlas con otros a través de internet. El programa esta formado por bloques de progamación que los chavales pueden ir uniendo como piezas de lego hasta completar un proyecto; al mismo tiempo, manejan importantes conceptos matemáticos e informáticos y, sobre todo, aprenden a pensar de forma creativa, a razonar de manera sistemática y a trabajar en colaboración con otros.

Fuentes
– Papeles del psicólogo. Septiembre , número 3 VOL-28 , 2007. EL ADOLESCENTE ANTE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN: INTERNET, MÓVIL Y VIDEOJUEGOS M. Castellana Rosell, X. Sánchez-Carbonell, C. Graner Jordana y M. Beranuy Fargues

Ciencia en la escuela

Science in School es el nombre de una publicación digital – creada originalmente por la Comisión Europea y que en la actualidad publica y financia una asociación de las 8 mayores agencias científicas intergubernamentales de Europa – pretende promover una enseñanza de las ciencias que sea inspiradora, alentando la comunicación entre los científicos, los profesores y todas aquellas personas implicadas en la educación de la ciencia en Europa.

La publicación informa sobre las distintas iniciativas que en materia de la enseñanza de ciencias, en cualquiera de sus disciplinas, se están dando en Europa. Resalta las mejores prácticas educativas y las investigaciones más punteras.  Los contenidos incluyen también materiales educativos para que los profesores puedan utilizar en sus clases. Estos materiales no sólo cubre los campos científicos más tradicionales en el mundo de la enseñanza como son la física, la química y la biología, sino que incluyen temas sobre ciencias de la tierra, ingeniería, y medicina, centrándose en un enfoque multidisciplinar.

Los contenidos de esta revista se publican cuatrimestralmente, están disponibles de forma gratuíta y se encuentran traducidos a más de 30 lenguas, entre las que se incluyen algunas de las lenguas minoritarias de Europa, como el catalán o el gallego  y otras extra-comunitarias, como el turco o el ucraniano. También se distribuyen copias impresas en inglés en varios paises de Europa. Aunque no hace falta estar registrado en la página para acceder a los contenidos, el hacerlo permite recibir la versión impresa, incluir comentarios en los artículos y participar en el foro de discursión.

Fuentes
– Science in School:  www.scienceinschool.org.